Evidencia Clínica en el apartado de cribado de cáncer de colon , tras una revisión actualizado en la versión inglesa en enero del 2004(1), determina la tasa de la perforación del colon tras una colonoscopia, del 3/10.000 a 6/1.000 para procedimientos diagnósticos y del 7/1.000 a 7/10.000 para colonoscopias terapéuticas.
Se han localizado tres estudios descriptivos que ofrecen información sobre factores de riesgo para una perforación:
- Un estudio de base poblacional en población mayor de 65 años en USA a los que se les realizó una colonoscopia del año 1991 al 1998(2). De un total de 39.286 colonoscopias se presentaron 77 perforaciones (incidencia de 1.96/1.000 procedimientos). El riesgo de perforación se incrementó con la edad y con la presencia de dos o más problemas de salud crónicos (comorbilidad). Comparado con las colonoscopias realizadas como cribado se incrementó el riesgo en dos situaciones clínicas : la diverticulosis y la obstrucción.
- En un estudio retrospectivo de un total de 10.486 colonoscopias realizadas durante 10 años en la Clínica Mayo, se presentaron 20 perforaciones (0.19%)(3). El análisis multivariante mostró como el género mujer fue un predictor independiente de riesgo de perforaciones. También se asoció a una dificultad en atravesar el colon transverso y en un exploración difícil realizado por médicos en formación especializada; aunque en este último aspecto las diferencias no fueron estadísticamente significativas.
- De un total de 116.000 colonoscopias realizadas en 45 centros ambulatorios en USA durante 1999, se presentaron 37 perforaciones (0.03%)(4).Encontraron una frecuencia mayor de esta complicación en pacientes ancianos y con una enfermedad diverticular de colon.
Sobre el tratamiento de la perforación una guía de práctica clínica de la Asociación Americana de Endoscopia Digestiva, publicada en el 2003(5 ), recomienda que: "debe ser realizada en todos los casos la consulta con el cirujano. Aunque a menudo la perforación requiere reparación quirúrgica, el tratamiento sin cirugía puede estar indicado en algunos pacientes seleccionados. Los pacientes que presenten una perforación silente o aquellos con una peritonitis localizada sin signos de sepsis y que evolucionan hacia la mejoría con el tratamiento conservador pueden evitar la cirugía. Puede ser factible la reparación laparoscópica de estas perforaciones. La denominada "mini perforación" se caracteriza por una presentación precoz (6-24 horas después de una polipectomía), dolor local, y dolor a la palpación, sin signos de peritonitis difusa o extensa. Estos pacientes son tratados con reposo del intestino, antibióticos intravenosos, y valoraciones clínicas frecuentes para detectar precozmente un deterioro clínico. Aunque hay experiencias de cerrar perforaciones con dispositivos de unión ("clips"), en la actualidad no hay suficiente información para que puedan ser recomendados".