Un sumario de evidencia de Uptodate en relación al seguimiento de las pacientes con cáncer de mama (1) comenta que la formación de seroma postoperatorio se puede minimizar manteniendo los drenajes hasta que el líquido drenado sea inferior a 40 ml en 24 horas, en lugar de eliminarlos en un día determinado de antemano, y retrasando los ejercicios de movilización hasta después de la fase de recuperación postoperatoria inmediata (2).
El sumario de evidencia de Dynamed sobre el cáncer de mama ( 3) respecto a los factores que pueden influir en la aparición de seroma postoperatorio indica que:
- la biopsia de ganglio centinela (BGLC) reduce la incidencia de seroma: los resultados de un reciente meta-análisis (4)(incluyó 7 ensayos clínicos con un total 9.608 pacientes) muestran que esta técnica, frente a la disección de los nódulos axilares linfáticos, se asocia, entre otros aspectos, a una menor incidencia de seroma (OR = 0,40, IC 95% = 0.31-0.51, p = 0,0071) tras el análisis de 3 ensayos con 2.125 pacientes.
- en mujeres con metástasis en el ganglio centinela, el retraso de la disección ganglionar axilar también reduce su incidencia: en un estudio observacional multicéntrico (5)(N= 1.003) se produjo un seroma axilar en el 18% de las mujeres en que se realizó el vaciamiento axilar de foma inmediata (coincidiendo con la BGLC) frente al 12% (p = 0,01) en que se retrasó la disección axilar (mediana de 19 días, rango 1-93 días).
- la utilización de sellador de fibrina no parece prevenir la formación de seromas o reducir el drenaje postoperatorio después de la cirugía del cáncer de mama: un meta-análisis publicado en 2006 (6) (que incluyó 11 ensayos clínicos, en general, con muestras de tamaño pequeño y baja calidad metodológica), al comparar los selladores de fibrina versus su no utilización encontró una incidencia de seroma postoperatorio del 26,4% y 21,8% respectivamente (no significativo, favorece al grupo control), basado en 10 de los ensayos con 612 pacientes.
- la aplicación de vendaje axilar comparado con el drenaje con succión no mostró beneficios significactivos (en base a un ensayo clínico aleatorizado [ECA] con una muestra de 100 pacientes (7): el 17% de las mujeres en las que se realizó linfadenectomía axilar y se aplicó después un vendaje axilar sin drenaje desarrolló un seroma frente al 18% de las mujeres en las que se utilizó un drenaje axilar con succión (no significativo); el 75% de los seromas precisó aspiración en el primer grupo frente al 67% de los seromas en el grupo con drenaje (no significativo).
Una revisión sistemática (8) publicada en 2006 evalúa los factores de riesgo para la formación de seromas tras cirugía del cáncer de mama y concluye hay evidencia moderada de que existe un mayor riesgo para la formación de seromas en pacientes con un mayor peso corporal, mastectomía radical extensiva con respecto a la mastectomía simple, un mayor volumen drenado en los primeros 3 días y la no utilización de drenaje. Por otra parte, no tienen una influencia significativa en la formación de seromas: la duración del drenaje, el estado de receptores hormonales, la inmovilización del hombro, la intensidad de la presión de succión negativa, el estado de los ganglios linfáticos o la positividad de los ganglios linfáticos, el número de los drenajes, el número de los ganglios linfáticos eliminados, la realización de biopsia previa, la eliminación de los drenajes en el quinto día postoperatorio frente a esperar a retirar cuando el volumen drenado fuese mínimo, el estadio tumoral, el tipo de drenaje (succión cerrada versus drenaje pasivo) y el uso de inhibidores de la fibrinolisis. Sí hay evidencia que muestra que la BGLC reduce la formación de seromas.
Se exponen a continuación los resultados de ECAs de reciente publicación que matizan alguno de los aspectos previamente comentados:
- Respecto a la utilización de los selladores de fibrina en dos ECAs(9,10)(n= 100, n= 60, respectivamente) de publicación posterior al meta-análisis que comenta el sumario de Dynamed se encontró, en uno de ellos, que la utilización de este material tras la cirugía se asoció a una reducción del tiempo del drenaje (3.5 versus[vs] 4.7 días; p=0.0006) y a una menor cantidad de líquido drenado (196 vs 278 mL; p=0.0255)(9) y en el otro, que, aunque el uso de selladores de fibrina no siempre evita la formación de seromas, sí reduce la magnitud del seroma, la duración del drenaje y la necesidad de punciones evacuativas(10).
- Un meta-analisis (11) de 6 ECAs que incluyeron un total de 561 pacientes analizó si existían diferencias clínicamente relevantes entre retirar un drenaje en base al volumen drenado (<30-50 ml/24h) frente a no usar drenaje o retirarlo a corto plazo, tras disección axilar de ganglios linfáticos en la cirugía del cáncer de mama, en diversos resultados clínicos, entre ellos la formación de seromas. Las pacientes asignados a retirar el drenaje en base al volumen fueron menos propensas a desarrollar seromas clínicamente relevantes en comparación con las pacientes en las que no se puso drenaje o se retiró este a corto plazo. Sin embargo, la estancia hospitalaria entre estas pacientes fue más prolongada.
- Respecto al tipo de drenaje, en un ECA (12) publicado en 2008, 50 mujeres que requerían mastectomía radical modificada por cáncer de mama fueron aleatorizadas para drenaje de la herida con sistema cerrado con succión (26 pacientes) y sistema cerrado sin succión (24 pacientes). El drenaje aspirativo drenó menor volumen de líquido y se mantuvo un menor tiempo, pero las diferencias no fueron significativas. No hubo diferencia en la duración de la estancia hospitalaria, tiempo en que se retiró la sutura, y el número de cambios de apósito. Ocurrieron más hematomas e infecciones de la herida en el grupo con drenaje más simple, mientras que se produjeron más seromas en el grupo con succión, aunque las diferencias no fueron significativas. Dado que los drenajes con succión son de mayor coste y más dificil manejo, los autores consideran que los drenajes cerrados simples son preferibles tras cirugía radical de mama.
- En cuanto a la duración del drenaje, un ECA (13) evaluó la retirada temprana (día 4 del postoperatorio, n= 45) del material de drenaje pasivo frente a su retirada más tardía (día 10, n= 42) en mujeres sometidas a mastectomía radical y vaciamiento axilar. La retirada tardía se asoció a menor tasa de seromas (28,6% vs 46,7%, p = 0,2), menores volúmenes de aspirado (435ml vs 563ml) y menor número de aspiraciones evacuativas (2,1 vs 3,2). Por otra parte, con la retirada precoz del drenaje la estancia hospitalaria fue más corta (de 6,2 +/-1,52 días frente a 11,07 +/- 0,76 días) y hubo una menor tasa de infección de la herida (2,2% vs 9,5%).