Una revisión de los daños musculares provocados por el tratamiento con estatinas fue publicada en la revista JAMA en el 2003 1 . Un resumen y comentario de la misma se puede leer en la revista secundaria Bandolier. La conclusión principal de Bandolier es que: "las estatinas se asocian a un amplio número de problemas musculares, pero que estas consecuencias no son frecuentes y que casi siempre son reversibles al retirar el tratamiento.En ensayos clínicos randomizados la frecuencia y severidad de estos problemas no difiere entre los grupos de tratamiento y de placebo. Podríamos decir, de forma aproximada, que de cada 100.000 pacientes tratados durante una año 4 presentarán una rabdomiolisis y que 33 presentarán una miositis , pero estas tasas no difieren de forma significativa de las que se observan en le grupo placebo." "El riesgo relativo de miositis asociado a estatinas, en el conjunto de ensayos clinicos publicados es de 1.1 (IC al 95% de 0.74-1.7)"."El riesgo de rabdomiolisis con el uso de estatinas puede ser incrementado por muchos factores incluyendo la alteración de la función hepática y renal, el hipotiroidismo, diabetes, y utilización de medicación concomitante".
En un estudio retrospectivo de los registros clínicos de más de 1100 pacientes con tratamiento con estatinas en atención primaria 2 , la monitorización rutinaria de CPK no descubre anormalidades significativas y tan solo en dos casos que presentaron un incremento moderado de CK fueron potencialmente atribuibles a las estatinas. Este estudio cuestiona la utilidad rutinaria de medición de niveles de CPK en todos los pacientes que toman estatinas.
En dos guías de práctica clínica actualizadas recientemente, una de Prodigy 3 y otra de Finlandia, incluida en el NGC 4 , las recomendaciones coinciden en que no es necesario monitorizar de forma rutinaria la CPK. Si que aconsejan realizar una medición basal en el momento inicial del estudio de la hiperlipemia y solicitarla si aparecen síntomas musculares,o si la persona pertenece a grupos de riesgo para afectación muscular.
La Guía de Prodigy define como de riesgo, en los que si aconseja la monitorización de CPK:
- En presencia de enfermedad muscular no filiada, insuficiencia renal, hipotiroidismo no tratado, abuso de alcohol o edad mayor de 70 años.
- Cuando las estatinas se prescriben con otra medicación para hiperlipidemias, como fibratos o acido nicotínico.
- Si hay una historia previa de miopatía provocada por cualquier medicación para reducir el colesterol.
- Con prescripción asociada a fármacos que incrementan los niveles de la atorvastatina o simvastatina (procurar evitar ciclosporina, claritromicina, eritromicina, itraconazol o ketoconazol).
Así mismo recomienda suspender el tratamiento si:
- La CPK en el estudio inicial supera en más de 5 veces el valor normal.
- En las personas que informen de dolor muscular, fatiga muscular o calambres musculares hasta que los niveles de CPK hayan sido estudiados
- En las que presenten síntomas miálgicos y que persistan a pesar de tener unos niveles normales de CPK, puede ser necesario un ensayo de tratamiento.