[La dieta mediterránea (DM), es un modelo nutricional que se basa en el aceite de oliva, los cereales, las frutas y verduras, una proporción moderada de carne, pescado y lácteos, y abundantes condimentos y especias; todo ello habitualmente acompañado de vino o infusiones.]
Tras la búsqueda realizada, se ha encontrado escasa información acerca de si la DM mejora la calidad de vida de las mujeres con endometriosis, aunque sí sugiere que, la ingesta de alimentos como frutas, vegetales (no crucíferos), productos lácteos, pescados, patatas y legumbres, y de nutrientes como las vitaminas antioxidantes, las vitaminas del grupo B, la vitamina D, el calcio, el potasio, el magnesio y los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, se asocia con menor riesgo de desarrollar endometriosis.
Aunque todos los autores refieren que hacen falta más estudios para conocer el papel de la DM en la endometriosis, opinan, en general, que la DM tiene una influencia positiva en la endometriosis, produciendo una mejora prometedora en los síntomas de la paciente.
La Guía de Práctica Clínica sobre endometriosis de The European Society of Human Reproduction and Embryology (ESHRE)(1) indica, con respecto a hábitos saludables y la prevención de la endometriosis, que:
- Aunque no haya evidencia directa de un desarrollo de endometriosis en el futuro, se les puede sugerir a las mujeres que lleven un estilo de vida y una dieta saludables, con un consumo reducido de alcohol y actividad física regular. (Recomendación débil)*
- No existe información sobre cómo reducir el riesgo de cáncer en mujeres con endometriosis o mujeres sin endometriosis, pero se pueden intentar aplicar algunas medidas generales de prevención del cáncer: (Consenso de expertos)*
- evitar fumar,
- mantener un peso saludable,
- hacer ejercicio regularmente,
- tener una dieta equilibrada con un alto consumo de frutas y verduras y un bajo consumo de alcohol,
- utilizar protección solar.
De los Sumarios de Evidencia (SE) consultados(2-4), solamente el SE de Uptodate acerca del tratamiento del dolor pélvico en endometriosis(2), comenta que, no existen recomendaciones dietéticas para la prevención o el tratamiento de la endometriosis. Este SE, menciona una revisión narrativa(5) que analizó los datos recopilados en dos estudios de casos y controles, e informó que un menor riesgo de desarrollar endometriosis se asoció con una ingesta elevada de verduras y frutas, y un mayor riesgo con la ingesta de carnes rojas o jamón. El riesgo de endometriosis no se asoció con el alcohol, el café, el pescado o la leche.
Los autores del SE refieren también que varios estudios han abordado la correlación entre la dieta y la dismenorrea, pero no exclusivamente en pacientes con endometriosis.
Los resultados de una Revisión Sistemática (RS), de reciente publicación, sobre la importancia de la alimentación en la prevención de la endometriosis(6), sugieren que la ingesta de alimentos como frutas, vegetales (no crucíferos), productos lácteos, pescados, patatas y legumbres, y de nutrientes como las vitaminas antioxidantes, las vitaminas del grupo B, la vitamina D, el calcio, el potasio, el magnesio y los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, se asocia con menor riesgo de desarrollar endometriosis. Además, los patrones de dietas antiinflamatorias (la DM entre ellos) se relacionan de manera clara con una importante reducción del riesgo de sufrir endometriosis. De igual manera, se han atribuido efectos beneficiosos en la prevención de esta patología a nutrientes como los ácidos grasos de la serie omega-3.
Por otro lado, los autores de otra RS acerca de la eficacia de las intervenciones dietéticas en el tratamiento de la endometriosis(7), expresaron que no se identificaron intervenciones dietéticas específicas, que mejoren ciertos síntomas asociados a la endometriosis. Refieren que, se necesitan más estudios originales y de mayor calidad para permitir conclusiones seguras sobre este tema. Los autores opinan que, considerando los conocidos beneficios para la salud y la ausencia de riesgos de la DM, los profesionales sanitarios pueden sugerir esta dieta como un cambio dietético a largo plazo.
También se ha encontrado una reciente revisión bibliográfica sobre los distintos patrones dietéticos y las estrategias nutricionales en el manejo de la endometriosis(8), en la que los autores concluyen que una dieta basada en el patrón de DM y antiinflamatoria, rica en fibra dietética, ácidos grasos omega-3, proteínas de origen vegetal y vitaminas y minerales, tiene una influencia positiva en la endometriosis, produciendo una mejora prometedora en los síntomas de la paciente.
Por último, un estudio prospectivo sobre el papel de la dieta en la aterosclerosis y la endometriosis(9), estudia una muestra de 35 mujeres con endometriosis. Al inicio (T0) y después de 3 (T1) y 6 (T2) meses desde el inicio de la dieta, se investigaron los parámetros cardiometabólicos, el estilo de vida y el estrés oxidativo. Después de una intervención de 3 meses con DM, se observó una reducción significativa en el colesterol total (p = 0,01) y LDL-c (p = 0,003). Se observó en T1 un aumento de las vitaminas B12 y E, folato y zinc. Después de 6 meses, el zinc (p = 0,04) y el folato (p = 0,08) aumentaron en comparación con T0. Se encontró una reducción en la homocisteína de T0 a T1 (p = 0,01). Después de 6 meses de DM, se observó una mejoría significativa en las especies reactivas de oxígeno (ROS) de los linfocitos (p < 0,001) y la capacidad antioxidante total (p = 0,02). En conclusión los autores indican que la mejora del estilo de vida, y en particular la intervención con DM, permitió la mejora del perfil metabólico y oxidativo y la calidad de vida relacionada con la salud, en general.