Aunque la evidencia es escasa, la vareniclina (asociada a las intervenciones conductuales habituales para la cesación tabáquica) podría ser eficaz para la cesación del vapeo en el paciente adulto motivado. No se dispone de datos sobre el efecto en la abstinencia a largo plazo (más allá de los 6 meses) y, aparentemente, se trataría de una intervención segura.
La búsqueda en los recursos habituales identifica una guía de práctica clínica australiana(1) que aborda la cesación tabáquica y del vapeo. Respecto a esto último comenta que, actualmente, la investigación sobre intervenciones dirigidas específicamente a dejar de vapear es limitada y que, ante la falta de evidencia específica sobre el vapeo, se pueden considerar las estrategias que han demostrado ser eficaces para dejar de fumar tabaco de combustión (apoyo conductual y farmacoterapia) para apoyar el abandono del vapeo.
En cuanto a la farmacoterapia refiere que los tratamientos basados en la evidencia para dejar de fumar en adultos incluyen opciones como la terapia de reemplazo de nicotina (TRN), la vareniclina, el bupropión y la citisiniclina (también conocida como citisina), en combinación con apoyo conductual, pero que, sin embargo, la evidencia sobre su uso para dejar de vapear es limitada, especialmente en jóvenes.
Añade que en pacientes con 18 años o más, las opciones farmacoterapéuticas con cierta evidencia para dejar de vapear son la TRN y la vareniclina. En el caso de indicarlos se debería informar a los pacientes que este enfoque y estas opciones farmacológicas se basan principalmente en evidencia extrapolada del tratamiento para dejar de fumar tabaco. En pacientes de 12 a 17 años, la TRN es la opción farmacoterapéutica indicada para dejar de vapear (junto con apoyo conductual y asesoramiento), dada la mayor evidencia de seguridad.
Y en concreto sobre la vareniclina, en la guía se plantea que actualmente, la evidencia directa sobre su uso para apoyar el abandono del vapeo es muy limitada. Se hace referencia a un ensayo clínico aleatorizado (ECA; N=140)(2) que reveló que un programa de abandono que combina vareniclina con asesoramiento para personas que vapean y tienen intención de dejarlo puede mejorar la abstinencia. El ensayo consistió en una fase de tratamiento de 12 semanas seguida de una fase de seguimiento de 12 semanas sin tratamiento. El seguimiento de 24 semanas fue completado por 95 sujetos, de los cuales 51 pertenecían al grupo de vareniclina y 44 al grupo placebo. Las tasas de abandono del vapeo con vareniclina más asesoramiento duplicaron las de los pacientes solo con asesoramiento (entre las semanas 4-24 las tasas de abstinencia continuada fueron del 34% frente a 17%; odds ratio [OR] = 2,52; intervalo de confianza [IC] del 95% = 1,14-5,58; P = 0,0224).
También cita a otro pequeño ECA (N=40)(3) de 8 semanas de terapia que igualmente reveló una tasa de abandono más alta con vareniclina en comparación con placebo en la semana 8 (9/20, 45%, frente a 6/20, 30%; riesgo relativo [RR] = 1,51 [IC 95% 0,68–3,37]) y en el seguimiento de la semana 12 (8/20, 40%, frente a 6/20, 30%; RR = 1,36 [IC 95% 0,59–3,13]) pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas.
La guía agrega que no se recomienda el uso de vareniclina en mujeres embarazadas o en período de lactancia ni en adolescentes.
Por otra parte, el sumario de evidencia de UpToDate sobre el vapeo y los cigarrillos electrónicos(4) aborda la cesación y los autores destacan que para quienes desean dejar de usar cigarrillos electrónicos (con nicotina) se sugiere farmacoterapia con vareniclina (junto con intervenciones conductuales estándar para dejar de fumar). La TRN combinada (combinación de TRN de acción prolongada y de acción corta) también puede ser eficaz y la citisina una alternativa de segunda línea en los países donde está disponible.
