La búsqueda no ha identificado ensayos clínicos que comparen ambas opciones de tratamiento en pacientes con hiperhidrosis palmar. La revisión de sumarios y de guías de práctica clínica concluye que las dos terapias, la aplicación de toxina botulínica y la simpatectomía, pueden estar indicadas; aunque la cirugía queda como una última opción de tratamiento. Una serie comparativa de pacientes parece señalar que la simpatectomía torácica presenta una efectividad mayor en la reducción del sudor, con mejor satisfacción del paciente a los 6 meses de la intervención.
De dos sumarios de evidencia (1,2) en relación con esta pregunta, destacamos que :
- Antes de elegir un tratamiento para la hiperhidrosis focal primaria, deben ser conocidas las expectativas de los pacientes y deben ser discutidos con detalle los efectos secundarios asociados a cada tratamiento .
- Los medidas conservadoras deben ser ensayadas antes de progresar a tratamientos más invasivos.
- La hiperhidrosis palmar y plantar podría ser tratada con toxina botulínica, pero las inyecciones son dolorosas y algunos pacientes pueden presentar temporalmente debilidad local muscular.
- En los pacientes que no mejoren con medidas locales, ni con toxina botulínica, ni con iontoforesis, pueden ser tratados con simpatectomía torácica endoscópica.
En una guía de práctica clínica sobre indicaciones de la toxina botulínica(3), las recomendaciones en la hiperhidrosis palmar son que la aplicación de toxina botulínica es probablemente segura, efectiva y debe ser considerada como una opción de tratamiento.
En un documento de consenso canadiense (4), sobre hiperhidrosis palmar, se recomienda que:
- En la hiperhidrosis moderada si fracasa la terapia tópica con cloruro de aluminio hexahidratado, puede ser administrada toxina botulínica A, o iontoforesis.
- En el caso de una hiperhidrosis severa la toxina botulinica (o la terapia tópica con cloruro de aluminio hexahidratado, o la iontoforesis) podrían considerarase como terapias de primera elección.
- La simpatectomía torácica endoscópica debe ser la última opción en los pacientes que no responden al tratamiento.
En una serie consecutiva de 154 pacientes, de acuerdo a la elección de los propios afectados, se les aplicó terapia con toxina botulínica (n=86), o simpatectomía(n=68) y fueron seguidos de forma prospectiva durante un año(5). De acuerdo a una prueba objetiva de sudor, a los 6 meses se redujo de forma significativa la sudoración, en relacióna la situación basal, en el 94% de los pacientes con simpatectomía y en el 63% del grupo de toxina botulínica; siendo esta reducción a los 12 meses del 94 y del 30% respectivamente. La satisfacción del paciente fue inicialmente mejor en el grupo de toxina botulínica; pero a los 6 meses fue claramente mejor en el grupo de cirugía.