No se han encontrado documentos que incluyan una evaluación de la efectividad, o recomendaciones del empleo del complejo protrombínico en mujeres que presentan una hemorragia postparto.
La única referencia localizada sobre la utilización del complejo protrombínico en obstetricia, sin un diagnóstico de deficiencia congénita o adquirida de factores de coagulación, corresponde a un caso clínico(1). El artículo describe a una paciente de 45 años con antecedentes de tres cesáreas y diagnóstico de placenta previa grado 4 que, tras realizar una cesárea en la semana 34, presentó sangrado muy importante precisando histerectomía subtotal y numerosas transfusiones de sangre, plasma fresco, crioprecipitado y concentrado de plaquetas. Al continuar el sangrado se le administró dos dosis de factor VII recombinante activado y posteriormente un concentrado de complejo protrombínico (conteniendo factores II, VII, IX y X con pequeñas cantidades de heparina y antitrombina III), cesando finalmente la hemorragia.
Se han identificado diversos estudios sobre el empleo del factor VII recombinante activado (FVIIRa), en hemorragias postparto. Dos sumarios de evidencia (2,3) y una guía de práctica clínica (4), señalan que el FVIIRa puede ser de utilidad en hemorragias graves que no responden a otras medidas; aunque no puede ser recomendado de rutina. Esta recomendación está basada en documentos de consenso, sin que se haya publicado ningún estudio randomizado que evalúe su efectividad, y solo se cuenta con series de casos que refieren buenos resultados con esta terapia. En uno de los sumarios(2) se matiza que estaría indicado en hemorragias intratables asociadas a atonía uterina, placenta acreta o rotura uterina y que, aunque esta terapia parece prometedora cuando fallan otras opciones, el fármaco es muy caro y puede aumentar el riesgo de eventos tromboembólicos, por lo que debe reservarse para casos de hemorragia intratable y de coagulopatía.