[Un listado de verificación es una herramienta de ayuda en el trabajo diseñada para reducir los errores y asegurar la consistencia y exhaustividad en la realización de una tarea. Su uso está altamente extendido en trabajos de alto riesgo (p.ej. aviación) como herramienta para minimizar la ocurrencia de acontecimientos raros e impredecibles]
Según la documentación consultada, los listados de verificación quirúrgica (LVQ), son una medida simple, eficiente y efectiva para mejorar la seguridad del paciente en el procedimiento quirúrgico facilitando el cumplimiento del protocolo universal (paciente correcto, procedimiento correcto y sitio correcto) y la prevención de infección del sitio quirúrgico. Los LVQ trascienden la simple comprobación de seguridad y mejora la comunicación y el trabajo en equipo. La implantación de los LVQ en el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha sido dificultosa, incompleta y muy variable.
La Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés) lanzó en el año 2004 la Alianza Mundial por la Seguridad del Paciente, actualmente llamada Programa de Seguridad del Paciente(1), que incluye diferentes retos y acciones para mejorar la seguridad del paciente a nivel mundial entre los que destaca el programa de “La cirugía segura salva vidas". El centro de este programa son los LVQ como herramienta para mejorar la seguridad en cirugía. Este programa de cirugía segura multimodal, propone trabajar en cuatro áreas:
- prevenir la infección de localización quirúrgica;
- prevenir el lugar/paciente/procedimiento erróneo;
- mejorar la seguridad de los equipos quirúrgicos;
- mejorar la seguridad en el manejo de la anestesia y el uso de los medicamentos.
Las acciones de este programa, se orientan a promover la cultura de seguridad y utilizar los LVQ publicados por la WHO en 2008(2) ya que los resultados de un estudio multicéntrico piloto internacional(3) realizado en 10 países mostraron la efectividad de las medidas recomendadas y, en especial, la utilidad de los LVQ.
Los LVQ propuestos por la WHO se organizan estructuralmente en tres secciones diferentes que suman entre todas 22 ítems:
- Antes de la inducción de la anestesia – “Sign-in” (7 ítems): incluye áreas como la identificación del paciente, la verificación del correcto funcionamiento del equipamiento para la inducción y supervisión de la anestesia y la verificación del correcto funcionamiento del equipamiento de pulsioximetría.
- Antes de la incisión quirúrgica – “Time out” (10 ítems): la presentación de los diferentes miembros del equipo quirúrgico, la revisión de los pasos críticos del procedimiento quirúrgico y la profilaxis antibiótica.
- Antes de que el paciente abandone el quirófano – “Sign out” (5 ítems): verificación de los registros de los instrumentos, etiquetado de los especímenes y del estado de recuperación del paciente.
Estos LVQ son los más utilizados a nivel internacional y la recomendación de uso adecuado constituye un aspecto prioritario del programa de seguridad en el bloque quirúrgico que se instaura en España(4) a raíz de la unión en el año 2008 al programa de Cirugía Segura de la OMS. Desde entonces, el Ministerio de Sanidad ha venido promoviendo, en colaboración con las CCAA, la utilización del LVQ de diferentes formas. Durante el periodo 2006-2011 se financiaron líneas específicas en seguridad del paciente a desarrollar por las CCAA, entre las que figuraba la implementación del LVQ. Esto motivó el despliegue de programas y acciones de cirugía segura en prácticamente todas las CCAA, con diferentes niveles de compromiso de las Consejerías de Salud y de desarrollo en los hospitales participantes. En el año 2012, se incluye la utilización del LVQ, a través de programas o protocolos específicos, como requisito en la acreditación de los hospitales docentes del SNS. Así mismo se comprobó, que los LVQ producían un efecto positivo sobre la mejora de las relaciones y comunicación en el equipo de trabajo, la reducción de la morbi-mortalidad secundaria a procedimientos quirúrgicos y la mejora de la seguridad del paciente.
La Guía de Práctica Clínica para la seguridad del paciente en el bloque quirúrgico, publicada en 2010(5) (han trascurrido más de 5 años de su publicación), ya recomendaba la instauración de los LVQ en el contexto del Sistema Nacional de Salud.
En la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud (período 2015-2020) publicado por el Ministerio de Sanidad en 2016(6), se menciona que las Comunidades Autónomas recomendaron y aportaron iniciativas y normas para la implantación de dichos LVQ en sus redes hospitalarias. La mayoría de estas prácticas fueron incluidas como recomendaciones en el documento “Bloque Quirúrgico. Estándares y Recomendaciones”(7) publicado por el MSSSI donde constaba, además, la adaptación de los LVQ por parte de la Asociación Española de Cirujanos. A pesar de estas acciones, la implantación de los LVQ en el SNS ha sido dificultosa, incompleta y muy variable.
Un Informe de Evaluación de Tecnologías Sanitarias sobre la utilidad de los LVQ(8) se basó en la realización de una revisión sistemática, cuyos resultados mostraron una mejora significativa en los indicadores de seguridad del paciente (descenso en las tasas de acontecimientos adversos, de mortalidad y de infección de la herida quirúrgica) tras la implementación de los LVQ. Además, este sistema también producía una mejora en la comunicación entre los miembros del equipo de trabajadores del quirófano; aun así, se identificaron barreras para implementar los LVQ que, en muchos casos determinarán que las tasas de cumplimiento se sitúen por debajo del nivel deseado.