Una Guía de práctica clínica sobre la seguridad de empleo de la resonancia magnética (RM)(1), en relación a su indicación durante el embarazo, resume que:
- En la actualidad hay insuficiente conocimiento para establecer, de forma inequívoca, guías de empleo de procedimientos de RM en pacientes gestantes. En estas circunstancias, hay que informar que la RM puede ser aplicada a mujeres gestantes, tan solo despues de realizar un análisis crítico sobre riesgos y beneficios, especialmente en el primer trimestre de la gestación.
- La mujer embarazada debe ser informada de los riesgos potenciales y comparar con otras alternativas de estudios de imagen.
- El calor excesivo es potencialmente teratógeno y se recomienda que la duración de la exposición debe ser reducida al mínimo y que se empleen en la exploración únicamente los niveles habituales.
- Dosis altas de contrastes con gadolinio se han asociado, en estudios de experimentación animal, a pérdidas del feto tras la implantación, retraso en el desarrollo y anormalidades viscerales y en el esqueleto. Estos contrastes en la RM solo deben ser empleados durante el embarazo, si los beneficios potenciales justifica los riesgos para el feto.
- La guía recomienda que, siempre que sea posible, la decisión de realizar una RM en una mujer embarazada debe ser tomada, a la vez, por el médico que solicita la exploración, la paciente y el médico radiológo; y se debe basar en la información sobre los riesgos, sopesados con los beneficios clínicos para la paciente.
Un sumario de Uptodate(2) coincide básicamente con la información de la guía. Concluye que:
- No se han informado de efectos dañinos sobre la mujer gestante o sobre el feto, tras realizar una RM con 1,5 Tesla (la potencia habitual utilizada en los magnetos clínicos).Debe ser solicitada tan solo si la duda clínica no puede ser resuelta con imágenes obtenidas con ultrasonidos.
- En algunos casos la realización de una RM rápida es el medio diagnóstico recomendado, porque proporciona mejores imágenes que la ecografía y evita las radiaciones de una tomografía computarizada.
- En los casos que el médico radiológo y el médico referente clínico, coincidan en defender que los hallazgos de la RM van a afectar a la atención de la madre y/o del feto, se podría practicar la RM, cualquiera que fuera el trimestre de la gestación.
- No se recomienda el empleo de contraste al realizar una RM en mujeres gestantes.El gadolinio atraviesa la barrera placentaria y puede tener efectos en el feto.
- Es importante procurar durante la realización de la prueba una posición que sea cómoda para la gestante; dado que muchas mujeres ggestantes tienen dificultades para tenderse sobre su espalda.