Una pregunta del banco Preevid publicada en noviembre de 2019(1) concluía que el método más recomendado para comprobar la correcta colocación de la sonda nasogástrica era la radiografía de abdomen superior y que no se debía usar la auscultación.
Tras actualizar la búsqueda de información se llega a conclusiones similares.
Los autores del sumario de evidencia (SE) de Uptodate sobre la colocación de sondas nasogástricas (SNG) y nasoentéricas (SNE) en el adulto(2) defienden el uso de la radiografía como método de comprobación de la correcta colocación de las sondas de alimentación enteral. El sumario explica que varias guías de práctica clínica coinciden en que lo ideal sería confirmar con una radiografía de abdomen superior / tórax inferior la correcta colocación de las sondas SNG y SNE. Apunta que es necesario informar al radiólogo del motivo de realización de la radiografía para que informe el resultado adecuadamente. Añade que debería visualizarse el recorrido de la sonda en el tubo digestivo y hay que comprobar que se encuentra en una posición central distal a la carina y que en esa posición central cruza el diafragma hasta el estómago.
En los pacientes con ventilación mecánica una alternativa a la radiografía sería la capnografía.
En cuanto a la comprobación mediante medición del pH del contenido, aunque reconoce que algunos defienden este método, el sumario explica que podría no ayudar e incluso podría confundir debido al elevado uso de inhibidores de la bomba de protones. Sin embargo apunta que este procedimiento podría mejorarse con el uso de unas nuevas tiras de pH impregnadas en ester.
Cuando la sonda es de aspiración explica que no es necesaria la comprobación radiológica. En este caso la comprobación se realiza mediante aspiración del contenido luminal, infundiendo 20-30 cc de agua templada previamente si es preciso.
Según el SE de Dynamed sobre nutrición enteral en el adulto(3) la radiografía con visualización de todo el recorrido de la sonda es el patrón de oro para la comprobación de la correcta colocación de las sondas entéricas. Este sumario menciona que podría ser útil el análisis del pH del aspirado: un fluido seroso amarillo pálido con pH ≥ 7 podría indicar perforación al espacio pleural; un líquido claro e incoloro o verde hierba con pH ≤ 5 es un contenido gástrico en ayunas; el líquido bilioso procede del intestino delgado. También podrían utilizarse la monitorización del CO2 al final de la espiración o la capnometría colorimétrica. La auscultación no es un método fiable y no debería usarse.
El sumario recoge además las recomendaciones de 2 sociedades científicas:
- “American College of Gastroenterology” (ACG) 2016: a menos que se hayan utilizado sondas de alimentación guiadas por transmisor electromagnético, la confirmación de la correcta colocación de las SNG y SNE debería realizarse mediante radiografía (recomendación condicional de la ACG, evidencia de muy baja calidad*).
- “European Society of Gastrointestinal Endoscopy” (ESGE) 2020:
- Hay que asegurar que se usa un protocolo adecuado para la comprobación de una correcta colocación. Este protocolo podría incluir radiografía, análisis del pH del aspirado o monitorización del CO2 al final de la espiración; la auscultación sola no es suficiente. (Recomendación fuerte de la ESGE, evidencia de baja calidad*).
- Hay que usar radiografía en los pacientes de alto riesgo, como los de cuidados intensivos, alteración del nivel de consciencia o aquellos sin reflejo nauseoso (recomendación fuerte de la ESGE, evidencia de baja calidad*).
Una guía de práctica clínica británica (2020) sobre la comprobación de la colocación de las SNG antes de su uso en cuidados intensivos durante la epidemia de COVID-19(4) recomienda como único método antes del primer uso la radiografía. Recomienda, que nunca se use la auscultación como método de comprobación, por su poca fiabilidad (y por ser generador de aerosoles). Tampoco, según esta guía, antes del primer uso, debería usarse la medición del pH, pues podrían malinterpretarse una regurgitación esofágica o una broncoaspiración. Una vez comprobada su correcta colocación mediante la radiografía, ya en comprobaciones posteriores sí podrían usarse las marcas externas de la sonda y las mediciones del pH.
*Consultar niveles de evidencia y grados de recomendación en el documento.