En base a la información aportada por guías de práctica clínica (GPC), se recomienda la profilaxis ocular sistemática en todos los recién nacidos (RN), independientemente de si el nacimiento ha tenido lugar vía vaginal o por cesárea, pues la evidencia disponible muestra la eficacia de dicha medida en la prevención de la oftalmía gonocócica, aunque está menos claro su papel en la infección por chlamydia:
En la GPC de atención al parto normal publicada por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, en octubre de 2010(1), se recomienda la realización de la profilaxis oftálmica en la atención rutinaria RN. (Grado de recomendación B) [Ver grados de recomendación en el texto completo de la guía] y en cuanto a la efectividad de dicha profilaxis se indica que:
- La profilaxis oftálmica reduce de forma drástica la incidencia de oftalmía gonocócica y ceguera.
- La evidencia sobre la eficacia de la profilaxis oftálmica neonatal de la infección por chlamydia no es concluyente.
En la GPC elaborada por la Comisión de Estándares de la Sociedad Española de Neonatología(2) se indica también que “la administración de pomadas o colirios antibióticos de forma habitual a todos los RN es eficaz en prevenir la oftalmia neonatal por gonococo y, en gran medida por C. trachomatis, es sencilla, sin riesgos para el RN y con un coste muy bajo (Grado de recomendación A: Existe buena evidencia para recomendar la intervención clínica de prevención).
La recomendación de profilaxis ocular sistemática en todos los RN, también la encontramos en las GPCs elaboradas por la American Academy of Family Physicians(3) y los Centers for Disease Control and Prevention(4). En ambos documentos se describe igualmente la evidencia existente respecto a la eficacia de esta medida en la prevención la oftalmía por gonococo, sin que se hayan encontrado efectos nocivos en el neonato, y de que la eficacia de la profilaxis en la prevención de la infección ocular por C. trachomatis está menos clara.
La información sobre la frecuencia de aparición de infección ocular en RN en los que se ha utilizado profilaxis respecto a aquellos en los que no se extrae de los resúmenes de dos ensayos clínicos aleatorizados publicados en 2007 y realizados ambos en Irán:
- En uno de los ensayos(5), 330 RN se dividieron de forma aleatoria en tres grupos: el grupo A recibió gotas oculares de betadine, el grupo B recibió gotas de eritromicina y el grupo C (grupo control) no recibió tratamiento profiláctico. Los resultados mostraron que se produjo conjuntivitis clínica en 52 de los RN (17%). En relación al conjunto de RN, el 9% de los RN con infección ocular fueron del grupo A, el 18,4% del grupo B y el 22,4% del grupo C.
- En el otro estudio(6), se comparó el efecto profiláctico de la aplicación de solución salina normal y de pomada oftálmica de eritromicina (0,5%) con ninguna profilaxis. En los primeros 10 días de vida, se desarrolló conjuntivitis en 138 RN (13,8%). De los casos de conjuntivitis, 29,7% ocurrieron en el grupo de la eritromicina, el 31,9% en el grupo de solución salina y el 38,4% tuvieron lugar en el grupo sin profilaxis.