En las guías de práctica clínica (GPC)(1,2,3) revisadas sobre la atención al parto no encontramos mención a la indicación de administrar glucosa intravenosa durante la primera etapa del parto o fase de dilatación o en algún otro momento del trabajo de parto.
Respecto a la utilización de fluidos intravenosos en esta primera etapa del parto, en una de las GPC(3) encontramos que la administración de fluidoterapia intravenosa sería una de las posibles intervenciones a realizar ante un progreso más lento de lo habitual de la fase de dilatación y añaden que 150 cc/h de fluidos intravenosos pueden disminuir la necesidad de estimulación con oxitocina (Grado de recomendación A*, en base a los resultados de un ensayo clínico aleatorizado -ECA- (4))
Además, en dos de las GPC(1,2) se informa que existe evidencia de que la precarga con fluidos por vía intravenosa antes de la técnica neuroaxial reduce las tasas de hipotensión materna y las anomalías de la frecuencia cardiaca fetal cuando se administra analgesia epidural a altas dosis aunque, sin embargo, la evidencia existente no permite confirmar si es útil en bajas dosis. Por tanto, aunque ambas guías recomiendan asegurar un acceso por vía intravenosa antes de comenzar la analgesia neuroxial, “la precarga por vía intravenosa no necesita ser administrada rutinariamente antes de la analgesia epidural con dosis bajas o con analgesia intradural-epidural combinadas”.(Grado de recomendación A)*
En un sumario de evidencia sobre el manejo del parto normal(5) se establece que:
- No hay consenso sobre la necesidad de líquidos por vía intravenosa durante un parto sin complicaciones.
- Se hace referencia al mismo ECA(4) en que se basaba la recomendación de la GPC(3) en base al cual las mujeres que recibieron hidratación intravenosa (solución Ringer lactato® o solución isotónica de cloruro sódico) de 250 ml/h tuvieron un menor número de partos de duración > de 12 horas y una menor necesidad de estimulación con oxitocina que las que recibieron 125 ml/h. Los autores postulaban que una inadecuada hidratación durante el parto podía ser un factor que contribuyese a un trabajo de parto disfuncional. Sin embargo, el sumario considera que estos resultados deben ser confirmados antes de prescribir grandes volúmenes de líquidos por vía intravenosa en las mujeres durante el parto, debido a que la hidratación excesiva también puede tener efectos perjudiciales: en un estudio prospectivo(6) en el que se analizó la incidencia de hiponatremia (≤130 mmol/L) tras el parto, entre 287 gestantes a término se observó hiponatremia en 16 (26%) de las 61 madres que recibieron más de 2500 ml de líquido durante el parto (aunque dos tercios de los líquidos se administraron vía oral en forma de bebidas hipotónicas). El análisis de regresión logística multivariante mostró que la hiponatremia se correlacionó significativamente con el volumen de líquido (P <0,001), pero no con la administración de oxitocina o la analgesia epidural. También se encontró una correlación significativa entre hiponatremia y segunda etapa del parto prolongada, parto instrumental, y cesárea de emergencia por la falta de progreso (P = 0,002).
- La solución cristaloide óptima no ha sido determinada.
- Respecto al uso de glucosa en la sueroterapia, se hace referencia a dos ECAs(7,8) que han informado de beneficios con la utilización de solución salina normal con glucosa al 5% frente a la no utilización de glucosa:
- En uno de los ECAs(7) la administración de glucosa intravenosa (5% o 10%) se asoció a una segunda etapa del parto más corta en comparación con la administración de solución salina normal: 289 mujeres nulíparas en trabajo de parto espontáneo, con ≥ 36 semanas de gestación y dilatación de 3-5 cm, se asignaron al azar a recibir suero salino normal, suero salino con glucosa al 5% y suero salino con glucosa al 10%. La duración de la segunda etapa del parto en los partos vaginales fue de 106 minutos con la solución salina frente a 69 minutos y 62 minutos con la glucosa al 5% (p = 0,02) y al 10% (p = 0,01), respectivamente. No hubo diferencias significativas entre los grupos en los que se administró glucosa en la duración de la segunda etapa del parto en los partos vaginales y no hubo diferencias significativas entre los 3 grupos en cuanto a la tasa de cesárea, los resultados maternos o los resultados neonatales.
- En el otro ECA(8) se comparó, en 178 mujeres en trabajo de parto, el efecto de la infusión de una solución de Ringer lactato® o de solución salina con glucosa al 5% en el estado ácido-base de la sangre de la arteria umbilical. Los resultados mostraron diferencias significativas entre el grupo de Ringer lactato y el grupo en el que se administró glucosa en los valores de pH de la sangre umbilical (7,25 +/- 0,07 vs 7,28 +/- 0,06, p = 0,008), los valores de pCO2 (44,8 +/-5,6 mmHg vs 41,6 +/- 4,1 mmHg, p = 0,001), y el exceso de base (-7,3 + / -2,1 mEq/L vs -6,6 + / -1,8 mEq/L, p = 0,02). Se concluía que la administración de fluidos que contienen glucosa al 5% vía intravenosa durante el parto reducen la acidemia del cordón umbilical y la hipercapnia.
No se han localizado ECAs de publicación posterior en los que se evalúe el efecto de la administración de glucosa durante alguna de las etapas del parto.
*Ver grados de recomendación en los textos completos de las guías.