Una Guía de Práctica Clínica sobre Enfermedades de Transmisión Sexual, actualizada en el 2002(1), en relación con el Virus del Papiloma Humano (HPV) y las cuestiones planteadas en esta pregunta, refiere que:
- Después de que las verrugas hayan desaparecido, no es obligatoria una evaluación de seguimiento, aunque puede ser útil. Los pacientes deben ser advertidos de la posibilidad de recurrencias, que ocurren con mayor frecuencia durante los tres primeros meses.
- Dado que la sensibilidad y especificidad del autodiagnóstico de las verrugas genitales no es conocido, a los pacientes preocupados sobre la posibilidad de recurrencias, se les debe ofrecer la posibilidad de un seguimiento tres meses después del tratamiento.
- Proporcionar tratamiento con el objetivo único de prevenir futuras transmisiones no está indicado, dado que se desconoce la efectividad del tratamiento para reducir la capacidad de contagio.
Otra Guía, específica de verrugas ano-genitales(2), señala que:
- Hay lesiones subclínicas del HPV no visibles a simple vista, pero detectables pincelando la piel con una solución de ácido acético al 5% y visualizándola con un colposcopio.
- Estas lesiones son habitualmente asintomáticas, aunque pueden causar balanitis atípicas.
- El tratamiento de estas lesiones no se ha demostrado que modifique el curso de la enfermedad.
Un estudio de casos y controles realizado en 85 hombres, demostró la presencia en el semen de DNA del HPV en el 53% de casos con historia reciente o previa de verrugas genitales(3). Entre los positivos para el HPV, tres personas no presentaban lesiones ni síntomas en ese momento. Entre 40 controles sanos se detectó la presencia del HPV en el semen en tres hombres (8%).
Una revisión reciente de la literatura sobre el HPV genital en el hombre(4) confirma el escaso conocimiento sobre la historia natural y epidemiología de esta infección en el varón. Concluye que la prevalencia de la infección asintomática en hombres no es conocida y que se ignora si el tratamiento disminuye la posibilidad de contagio. Los datos disponibles sugieren que la mayoría de infecciones son asintomáticas e inaparentes y que el HPV16 es el serotipo detectado con mayor frecuencia. En pacientes VIH positivos la infección por HPV y por diferentes tipos de HPV son más frecuentes que entre los VIH negativos. En VIH positivos la duración de la infección por HPV es mayor y la reactivación de la misma es también más frecuente.