Un estudio de evaluación de la calidad de los hemocultivos, realizado con el objetivo de estudiar los factores que influyen en su contaminación, fue publicado en 19981. Se trata de un amplio estudio prospectivo en el que participaron 640 instituciones, incluyendo una valoración de cerca de 500.000 hemocultivos. Las variables asociadas de forma significativa a una tasa más baja de contaminación fueron: "el empleo de un esforzado servicio de flebotomía (p=0.039); la utilización de tintura de yodo para la desinfección de la piel (p=0.036), y en una revisión de Uptodate 2 en relación a los procedimientos para evitar la contaminación señala "hasta que estén disponibles estudios definitivos, es nuestra opinión que el riesgo de cambiar las agujas después de la punción en la vena, comúnmente no es comparable con el beneficio obtenido. Además, hay maneras más importantes de disminuir la contaminación de las botellas de hemocultivos tales como el uso del tinte del yodo como desinfectante (en la piel), evitar la toma de hemocultivos a través de vías intravenosas existentes y recordar la desinfección de la membrana del frasco del hemocultivo,...".
Un resumen de la evidencia del Instituto Joanna Brigss (IJB) 3 no contiene una indicación concreta sobre la limpieza de antisépticos en cuanto del tapón de goma del frasco, y en cuanto a los procedimientos para evitar la contaminación señala: " La costumbre de cambiar la aguja entre la punción en la vena para la extracción y la inyección de la sangre en el frasco de la muestra ha presentado una ligera disminución del índice de contaminación, sin embargo esta práctica se quiere evitar debido al potencial daño resultante del pinchazo con una aguja previamente contaminada en la extracción de la sangre".