Argumentan que ante la falta de datos claros que guíen el abandono del vapeo, se suelen adaptar estrategias conductuales o farmacológicas de eficacia comprobada para dejar de fumar. Así mismo se administran y dosifican los fármacos de la misma forma que para dejar de fumar y se ofrecen en combinación con similar asesoramiento y apoyo conductual.
Se hace referencia en el sumario a una revisión sistemática Cochrane(5) que evaluó la eficacia de la TRN combinada, vareniclina y citisina frente a placebo y que informó resultados estadísticamente significativos para el resultado de dejar de vapear a los seis meses solo con vareniclina.
En otro sumario de evidencia de UpToDate(6), sobre el tratamiento farmacológico para dejar de fumar en adultos, se señala que en adultos con dependencia a la nicotina que usan exclusivamente cigarrillos electrónicos, se recomienda que dejen de usarlos (cuando puedan hacerlo sin comprometer su abstinencia de productos de tabaco combustibles). Y que cuando el usuario de cigarrillos electrónicos esté listo para dejar de vapear, el enfoque generalmente es el mismo que para quienes fuman cigarrillos, siendo la vareniclina o la TRN combinada las terapias farmacológicas de primera línea sugeridas para la mayoría de los pacientes (Grado de recomendación 2B*). La elección dependería de la preferencia del paciente tras una toma de decisiones clínica compartida.
La revisión sistemática con metanálisis(5) mencionada en el sumario de UpToDate incluyó nueve ECA, con un total de 5.209 participantes motivados para dejar de usar vapeadores con nicotina al inicio del ensayo. Respecto a la eficacia de las intervenciones farmacológicas para el abandono del uso de vapeadores con nicotina, en comparación con placebo o ningún apoyo/apoyo mínimo (control), la estimación puntual para la TRN combinada indicó un posible beneficio, pero el IC incluyó la posibilidad de ningún beneficio y un posible beneficio del control (evidencia de certeza muy baja debido a la imprecisión y el riesgo de sesgo; riesgo relativo [RR] 2,57; IC del 95%: 0,29 a 22,93; un estudio, 16 participantes). El único estudio que investigó la citisina no informó sobre las tasas de abandono del uso de vapeadores a los seis meses o más. La vareniclina aumentó las tasas de abandono del vapeador a los seis meses, pero la evidencia fue de certeza baja debido a la imprecisión (RR 2,00; IC del 95%: 1,09 a 3,68; un estudio, 140 participantes(2)).
Ningún participante notificó eventos adversos graves (EAG) en los estudios de TRN combinada versus ningún apoyo/apoyo mínimo (un estudio, 508 participantes; evidencia de certeza baja por imprecisión) y de citisina versus placebo (un estudio, 159 participantes; evidencia de certeza baja por imprecisión). De los tres estudios que investigaron la vareniclina (2,3,NCT04602494) sólo uno(2) (bajo riesgo de sesgo) informó sobre un EAG (en el grupo de intervención); por lo tanto, la estimación del efecto se calculó según ese único estudio, que incluyó 95 participantes para este resultado (RR 2,60; IC del 95%: 0,11 a 62,16; evidencia de certeza baja por imprecisión).
Una respuesta clínica Cochrane(7) que resume los principales resultados de esta revisión sistemática establece, centrándonos en la vareniclina, que para los adultos que vapean y desean dejarlo, la vareniclina (dosis ajustada a 1 mg dos veces al día durante 12 semanas) puede aumentar las tasas de abandono a los seis meses o más, en comparación con placebo (343 frente a 171 por 1000 personas; evidencia de certeza baja). Las tasas de abandono también parecen ser más altas entre los tres y los seis meses (327 frente a 200 por 1000 personas), mientras que los eventos adversos parecen ser similares entre los grupos y solo un participante que tomaba vareniclina notificó un EAG (sin mayor descripción).
