Según la documentación consultada el uso de esmalte de uñas por parte de los profesionales sanitarios puede favorecer el crecimiento de microorganismos en las uñas difíciles de eliminar con la higiene de manos y se ha asociado con brotes de infecciones nosocomiales. Es una recomendación ampliamente aceptada que el trabajador sanitario que está en contacto con los pacientes no debe usar esmalte de uñas durante su trabajo.
Aunque se ha visto que el esmalte de uñas recién aplicado no aumenta la cantidad de bacterias que se detectan a nivel periungueal, el esmalte astillado puede favorecer el crecimiento de un mayor número de organismos en las uñas(1). Además, cuando se lleva más de 4 días puede albergar microorganismos que no se eliminan con la higiene de manos(2).
Según una pregunta publicada en el banco Preevid en 2018(3), aunque se vinculaba el uso de esmalte de uñas a brotes de infección en Unidades de Cuidados Intensivos y quirófanos, no había suficiente investigación para determinar si aumentaba el riesgo de infección quirúrgica. Los documentos consultados indicaban que los trabajadores sanitarios no debían usar esmalte de uñas.
Una pregunta del banco de Preclic publicada posteriormente(4) sobre el esmalte de uñas permanente aporta información en la misma línea y tampoco encuentra evidencia sobre si el uso de este tipo de esmalte por el personal sanitario se asocia a un aumento de infecciones nosocomiales.
La actualización del sumario de evidencia de Uptodate sobre la prevención de transmisión de infecciones(5) incluido en la pregunta Preevid(3) sigue indicando que aquellos trabajadores sanitarios que mantienen un contacto directo con el paciente no deberían usar esmalte de uñas.
Esta recomendación de no usar esmalte de uñas la encontramos en multitud de guías de práctica clínica GPC(1, 6-10). Por ejemplo, según el “National Institute for Health and Care Excellence Healthcare” (6) los trabajadores sanitarios deberían asegurarse de que sus manos están descontaminadas durante el trabajo mediante diferentes medidas entre las que se incluye el no llevar esmalte en las uñas de las manos. En otro documento(7) indica que los trabajadores de los equipos quirúrgicos deberían retirarse el esmalte de uñas antes de una intervención.
Finalmente mencionar una revisión narrativa(11) que realizó una revisión no sistemática de la literatura y que aporta (además de lo ya mencionado) información sobre el esmalte permanente o de gel: aunque tampoco identificó evidencia suficiente que asociara el uso de esmalte de gel a un mayor riesgo de infecciones asociadas a la atención en salud localizó 2 estudios experimentales de baja calidad en los que se observó que su uso conllevaba una peor calidad en la higiene de manos.