Esta respuesta actualiza a una pregunta clínica anterior publicada en el año 2007(1) sobre la efectividad del movimiento pasivo continuo (MPC) posterior a una artroplastia total de rodilla (ATR). Tras actualizar la búsqueda se puede concluir que la MPC no tiene efectos clínicamente importantes sobre la amplitud de movimiento de la flexión de la rodilla, el dolor, la función o la calidad de vida, frente a la atención estándar, como para justificar su uso habitual.
Se han seleccionado cuatro revisiones sistemáticas(2-5), todas ellas con similares conclusiones en cuanto al uso de MPC:
-
La primera revisión sistemática (RS)(2) incluida, evalúa los efectos beneficiosos y perjudiciales de la MPC y la atención posoperatoria estándar versus una atención posoperatoria similar, con o sin ejercicios adicionales de la rodilla, en pacientes con ATR y actualiza a una publicada en 2010. Incluyó ensayos controlados aleatorios en los que el grupo experimental recibió MPC, y tanto el grupo experimental como el de control recibieron una atención y un tratamiento postoperatorios similares después de una ATR. Se seleccionaron veinticuatro ensayos controlados aleatorizados con 1.445 participantes que cumplieron los criterios de inclusión; cuatro de ellos fueron nuevos para esta actualización. En general, no hubo evidencia suficiente para determinar la efectividad del MPC. Los autores concluyen que la MPC no tiene efectos clínicamente importantes sobre la amplitud de movimiento de la flexión de la rodilla, el dolor, la función o la calidad de vida, como para justificar su uso habitual.
-
El objetivo de la segunda RS(3) fue determinar la efectividad del MPC para prevenir la tromboembolia venosa (TEV) en pacientes después de una ATR. El resultado del metanálisis no mostró evidencia de que el MPC tuviera algún efecto sobre la prevención de la TEV después de la ATR (RR 1,22; IC del 95%: 0,84 a 1,79).
-
Dos RS de reciente publicación(4,5) mantienen que después de la ATR, no hay beneficio con el uso de dispositivos MPC como cuidado postoperatorio de rutina.
Un sumario de evidencia (SE) de UpToDate sobre ATR(6) tan solo comenta que los ejercicios activos y pasivos para lograr la flexión máxima deben instituirse temprano con el uso apropiado de analgesia para minimizar el dolor.
La guía de práctica clínica (GPC) de la "American Academy of Orthopaedic Surgeons"(7), argumenta que la MPC no debe usarse de forma rutinaria para todas las artroplastias de rodilla, ya que no ha habido diferencias en el rango de movimiento activo de la rodilla, el dolor, la función o la calidad de vida.
La GPC(8) de la "American Physical Therapy Association", indica que no se utilicen máquinas de MPC para el manejo posoperatorio de pacientes después de un ATR sin complicaciones.
Por último mencionar que la GPC del "National Institute for Health and Care Excellence" (NICE) sobre reemplazo articular de cadera, rodilla y hombro(9) no menciona la terapia basada en MPC.