En otro metanálisis publicado en febrero de 2025(8) se incluyeron siete ECA que estudiaron el papel de la terapia farmacológica (TRN y vareniclina(2)), las intervenciones digitales y/o los contenidos educativos en la cesación del vapeo. El metanálisis de los 7 ECA observó un aumento estadísticamente significativo en la probabilidad de alcanzar la abstinencia a los 7 días (OR: 1,52; IC 95 %: 1,15 - 2,01; número de participantes: 3.244; certeza moderada). El análisis de subgrupos también indicó que las intervenciones farmacológicas (OR: 2,42; IC del 95 %: 1,17 a 5,02) aumentan significativamente la probabilidad de alcanzar la abstinencia a los 7 días. El metanálisis de dos estudios que informaban sobre la tasa de abstinencia continua (un ECA con TRN y otro con vareniclina(2)) mostró que estas intervenciones para dejar de vapear se asociaron con un aumento estadísticamente significativo de 2,7 veces en la abstinencia continua en comparación con el grupo control (OR: 2,71; IC 95 %: 1,31 - 5,61; número de participantes: 164; certeza baja).
Y, por último, se ha identificado otro metanálisis en fase “preprint”(9) (sin revisión por pares) que se centró en la evaluación de las intervenciones farmacológicas para el cese del uso de cigarrillos electrónicos. Se incluyeron 6 ECA con un total de 984 participantes; se evaluó vareniclina en 3 de los estudios(2,3,10). La intervención farmacológica en general fue eficaz para el abandono del cigarrillo electrónico según los 6 artículos incluidos (modelo de efectos comunes: OR = 1,60, IC 95%: 1,20-2,14; modelo de efectos aleatorios: OR = 1,64, IC 95 %: 1,24-2,18). Concretamente con vareniclina la OR fue de 2,22 (modelo de efectos comunes: OR = 2,22, IC 0,95 %: 1,18-4,18; modelo de efectos aleatorios: OR = 2,22, IC 95 %: 1,21-4,07). El efecto de los fármacos disminuyó con el tiempo siendo mayor la tasa de abstinencia continua en la octava semana (modelo de efectos comunes: OR = 2,31; IC 95 %: 1,41-3,78; modelo de efectos aleatorios: OR = 2,31; IC 95 %: 1,81-2,95) que en la duodécima semana (modelo de efectos comunes: OR = 1,64; IC 95 %: 1,22-2,19; modelo de efectos aleatorios: OR = 1,77; IC del 95 %: 1,05-2,96). No se reportaron eventos adversos graves en los estudios incluidos pero los eventos adversos leves fueron más frecuentes en el grupo de intervención farmacológica que en el grupo placebo. Los principales eventos adversos leves fueron náuseas, insomnio, somnolencia, pesadillas, dolor de cabeza, sequedad bucal y ansiedad.
Entre los ECA que evaluaron vareniclina se incluye uno no citado previamente(10) que aporta los resultados de una ampliación del ECA de Caponneto et al(2). En este caso, partiendo de una muestra de 155 participantes (78 en el grupo vareniclina y 77 en el grupo placebo), 88 participantes (52 en el grupo vareniclina y 36 en el grupo placebo) completaron la fase de seguimiento en la semana 24. La tasas de abstinencia continua fueron significativamente superiores para vareniclina frente a placebo en cada punto temporal: 50,0% frente a 16,9% (OR = 4,9; IC 95%, 2,3-10,4; p < 0,0001) entre las semanas 4 y 12; y 48,7% frente a 14,3% (OR = 5,7; IC 95%, 2,6-12,3; p < 0,0001) entre las semanas 4 y 24. Los acontecimientos adversos fueron más frecuentes con vareniclina pero se calificaron como leves o moderados y rara vez condujeron a la interrupción del tratamiento.
*Recomendación débil; otros enfoques alternativos podrían ser mejores para algunos pacientes en determinadas circunstancias.