En una pregunta clínica del Banco de preguntas de Preevid formulada en 2013(1), se concluía que, en base a la escasa absorción cutánea de los tintes capilares y la reducida toxicidad actual de los productos utilizados, "la aplicación de tintes durante el embarazo parece segura para el desarrollo fetal". Sin embargo, hacía referencia a un estudio de casos-control que encontraba una posible asociación entre la exposición materna, durante el primer trimestre del embarazo y la lactancia materna, a tratamientos capilares (tintes y productos para el alisar el pelo) y el desarrollo de leucemia linfocítica y mieloide aguda(2). Este dato que no ha sido respaldado por posteriores investigaciones(3).
Se ha procedido a actualizar la búsqueda y aunque la evidencia mantiene que, en base a la escasa absorción cutánea de los tintes capilares (a menos que la integridad del cuero cabelludo se vea comprometida), la aplicación de tintes durante el embarazo parece segura para el desarrollo fetal, se considera prudente usar tintes sin amoniaco ni peróxido y esperar hasta pasadas las 12 primeras semanas de embarazo.
Un Sumario de Evidencia (SE)(4) sobre atención prenatal: educación del paciente, promoción de la salud y seguridad de los medicamentos de uso común, con respecto a los tintes para el cabello y otros productos cosméticos, considera que la exposición a tintes para el cabello o productos para el cuidado y peinado del cabello, ocasiona una absorción sistémica muy limitada, a menos que la integridad de la piel del cuero cabelludo se vea comprometida por una enfermedad. Por lo tanto, indica que es poco probable que estos químicos causen efectos fetales adversos en embarazadas con un cuero cabelludo normal. Señala que se han informado efectos adversos, aunque los datos sobre seguridad son limitados, inconsistentes y se basan en el autoinforme materno, y que los tintes para el cabello a base de plantas probablemente sean seguros. En cuanto a la actitud a adoptar considera que un enfoque prudente es evitar los productos a base de amoníaco y peróxido, dada la amplia disponibilidad de productos sin amoníaco; también que se recomiende a los pacientes utilizar estos productos en una habitación bien ventilada, ya que las personas con asma/alergias pueden ser más sensibles a los olores durante el embarazo.
El servicio de “preguntas clínicas frecuentes” dirigido a los usuarios del “National Health Service” (NHS)(5) incluye una hoja informativa que responde a la pregunta de si es seguro utilizar tintes para el pelo estando embarazada o lactando. La respuesta, revisada en julio de 2021, indica que actualmente los productos químicos que incluyen los tintes permanentes y semi-permanentes no son muy tóxicos y que la mayoría de los datos disponibles, aunque limitados, muestran que es seguro colorear el cabello durante el embarazo. Añade que, aunque algunos estudios han encontrado que dosis muy altas de los productos químicos que incluyen los tintes para el cabello pueden causar daño, estas dosis son enormes en comparación con la muy baja cantidad de producto a la que se expone una mujer al colorear el pelo.
En esta misma hoja informativa se indica que se puede esperar hasta pasadas las 12 primeras semanas de embarazo, para teñir el cabello cuando el riesgo de que sustancias químicas dañen al bebé es mucho menor. Si es la propia mujer la que se tiñe el cabello, se puede reducir aún más el riesgo asegurándose de:
- Usar guantes.
- Dejar el tinte el mínimo de tiempo.
- Trabajar en una habitación bien ventilada.
- Enjuagar el cuero cabelludo una vez aplicado el tinte.
- Resaltar el cabello, aplicando el tinte sólo en mechones, también reduce cualquier riesgo. En este caso los químicos utilizados sólo son absorbidos por el cabello y no por el cuero cabelludo ni el torrente sanguíneo.
Los tintes vegetales puros semipermanentes, como la henna, son una alternativa segura.
La búsqueda realizada en relación a este tema identifica tres recientes estudios transversales(6-7) que resumimos a continuación:
- En el primero de ellos se evalúa la asociación entre el uso de tintes para el cabello durante el embarazo y las enfermedades alérgicas en niños de 3 años(6), y utilizó datos de 77.303 participantes de una cohorte de nacidos entre enero de 2011 y marzo de 2014. Entre las madres que estuvieron expuestas al tinte para el cabello durante el embarazo, el 50,0% estuvo expuesta en peluquerías, el 21,3% tuvo uso doméstico y el 9,5% tuvo exposición ocupacional. En el análisis univariado, se asoció significativamente el uso de tinte para el cabello en el hogar [odds ratio (OR) 1,15; intervalo de confianza (IC) 95 % 1,07-1,24] y la exposición ocupacional (OR 1,18, IC 95% 1,08-1,28) con el asma. El uso de tinte para el cabello en el hogar se asoció significativamente con la rinitis alérgica a los 3 años (OR 1,12; IC 95 %: 1,02-1,22). Después del ajuste por covariables, solo la rinitis alérgica a los 3 años se asoció significativamente con el uso de tinte para el cabello en el hogar solo en el grupo de uso más frecuente (no definido en el artículo) OR =1,78; IC del 95 %: 1,22 a 2,60.
- El último estudio examina la asociación entre la coloración del cabello y los resultados del embarazo. Incluyó a 2040 mujeres embarazadas de 14 a 48 años(7). Tres matronas recopilaron la información relevante en el momento de la admisión a la sala de partos y registraron los resultados del embarazo. La mayoría de las participantes (62,67%) se tiñeron el cabello en el tercer trimestre. No hubo asociación estadísticamente significativa entre la coloración del cabello y las puntuaciones de Apgar de 1 minuto (P = 0,23) y 5 minutos del recién nacido (P = 0,99), tampoco aumento de las complicaciones neonatales (OR 0,027, P <0,001). Se observaron tasas más altas de bajo peso al nacer entre aquellas que se tiñeron el cabello en el período previo a la concepción y en el tercer trimestre en comparación con las mujeres que se tiñeron el cabello en el primer y segundo trimestre (P <0,001). Los autores concluyen que, aunque no se observaron complicaciones neonatales, el posible efecto sobre el bajo peso al nacer sugiere que la evidencia sobre la seguridad del tinte para el cabello durante el embarazo aún es limitada.