No se han encontrado revisiones sistemáticas ni meta-análisis que comparen la eficacia de los antidepresivos vs antipsicóticos en las alteraciones de conducta de la demencia. Pero se han encontrado tres Revisiones Sistemáticas (RS) que, de forma independiente, evalúan la eficacia clínica de diversos antidepresivos y antipsicóticos, comparándolos con placebo, en las alteraciones de conducta de personas con demencia:
Una RS(1) evalúa si el donepezil mejora el bienestar de los pacientes con demencia por enfermedad de Alzheimer; incluye 23 ensayos controlados aleatorios, sin factores de confusión, a doble ciego, en los que el tratamiento con donepezil se comparó con placebo en pacientes con demencia leve, moderada o grave debida a enfermedad de Alzheimer. Entre los resultados primarios de interés señala las Alteraciones Conductuales. Estas son medidas mediante las siguientes escalas: el Neuropsychiatric Instrument (NPI) para evaluar los síntomas conductuales y neuropsiquiátricos. El Clinicians Interview-Based Impression of Change (CIBIC-Plus), que proporciona una calificación global de la funcionalidad del paciente, entre otras áreas, de la conducta. La escala de Gottfries, Brane y Steen (GBS), donde 6 de los ítems miden aspectos patológicos de la conducta. En cuanto a los resultados, la RS señala que 4 de los estudios evaluaron las Alteraciones conductuales y el donepezil en dosis de 10 mg/día mostró beneficios, comparado con el placebo, a las seis y a las 24 semanas. En las conclusiones de la RS los autores señalan que los beneficios del tratamiento se vieron en medida de actividades de la vida diaria y comportamiento. Los beneficios observados con la dosis de 10 mg/día de donepezil fueron ligeramente mayores que los de la dosis de 5 mg/día. Si se considera la mejor tolerancia de la dosis de 5 mg/día de donepezil, junto con el menor costo, esta dosis inferior puede ser la mejor opción. No hay evidencia que sugiera que los efectos del donepezilo sean menores para los pacientes con demencia grave.
Otra RS(2) tiene el objetivo de determinar la eficacia clínica y la seguridad de la trazodona para cualquier tipo de síntoma conductual o psicológico en personas con demencia sin diagnóstico adicional de depresión. Señala que el fundamento del uso de la trazodona es que constituye un antidepresivo serotoninérgico atípico sedante con una baja tasa de efectos adversos y que algunos síntomas conductuales en estas personas se asocian con disfunción serotoninérgica. La RS incluye dos ensayos controlados aleatorios, doble ciego, con 104 participantes con demencia. Las escalas de medida usadas fueron: El Agitated Behavior Inventory for Dementia (ABID-Inventario de conducta agitada para la demencia); el Consortium to Establish a Registry of Alzheimers Disease Behavioral Rating Scale for Dementia (CERAD-BRSD) que evalúa los trastornos conductuales en pacientes con enfermedad de Alzheimer; el Cohen-Mansfield Agitation Inventory (CMAI) que evalúa la frecuencia de conducta agresiva, conducta no agresiva físicamente y conducta verbal agitada; y el Neuropsychiatric Inventory (NPI). Los autores concluyen que la evidencia es insuficiente para recomendar el uso de trazodona como tratamiento para los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia. Para evaluar la efectividad y la seguridad de la trazodona se necesitan ensayos a más largo plazo, que incluyan muestras más grandes de participantes con una variedad más amplia de tipos y severidad de la demencia.
Por último, una tercera RS(3) acerca del efecto del haloperidol versus placebo sobre la demencia agitada, que incluye ensayos aleatorios, controlados con placebo, sin factores de confusión y con ocultamiento de la asignación de los sujetos. Los ensayos incluyen la evaluación de la agitación antes y después del tratamiento. Tres estudios utilizaron la escala Cohen-Mansfield Agitation Inventory (CMAI) para evaluar la agitación y la respuesta al tratamiento; dos estudios utilizaron la escala de observación multidimensional para personas de edad avanzada (MOSES); dos estudios utilizaron la escala Brief Psychiatric Rating Scale (BPRS) y un estudio utilizó el cuestionario Agitated Behavior Inventory for Dementia (ABID). Los resultados fueron, en cuanto a los síntomas conductuales y a la agitación que no hubo pruebas de algún efecto del haloperidol comparado con placebo; y en cuanto a la agresividad, se demostró un beneficio asociado con el haloperidol. Los autores concluyen que el metanálisis no demostró una mejoría general significativa de la demencia agitada en los pacientes tratados con haloperidol comparados con los controles. En base a estos resultados, el haloperidol no puede recomendarse para su empleo rutinario en el control de la demencia con agitación. Sin embargo, en el análisis combinado, el haloperidol mostró una tendencia a disminuir la agresión en los pacientes, en comparación con los controles, por lo que podría estar indicado para controlar este rasgo particular de la agitación.