Tras la revisión de guías de práctica clínica (GPC) y sumarios de evidencia sobre el embarazo en la mujer con diabetes pregestacional, extraemos que la evidencia disponible sugiere que los episodios de hipoglucemia en estas mujeres no resultan en resultados adversos fetales. Sin embargo, los potenciales efectos de la hipoglucemia en la gestante (por ejemplo, accidentes) puede causar daño secundario en el feto.
En general, las GPC revisadas(1-7) y los sumarios de evidencia consultados(8,9) destacan los siguientes aspectos que pueden ser de interés para la pregunta planteada:
- Las mujeres embarazadas con diabetes tipo 1 (DM1) tienen un mayor riesgo de hipoglucemia, incluida la hipoglucemia grave, especialmente durante el primer trimestre: en esta fase del embarazo los niveles de estrógeno pueden aumentar transitoriamente la sensibilidad a la insulina (menores requerimientos de insulina) y aumentar el riesgo de hipoglucemia materna.
- La gestantes diabéticas, como todas las mujeres, tienen una respuesta contrarreguladora alterada en el embarazo lo cual que puede disminuir la “conciencia” (sensación) de hipoglucemia.
- La educación de las pacientes y familiares sobre la prevención, el reconocimiento y el tratamiento de la hipoglucemia es importante antes, durante y después del embarazo para ayudar a prevenir y controlar los riesgos de la hipoglucemia.
- Si las mujeres gestantes con diabetes preexistente no pueden lograr los objetivos glucémicos “óptimos” sin episodios de hipoglucemia significativa, se sugiere objetivos menos estrictos basados en la experiencia clínica y la individualización de la atención.
Respecto al riesgo para el feto, y el embarazo en general, en algunas de las GPC se hace mención a que:
- La hipoglucemia recurrente y la hipoglucemia severa durante el embarazo no se asocian con malos resultados del embarazo aunque son pocos los estudios que han investigado el efecto de la hipoglucemia materna durante el embarazo(3). Sin embargo, existen riesgos asociados con la hipoglucemia, como la reducción de la cognición tanto durante como después del evento hipoglucémico, lo que puede afectar a actividades cotidianas de la mujer gestante, como conducir; además, la hipoglucemia recurrente aumenta el riesgo de alteración de la sensación de hipoglucemia con el consiguiente riesgo de accidentes y lesiones físicas. Por otra parte, el miedo a la hipoglucemia puede dificultar el logro y el mantenimiento de niveles glucémicos óptimos.
- En general, se considera que la hipoglucemia no presenta riesgo para el feto, siempre que no sea sostenida y se evite la pérdida del conocimiento, convulsiones y caídas o traumatismos de la madre durante el episodio. Sin embargo, la hipoglucemia repetida y la pérdida de control glucémico asociada se han asociado con macrosomía(5).
- Los estudios clínicos no han demostrado una asociación entre los episodios de hipoglucemia y resultados fetales adversos(6).
- No se ha demostrado que la hipoglucemia materna sea perjudicial para el feto y, en particular, no se ha encontrado que esté asociada con un mayor riesgo de anomalías congénitas(7).
También el sumario de evidencia de Uptodate sobre el control glucémico en pacientes con diabetes mellitus pregestacional(8) argumenta que, en contraste con la hiperglucemia, no hay datos convincentes de que la hipoglucemia sea teratogénica o perjudicial para el feto en desarrollo. No obstante, añade, la hipoglucemia representa un riesgo para la madre, y la posibilidad de lesión materna podría, a su vez, lesionar al feto.
Comentar, por último, una revisión de la literatura sobre la hipoglucemia durante el embarazo en mujeres con DM1(10), publicada en 2012. En cuanto a sus efectos sobre los resultados del embarazo describe que, aunque estudios en animales han mostrado que la hipoglucemia materna produce malformaciones congénitas y retraso del crecimiento y que el potencial riesgo de la hipoglucemia grave materna sobre el feto humano no se ha evaluado prospectivamente en grandes estudios clínicos, actualmente la evidencia en humanos sugiere que la hipoglucemia no tiene efectos adversos a corto plazo en el feto o largo plazo en el niño o adulto (función cognitiva).