Un consumo mesurado de café (de tres a cuatro tazas por día) no afectaría negativamente a la tensión arterial ni al sistema cardiovascular e incluso puede ser moderadamente beneficioso.
La reciente publicación de un Consenso de profesionales a nivel internacional sobre el manejo de la hipertensión (HTA) desde el manejo del estilo de vida(1), aporta que el café y las bebidas con cafeína, como el té, tienen efectos beneficiosos sobre la tensión arterial (TA) y la salud cardiovascular en general. Se basa en una “umbrella review” con metanálisis(2) que concluye que, beber café (de tres a cuatro tazas por día), muestra una asociación no lineal consistente con la reducción del riesgo de mortalidad cardiovascular [en comparación con los no bebedores, los riesgos se redujeron en un 19% (riesgo relativo (RR) 0,81, intervalo de confianza del 95% [IC]: 0,72 a 0,90) en mortalidad por enfermedad cardiovascular, un 16% (RR=0,84; IC 95%= 0,71 a 0,99) en mortalidad por enfermedad coronaria y un 30% (RR= 0,70; IC 95%= 0,80 a 0,90) para la mortalidad por accidente cerebrovascular]. Sigue explicando la publicación que, aumentar el consumo a más de tres tazas al día no se asoció con daños, pero el efecto beneficioso fue menos pronunciado y las estimaciones no alcanzaron significancia en las ingestas más altas, observándose los mayores beneficios con tres tazas al día.
Otro estudio evaluado por el panel de expertos es una Revisión Sistemática (RS) con metanálisis dosis-respuesta de estudios de cohorte sobre consumo de café y riesgo de HTA(3). Encontró una asociación dosis-respuesta inversa, que se ha asociado con una reducción del riesgo de HTA del 2% (RR = 0,98, IC 95%: 0,98-0,99) por cada taza de café ingerida diariamente.
Por otra parte, el consenso de expertos expresa que el consumo de café y té varía entre los distintos países y que los estudios sugieren que el consumo de café y té puede ir acompañado del tabaquismo, lo que puede anular sus beneficios y también podría estar asociado con alteraciones en la TA en regiones con altas tasas de tabaquismo.
Por tanto, en base a los estudios evaluados, la recomendación que se indica desde este panel de expertos es que el consumo regular de café (limitado a tres - cuatro tazas por día) no afecta negativamente a la TA ni al sistema cardiovascular y puede ser moderadamente beneficioso. Los profesionales de la salud pueden evaluar el consumo moderado de café y té sin azúcar y recomendarlo por sus efectos potencialmente cardioprotectores y/o reductores de la TA.
La Guía de Práctica Clínica (GPC) de la Sociedad Europea de la HTA(4), informa que, el café tiene un efecto presor modesto y de corta duración, pero que datos recientes parecen indicar que su consumo moderado y regular no afecta negativamente la TA o al sistema cardiovascular. Esta GPC recoge los resultados de cuatro estudios observacionales y uno cuasiexperimental(5) que afirman haber demostrado que, dependiendo del perfil genético CYP1A2 del individuo, una ingesta elevada de cafeína, en realidad, puede proteger de la HTA a los no fumadores, pero no a los fumadores.
La GPC de la Sociedad Europea de Cardiología, sobre prevención de enfermedades cardiovasculares en la práctica clínica(6), basándose en el metanálisis referido anteriormente(2), indica que el consumo moderado de café (3 a 4 tazas por día) probablemente no sea perjudicial, tal vez incluso moderadamente beneficioso.
El Sumario de Evidencia (SE) de Dynamed(7), expresa que a pesar de que la cafeína provoca un aumento transitorio de la TA y el pulso, el consumo habitual de café o té puede reducir el riesgo de HTA debido a las acciones de los compuestos fenólicos, específicamente los ácidos clorogénicos. Añade que el consumo de café parece estar inversamente asociado con la mortalidad cardiovascular y por todas las causas, así como con el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Continúa explicando el SE que, el número de porciones* diarias asociadas con beneficios varía según los estudios, desde 0,5 a 2 porciones por día hasta ≥ 6 porciones por día (en comparación con ninguna porción).
El SE de BMJ Best Practice acerca de la HTA esencial(8) refiere, apoyándose en estudios a largo plazo, que aunque el consumo agudo de café y té negro tiene un leve efecto presor; se ha encontrado una TA ligeramente más baja en pacientes que consumen café a diario de forma continuada. Por lo tanto, en este SE se informa que el consumo moderado de café es aceptable.
En una RS con metanálisis de reciente publicación (2023), sobre el consumo de café y riesgo de HTA en adultos(9), se identificaron como elegibles veinticinco estudios (trece estudios transversales y doce cohortes). Los resultados agrupados del metanálisis revelaron que los individuos con el mayor consumo de café en comparación con el consumo más bajo tenían un 7% menor de riesgo de HTA (RR = 0,93, IC del 95%: 0,88, 0,97). Cuando los estudios se estratificaron según la región geográfica del estudio, un mayor consumo de café en comparación con el más bajo se asoció con un menor riesgo de HTA en los estudios realizados en los Estados Unidos (RR = 0,92; IC del 95 %: 0,87, 0,97); sin embargo, no se encontró esta asociación en Europa (RR = 0,97, IC 95%: 0,83, 1,13) o Asia (RR = 0,94, IC 95%: 0,83, 1,07). Los resultados del análisis de subgrupos demostraron una asociación inversa en los subgrupos de estudios con una duración de seguimiento de al menos 10 años (RR = 0,91, IC del 95%: 0,84, 0,99), tamaño de muestra inferior a la mediana (RR = 0,89, 95 % IC: 0,81, 0,99) y casos superiores a la mediana (RR = 0,93, IC 95%: 0,89, 0,97), y aquellos que fueron de baja calidad (RR = 0,88, IC 95%: 0,83, 0,94) o realizados solo en mujeres (RR = 0,93, IC 95%: 0,88, 0,98), mientras que en los grupos homólogos se encontró una asociación nula. El análisis de subgrupos basado en la edad mostró resultados similares en los grupos. Los autores concluyeron que los resultados del metanálisis sugerían, en general, una ligera reducción en el riesgo de HTA después del consumo de café. Esta asociación se observó tanto en estudios de cohortes como transversales, y fue mucho más fuerte en los estudios transversales. Sin embargo, esta asociación estuvo influenciada por varios factores en los estudios de cohortes y transversales, como la región geográfica, el sexo, el tamaño de la muestra y la calidad del estudio.
Por último, comentar que en nuestro contexto sanitario, se ha consultado el Consenso de profesionales acerca de las recomendaciones preventivas cardiovasculares, del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS)(10), actualizadas en 2022 y no mencionan la ingesta de café como factor protector ni de riesgo para la HTA.
*El término porción se refiere a la taza de café y su tamaño: una taza estándar de 8 onzas de café preparado (236 ml) puede contener entre 95 y 200 mg de cafeína. Sin embargo, el café se sirve cada vez más en envases considerablemente más grandes (por ejemplo, de 12 a 16 onzas), que normalmente contienen entre 180 y 300 mg de cafeína por porción(11,12).