En un Best Practice (BP)1 sobre el uso de las medias de compresión graduadas (MCG) para la prevención del tromboembolismo venosos postoperatorio, se señala que existe poca información acerca de cuándo es aconsejable comenzar a utilizar las MCG, aunque se ha sugerido que se deberían colocar al menos dos horas antes de la operación, y que se deben seguir utilizando durante y después de la operación hasta que la persona tenga completa movilidad. También recomienda no abandonar los tratamientos profilácticos ya que un estudio observó que a menudo no se sigue el protocolo de uso de profilácticos para la Trombosis Venosa Profunda (TVP) y que con frecuencia los pacientes no utilizan las medias de compresión. Esto reforzaría la idea de que la eficacia de las medias de compresión, las medidas anticoagulantes y la movilización temprana del paciente para prevenir la TVP dependen del cumplimiento de la terapia por parte del paciente y de los profesionales sanitarios.
Una Guía de Práctica Clínica (GPC)2 sobre el cuidado de pacientes quirúrgicos hospitalizados para reducir el riesgo de tromboembolismo venoso agudo, señala que los profesionales sanitarios deben animar a los pacientes para que usen las medias de compresión graduadas para prevenir el tromboembolismo hasta que vuelvan a su nivel habitual de movilidad. Recomienda que los pacientes deben ser informados acerca de que esta medida reducirá el riesgo de desarrollar tromboembolismo venoso.
Una Revisión Sistemática (RS)3 cuyos datos fueron extraídos según tipo, longitud de las medias y duración del uso, identificó un total de 16 Ensayos Clínicos aleatorios. El objetivo fue determinar la magnitud de la efectividad de las MCG para prevenir la TVP en diferentes grupos de pacientes hospitalizados. La RS especifica que en todos los ensayos las medias se usaron hasta el día del alta o hasta que los pacientes recuperaron su movilidad total, pero en dos ensayos los pacientes usaron las MCG durante 14 días o hasta el alta.