No se han localizado ensayos clínicos en los que se compare la efectividad de bemiparina frente a enoxaparina en la profilaxis de enfermedad tromboembólica venosa (ETV) en pacientes sometidos a cirugía general.
Los documentos revisados sobre prevención de tromboembolismo venoso (guías de práctica clínica(1-4) y sumarios de evidencia(5-7)) no hacen mención a la utilización preferente de alguna de las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) disponibles sobre otra.
El sumario de evidencia de Uptodate que revisa el uso terapéutico de la heparina no fraccionada y las HBPM(5), tan sólo comenta que las variaciones en los pesos moleculares de las diversas preparaciones de HBPM origina diferentes rangos de actividad antifactor Xa y antifactor IIa, aunque no está clara la importancia clínica de estas diferencias. Añade que son escasos los estudios que comparan diferentes HBPM con respecto a los resultados clínicos, y que, ante esta ausencia de investigación, las dosis de las diferentes HBPM se han establecido empíricamente y no son necesariamente intercambiables.
En este sentido, un boletín farmacoterapéutico sobre las HBPM, publicado en 2012 por el Servicio Vasco de Salud(8), también señala que las 5 HBPM comercializadas en España (bemiparina, dalteparina, enoxaparina, nadroparina y tinzaparina) se diferencian básicamente en el método de fraccionamiento y en su peso molecular, siendo menos relevantes sus diferencias en actividad, por lo que en la práctica se las puede considerar terapéuticamente equivalentes, aunque no intercambiables. Por tanto, se debe respetar su indicación, dosificación y modo de empleo. En el caso de su utilización para la profilaxis de ETV en cirugía general, en pacientes con riesgo moderado de ETV, la dosis de bemiparina sería de 2500 unidades internacionales (UI)/día y la dosis de enoxaparina de 2000 UI/día.
Respecto al papel terapéutico de bemiparina, destacamos, de la información localizada que aborda la profilaxis en cirugía general, una revisión narrativa(9) que incluye un análisis farmacoeconómico:
Los autores de la revisión resumen que, durante los años de uso clínico, bemiparina ha mostrado ser una HBPM efectiva y bien tolerada. En la profilaxis primaria de la ETV en cirugía general, bemiparina se ha asociado con bajas tasas de tromboembolismo venoso, generalmente menos de 1-2%, en comparación con las tasas del 15-40% asociadas a la ausencia de profilaxis. Frente a heparina no fraccionada bemiparina se mostró igualmente efectiva en profilaxis primaria, pero con un riesgo significativamente menor de complicaciones hemorrágicas. Además, los análisis retrospectivos sugieren que las tasas de prevención de ETV, son similares al iniciar bemiparina después de la cirugía o antes de la operación, y el inicio postoperatorio de la tromboprofilaxis puede dar lugar a un menor número de complicaciones intraoperatorias hemorrágicas, especialmente los de la anestesia epidural, que se utiliza en una alta proporción en los pacientes quirúrgicos. Los autores destacan también que la posibilidad de iniciar la tromboprofilaxis con bemiparina después de la operación es probable que esté asociado con un menor coste como resultado de reducir el tratamiento hospitalario.
Como conclusión se establece que bemiparina es un fármaco efectivo para la profilaxis de la trombosis después de la cirugía con posibles ventajas relacionadas con menores complicaciones y costes más bajos. Sin embargo, las conclusiones no están basadas en ningún ensayo clínico o serie comparativa con otra HBPM, en pacientes sometidos a cirugía general, y además los autores manifiestan conflicto de interés en relación a la colaboración con la empresa comercializadora de una de la preparaciones farmacéuticas de bemiparina.