Una revisión sistemática y dos guías de práctica clínica informan de las ventajas de prehidratación cuando se va a emplear una anestesia epidural a dosis altas; pero no la recomiendan cuando la anestesia va a ser la habitual a dosis más bajas, o se va a emplear una anestesia espinal-epidural combinada(EEC).
Una revisión sistemática de la Colaboración Cochrane, actualizada en el 2004, fue realizada con el objetivo de evaluar los efectos de la precarga profiláctica de líquido por vía intravenosa antes de la analgesia regional durante el trabajo de parto sobre el bienestar materno y fetal(1). La revisión incluyó seis estudios (473 participantes). En un ensayo sobre analgesia epidural con el uso de anestésico local en dosis alta se mostró que la precarga con líquidos por vía intravenosa contrarrestó la hipotensión que frecuentemente se presenta después de la analgesia epidural tradicional (riesgo relativo (RR) 0,07; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,01 a 0,53; 102 mujeres). Este ensayo también se asoció con una reducción de las anomalías de la frecuencia cardíaca fetal (RR 0,36; IC del 95%: 0,16 a 0,83; 102 mujeres); no se detectaron diferencias en otros resultados perinatales y maternos para este ensayo y otro ensayo sobre analgesia epidural en dosis alta. En los dos ensayos sobre anestesia epidural en dosis baja, no se hallaron diferencias significativas en la hipotensión materna (RR 0,73; IC del 95%: 0,36 a 1,48; 260 mujeres), aunque estos ensayos carecían la potencia suficiente para detectar algo más que un efecto muy grande. No se observaron diferencias significativas entre grupos en estos ensayos para las anomalías de la frecuencia cardíaca fetal (RR 0,64; IC del 95%: 0,39 a 1,05; 233 mujeres). Los autores concluyen que:
- Aunque la precarga por vía intravenosa antes de la anestesia epidural tradicional en dosis alta demuestra su importancia en la reducción de la hipotensión y las anomalías de la frecuencia cardíaca fetal, no se han demostrado beneficios cuando se utilizaron anestésicos epidurales en las dosis bajas más frecuentes. Los anestésicos epidural y espinal-epidural combinado (EEC) en dosis baja pueden reducir la necesidad de precarga. Sin embargo, la escasa base de pruebas no permite descartar o confirmar una diferencia entre la anestesia con o sin precarga, cuando se utilizan los anestésicos epidurales o de EEC en dosis baja.
- Se requiere investigación adicional sobre el uso de la precarga para los bloqueos de epidural y EEC en dosis baja (incluidos los opiáceos solos) en el trabajo de parto, los riesgos y los beneficios relativos de la precarga antes de la anestesia epidural en presencia de las complicaciones del embarazo como la preeclampsia y enfermedad cardíaca, el tipo y volumen óptimos de líquido, los resultados maternos como el mareo, el desmayo, las náuseas y los vómitos, los efectos secundarios potenciales y los puntos de vista de las mujeres.
Posterior a la fecha de actualización de esta revisión, la búsqueda realizada no ha identificado nuevos ensayos clínicos controlados realizados.
Dos guías de práctica clínica (2,3) que incluyen recomendaciones sobre esta cuestión, reproducen las conclusiones de la revisión citada(1) e informan que existe evidencia de que la precarga con fluidos por vía intravenosa antes de la técnica neuroaxial reduce las tasas de hipotensión materna y las anomalías de la frecuencia cardiaca fetal cuando se administra analgesia epidural a altas dosis aunque, sin embargo, la evidencia existente no permite confirmar si es útil en bajas dosis. Por tanto, aunque ambas guías recomiendan asegurar un acceso por vía intravenosa antes de comenzar la analgesia neuroxial, “la precarga por vía intravenosa no necesita ser administrada rutinariamente antes de la analgesia epidural con dosis bajas o con analgesia intradural-epidural combinadas”.(Grado de recomendación A)*