Tras la búsqueda no se ha localizado investigación que describa el perfil del paciente con trastorno mental grave beneficiario de las visitas domiciliarias, aunque se ha encontrado un estudio descriptivo de un programa de urgencias psiquiátricas cuya intervención principal es la visita domiciliaria. En el se decriben las características de los pacientes que se han beneficiado de dicha intervención. También se han encontrado cuatro Guías de Práctica Clínica (GPC) para el manejo del paciente esquizófrénico, psicótico o con trastorno mental grave que señalan la visita domiciliaria como intervención a realizar con este tipo de pacientes. Sin embargo, no se detalla en ellas el perfil exacto de estos.
El estudio(1) describe un programa de soporte y atención a las urgencias psiquiátricas extrahospitalarias en Barcelona, cuya intervención principal es domiciliaria. Entre las variables clínicas que analizan está el perfil del alertante y de la consulta, vinculación o no a la red asistencial, años de enfermedad, periodo de no tratamiento, disposición recomendada, estimación diagnóstica DSM IV-TR, gravedad (Escala de Gravedad de Enfermedad Psiquiátrica, GEP, e Impresión Clínica General, ICG), y funcionalidad (Escala de Evaluación de la actividad global, EEAG). La población diana que requirió intervención domiciliaria fue de 109 (60 hombres y 49 mujeres). La edad media fue de 43,3 años (DS ± 15,05 años), con edad mínima de 17 años y máxima de 77 años. La alerta que generó este tipo de intervenciones llegó en su mayoría directamente desde la red de Salud Mental, en 46 casos (42,2 %), seguida del 061 con 40 casos derivados (36,5 %), asistencia primaria 8 casos (7,3 %), servicios de urgencia hospitalarios 8 casos (7,4 %), y asociación de familiares de pacientes con trastorno mental 7 pacientes (6,4 %). La ayuda es solicitada en 83 casos por la familia (76,1 %) y en 12 por el propio paciente (11 %). Sesenta casos (55,5 %) son trastornos mentales graves desvinculados de la red asistencial; 24 (22,6 %) son trastornos mentales vinculados pero que no han sido atendidos desde hace más de 4 semanas; 11 (10,1 %) son pacientes en tratamiento activo, visitados hace menos de 4 semanas; 11 (10,1 %) contactan a través del programa por primera vez con la red y 3 casos (2,8 %) vinculados a la asistencia privada. Los pacientes tienen una historia de trastorno psiquiátrico de una media de 13 años (DS ± 12,5 años), y con un tiempo medio sin recibir tratamiento de 40 meses (DS ±59,2 meses). La razones de consulta principales por motivos sindrómicos son: delirio (33,9 %), conductas de aislamiento (18,3 %) y agitación/agresividad (17,4 %). Los diagnósticos estimativos son: esquizofrenia y otros trastornos psicóticos (F20; F22-25 y F29, según la CIE-10), el 20,2 %; trastornos de personalidad (F21, F60) el 51,4%;y el 14,7 % en trastornos afectivos (F30-34; F39). El 55,5% eran trastornos mentales graves que no estaban siendo tratados en ese momento. Los resultados de la intervención indican que el 48,4% fueron ingresados de forma involuntaria y el 22,6% se derivaron a sus centros de salud mental. En la evaluación a los cuatro meses, se obtuvo un 80 % de vinculación en los casos gestionados por el programa. Se concluye que la utilidad del programa se constata al comprobar la adherencia al tratamiento. Además este dispositivo puede ser predictor y observatorio de detección de necesidades.
Las cuatro GPC que señalan la visita domiciliaria como intervención a realizar:
La GPC de intervenciones psicosociales en el trastorno mental grave(2) indica la atención domiciliaria como “Servicio con objetivos muy delimitados”, fundamentalmente para la intervención en crisis.
La GPC para el tratamiento de la esquizofrenia en Centros de Salud Mental(3) señala que, dentro del Proceso de Cuidados de Enfermería Individualizado, las intervenciones recomendadas se llevarán a cabo de forma individual, grupal o domiciliaria. Esta última sólo en aquellos casos en que se requiera y en momentos puntuales, según valoración del Plan de Actuación Coordinada, y dentro del seguimiento del paciente. También especifica que el trabajador Social debe realizar dichas visitas, como fuente de información para el estudio sociofamiliar de las distintas áreas (datos de identificación y composición, historia y dinámica familiar, etc.).
La GPC para la atención al paciente con esquizofrenia(4) comenta que cuando un paciente no acude a las visitas programadas o no cumple el tratamiento en otros aspectos, las visitas a domicilio pueden resultar muy útiles para hacer que el paciente vuelva a implicarse en el tratamiento.
La GPC para la esquizofrenia y el trastorno psicótico incipiente(5) aconseja proporcionar asistencia ambulatoria a las personas en fases tempranas de psicosis usando estrategias de servicios lo menos restrictivas y coercitivas posibles: desarrollando estrategias para minimizar el uso de tratamientos involuntarios en la psicosis temprana, por ejemplo con intervención domiciliaria. También recomienda el afrontamiento de las crisis en el domicilio. De la misma forma recomienda la intervención en el domicilio y en el entorno del paciente que vive solo o en familia, por parte de un equipo profesional que proporcione tanto apoyo a la organización doméstica, cuidados básicos de la salud e imagen corporal, como mejoría en la adaptación a la comunidad. Esta intervención tiene tres funciones básicas: educativa, preventiva y asistencial.