Una Guía de Práctica Clínica (GPC) (1) del Departamento de salud del reino Unido con cinco estándares y modelos para la atención de salud mental, incluye en los estándares 2 y 3 el capítulo específico para proporcionar una mejor atención sanitaria a las personas con problemas de salud mental (incluida enfermedad mental severa) en los servicios de atención primaria (SAP).En el equipo de estos servicios incluye también a las enfermeras e indica entre sus cometidos con este tipo de pacientes, mejora de sus capacidades de comunicación, conocimiento y habilidades y entrenamiento de tratamientos no farmacológicos. Indica que con el entrenamiento puede mejorar el reconocimiento de los problemas de salud mental en los SAP que a veces se pueden enmascarar con síntomas físicos. Los equipos de los SAP deben trabajar con los equipos especializados para aplicar protocolos de evaluación y de gestión a través del los SAP, especialmente para pacientes con riesgo de suicidio. La GPC indica que se deben realizar varios protocolos, uno de ellos para personas con esquizofrenia. Estos asegurarán que los casos más complejos tengan fácil acceso a la evaluación y tratamiento del especialista. Se señala la figura de la enfermera psiquiátrica de enlace, que puede hacer evaluaciones psicosociales, ofrecer entrenamiento al personal de atención primaria y proporcionar información de servicios locales.
La GPC indica con respecto al cumplimiento terapéutico que es frecuente encontrar individuos con enfermedad mental severa, con pobre cumplimiento del tratamiento prescrito, por lo que se debe desarrollar un programa cognoscitivo conductual sobre el tratamiento, con el objetivo de mejorar la comprensión por parte del paciente su enfermedad e identificar y abordar razones de la falta de adherencia a los tratamientos sugeridos.
Una Revisión Sistemática (RS) (2) sobre las intervenciones destinadas a que se cumplan con las prescripciones farmacológicas, en aquellos pacientes con problemas crónicos, como trastornos mentales. Con respecto a estos trastornos no incluye estudios en que la intervención la realice una enfermera. Pero si en otras patologías crónicas como: asma. Hipertensión, cardiopatía isquémica, pacientes con tratamiento anticoagulante oral, etc. En general, las intervenciones incluidas en esta revisión fueron realizadas por equipos de investigación y equipos multidisciplinarios, lo que no se puede traducir fácilmente en la práctica de la vida real. Concluye la RS que en la práctica puede ser posible que las funciones de los/as enfermeros/as y los farmacéuticos se puedan ampliar para incluir orientación a los pacientes que promueva la mejoría de la adherencia a la medicación. Como tal, se debe explorar aún más la efectividad de las intervenciones de adherencia dirigidas por profesionales paramédicos.
Una revisión narrativa (3) sobre la mejora de la adherencia al tratamiento en pacientes con enfermedad crónica, describe un acercamiento a la intervención basada en la entrevista motivacional (EM) y el modelo transteórico del cambio (MTT), realizadas en los SAP, que permite que el profesional sanitario (incluida enfermería) apoye la adherencia a la medicación de una manera enfocada al cliente. Los autores concluyen que la adherencia es un fenómeno complejo que requiere una intervención personalizada. La respuesta debe centrarse en la disposición de los pacientes para adherirse, su sentido de la auto eficacia para la toma de las medicinas en todas las circunstancias y los pros y contras personales relacionados con la adherencia. Indican con respecto a las implicaciones para la práctica que la adherencia al tratamiento es muy importante cuando el tratamiento es a largo plazo de enfermedades crónicas, tales como VIH.
La revisión describe la implicación directa de enfermería con este modelo, con respecto a la comunicación con el paciente, evaluación de las diferentes etapas, intervención individualizada, etc.
Se han encontrado dos GPC indirectamente relacionadas con la intervención de enfermería con la esquizofrenia en atención primaria. Una (4) para el reconocimiento, evaluación y tratamiento del abuso del alcohol y el cánnabis por parte del equipo de atención primaria (incluyendo enfermeras/os), indica que existe una asociación importante entre el consumo de ambos con personas diagnosticadas de esquizofrenia y esto se relaciona directamente con un pobre cumplimiento terapéutico. La guía describe herramientas e intervenciones motivacionales para conseguir el cumplimiento del tratamiento. La otra (5) para el servicio de emergencias psiquiátricas indica que las primeras experiencias de los pacientes con el tratamiento, como son los efectos secundarios de la medicación antipsicótica, pueden tener derivaciones duraderas en el cumplimiento del tratamiento futuro, pues las reacciones parkinsonianas agudas a la medicación no son infrecuentes. Si son tratadas correctamente, no tienen por que llevar a problemas de cumplimiento del tratamiento a largo plazo. Señala que la inyección de un antiparkinsoniano, aunque no se requiere de forma rutinaria, siempre debe estar disponible. La GPC recomienda una formación adecuada del personal de emergencias y señala que estas patologías llegan al servicio de emergencia a menudo sin diagnosticar ni tratar. Algunos de estos pacientes no contactan habitualmente con los SAP y/o los servicios sociales. La guía describe la existencia de un equipo de enlace con el SAP y señala que es importante desarrollar acuerdos entre ambos servicios.