Tras revisar la bibliografía no se ha encontrado información sobre la contraindicación expresa sobre la utilización en mujeres lactantes de alguno de los laxantes orales autorizados en España. La utilización de uno u otro agente laxante se establece básicamente en función de su capacidad para ser absorbido por el tracto gastro-intestinal y por tanto la posibilidad de que pase a la leche materna. En base a esta consideración, en la situación clínica de que sea preciso utilizar uno de estos fármacos durante la lactancia, los documentos coinciden en que serían de elección los laxantes formadores de masa debido a que no se absorben. Los laxantes que, en general, no se consideran recomendados son fenoftaleína y aceite de ricino:
La Guía de Prescripción Terapéutica de la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios(1) clasifica a los laxantes orales autorizados en España para el tratamiento del estreñimiento en:
- Laxantes formadores de masa: goma esterculia, Ispágula, metilcelulosa.
- Laxantes estimulantes: bisacodilo, docusato sódico, picosulfato sódico, sen, casantranol y otros estimulantes (cáscara sagrada, aceite de ricino, fenolftaleína).
- Reblandecedores fecales: parafina líquida.
- Laxantes osmóticos: lactitol, lactulosa, sales de magnesio (hidróxido de magnesio, sulfato de magnesio, fosfato de magnesio), polietilenglicol y sales de sodio (sulfato de sodio. El fosfato de sodio, dibásico o monobásico, se utiliza en forma de soluciones para la limpieza del intestino antes de la cirugía de colon, colonoscopia o exploración radiológica, no como tratamiento para el estreñimiento).
Una guía de práctica clínica de Prodigy sobre el estreñimiento(2), revisa el tratamiento de esta afección durante la lactancia materna y se comenta que la intervención de primera línea para prevenir o tratar el estreñimiento durante la lactancia debería ser adoptar medidas dietéticas oportunas, incluyendo una ingesta adecuada de líquidos (8-10 vasos de líquido al día). También se considera útil realizar ejercicio leve o moderado de forma regular. En cuanto a los laxantes, se indica que sólo se deberían utilizar si las medidas dietéticas fallan. En esta situación:
- La primera opción razonable sería utilizar un laxante formador de masa.
- Si las deposiciones siguen siendo difíciles, agregar o cambiar a un laxante osmótico lactulosa o a una macromolécula (polietilenglicol, peso molecular mayor de 3000).
- Si las heces son blandas, pero la mujer todavía encuentra difícil la deposición o se queja de vaciamiento inadecuado, considerar un tratamiento a corto plazo con un laxante estimulantes como bisacodilo o sen.
- El uso ocasional de supositorios de glicerina o de bisacodilo son también una opción a adoptar.
- Los laxantes no recomendados como opción de primera línea son docusato, picosulfato de sodio y los enemas de citrato de sodio o fosfato de sodio.
Esta guía remite a un documento de consenso del National Health Service de Reino Unido en el que se informa de los fármacos compatibles con la lactancia. Respecto a los laxantes(3) se indica que son de elección las sustancias no absorbibles en el tracto gastro-intestinal o con escasa absorción como por ejemplo los laxantes formadores de masa, los reblandecedores fecales o los agentes osmóticos. Si estas medidas fallan se considera aceptables el uso de sen (laxante estimulante) en dosis moderadas y durante un período corto. En general, los laxantes orales cuya utilización en mujeres lactantes se considera aceptable:
- Laxantes formadores de masa: goma esterculia, cáscara de Ispágula, metilcelulosa.
- Laxantes estimulantes: bisacodilo, docusato sódico, picosulfato sódico y sen (utilizando dosis moderadas y periodos cortos de tratamiento).
- Laxantes reblandecedores fecales: aceite de cacahuete (no comercializado en España) y docusato (que también actúa como reblandecedor).
- Laxantes osmóticos: lactulosa y sales de magnesio.
En nuestro entorno contamos con la página web que ofrece el Servicio de Pediatría del Hospital de Denia de la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana(4) destinada a solventar las dudas de la población general y sanitaria sobre el consumo de medicamentos, plantas y tóxicos durante la lactancia materna. Esta página clasifica los laxantes de uso vía oral en tres niveles de riesgo (Nivel de riesgo 0: sustancias consideradas seguras durante la lactancia; Nivel de riesgo 1: Sustancias bastantes seguras durante la lactancia; y Nivel de riesgo 2: laxantes pocos seguros para los cuales se ofrece una alternativa de uso) y comenta que en general, los más seguros son los laxantes formadores de masa, osmóticos, emolientes o lubricantes y que es fundamental una dieta equilibrada, rica en fibra, mucho líquido y deporte:
- Nivel de riesgo 0: Docusato, cáscara de Ispágula, lactulosa, fosfato de magnesio, aceite mineral de parafina, polietilenglicol, derivados sen y fosfato de sodio (monobásico o dibásico).
- Nivel de riesgo 1: Bisacodilo, agua carabaña, casantranol y picosulfato sódico.
- Nivel de riesgo 2: Fenolftaleina y aceite de ricino (aceite de castor). Se ofrece como alternativa la utilización de lactulosa, docusato o aceite mineral de parafina.
Por último, una monografía sobre medicamentos y lactancia publicada en 2001 por la Escuela Andaluza de Salud Pública(5), también hacía referencia a los laxantes compatibles con la lactancia materna y consideraba:
- Clasificados dentro de una categoría A (medicamentos que no han mostrado riesgos para el lactante, por lo que en principio podrían administrarse a la madre durante la lactancia): bisacodilo, cáscara sagrada, y derivados sen. La lactulosa se cataloga como A/B pues, aunque su uso es generalmente aceptado, no se dispone de datos sobre su excreción en leche materna.
- Dentro de la categoría B (medicamentos que podrían utilizarse con precaución durante la lactancia, vigilando la posible aparición de efectos adversos en el lactante) se incluyen: docusato (se incluye en esta categoría al no disponerse de datos sobre su excreción en leche materna aunque esta se considera poco probable debido a su mínima absorción gastrointestinal) y fenolftaleina (cuya utilización no se recomienda dado el riesgo potencial de diarrea en el lactante)