Una revisión sistemática, publicada en el 2006(1), fue realizada para evaluar la repercusión de una duración prolongada de la segunda etapa del parto(expulsivo) en términos de salud; y concluyó que no se puede confirmar una asociación entre la mayor duración de esa fase del parto y unos resultados adversos neonatales. Los estudios incluidos fueron de una calidad metodológica baja; pero muestran una asociación fuerte entre la fase expulsiva del parto y la realización de parto instrumental; así como una asociación estadísticamente significativa en complicaciones en la salud materna: hemorragias postparto, presencia de infección y heridas severas obstétricas.
Una guía de práctica clínica del 2007(2), tras revisar los estudios publicados, que mostraban algunos resultados contradictorios, concluye que "La limitada calidad de la evidencia dificulta evaluar el significado de una segunda etapa del parto prolongada en los resultados de salud perinatal tanto para la madre como para el recién nacido".
Aunque reconoce que no hay un consenso generalizado, la guía establece que el diagnóstico de prolongación de la segunda etapa del parto se puede realizar cuando:
- En una mujer nulípara hayan transcurrido 2 horas desde el inicio de la segunda fase del parto.
- En una mujer, con algún parto previo, transcurra 1 hora desde el inicio de la segunda fase del parto.