En un informe de evaluación de tecnologías sanitarias sobre terapia con ozono, publicado en el 2008(1), tan solo se describen como efectos secundarios relacionados con la coagulación sanguínea: un paciente que presentó un accidente cerebrobasilar y otro con una hemorragia aguda bilateral vitreoretiniana, en ambos casos tras la aplicación intradiscal de ozono para tratar una hernia discal.
Sobre la afectación de la coagulación sanguínea tras terapia con ozono se han identificado, tras la búsqueda, dos series de casos:
- Una describe 11 pacientes hemodializados y diagnosticados de enfermedad periférica arterial isquémica a los que se les aplica autohemoterapia con ozono, comparando con sesiones de hemodiálisis en las que no se aplicó la terapia con ozono(2). No se observaron episodios de trombosis tras la terapia, y no se modificaron los parámetros de coagulación estudiados (antitrombina III, tiempo parcial de tromboplastina, tiempo de protrombina, y concentraciones plasmáticas de Dímero D y del fibrinógeno).
- El otro estudio informa, en el resumen (el artículo original está escrito en ruso), que en 81 pacientes diagnosticados de arteriosclerosis, tras la terapia mixta de ozono con oxígeno observaron cambios de hipocoagulación(3) (disminución de agregación plaquetaria, disminución de la concentración de fibrinógeno, retraso de la actividad parcial del tiempo de tromboplastina y potenciación de la actividad fibrinolítica).
No se han encontrado, ni en el informe de evaluación citado, ni en la búsqueda realizada en bases de datos de estudios, ninguna referencia sobre administración de ozono, como autohemoterapia o por otras vías, en pacientes diagnosticados de fibrosis pulmonar.