Pregunta actualizada a 16 de abril de 2021
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas.
Hay una pregunta muy semejante publicada en el banco de preguntas PREEVID en abril de 2020. En la respuesta se indicaba que: “Aunque no hay un consenso del todo claro, la evidencia sugiere que es preferible utilizar toallas de papel frente al uso de secadores de manos, usando esta misma toalla para cerrar el grifo.”
Se ha procedido a actualizar la información y siguen sin identificarse estudios que evalúen cuál es el método más eficaz de secado de manos para minimizar el riesgo específico de contagio de la COVID-19. No obstante indicamos que un estudio de reciente publicación(1) , un sumario de evidencia de UpToDate(2) y el documento de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) sobre higiene de manos (3) de reciente actualización, apoyan la recomendación del uso de toallas de papel en entornos sanitarios frente al uso de los secadores de manos
En el estudio piloto(1) se evaluó la dispersión de microbios a múltiples superficies hospitalarias después del secado de manos con un secador de aire a chorro versus toallas de papel. En el estudio participaron cuatro adultos voluntarios sanos y se utilizó una cepa huésped de Escherichia coli K12 (BAA-769). Cada voluntario realizó el ensayo dos veces, una vez secándose las manos con toallas de papel y la otra vez con un secador de chorro de aire. Tras el secado de manos en el baño (utilizado por el personal del hospital, los visitantes y los pacientes), los voluntarios caminaron por una ruta preestablecida que incluía áreas públicas y clínicas, y se recolectaron muestras de las superficies ambientales tras el contacto con su mano dominante (aún contaminada) o con el delantal. Para investigar la transferencia microbiana de la ropa, los voluntarios colocaron un estetoscopio alrededor de su cuello, con el auricular en contacto con el delantal durante aproximadamente 7 minutos. Los voluntarios también cruzaron los brazos sobre el pecho durante 2 minutos, y luego los apoyaron en los brazos de una silla durante 3 minutos. Las superficies se desinfectaron con toallitas con cloro antes y después del muestreo, seguido de una limpieza de rutina. El secado con toallas de papel se realizó durante un promedio de 12 segundos, utilizando 3-5 toallas, y el secado con chorro de aire duró 10 segundos en promedio.
Tanto el método del secador de chorro de aire como el de las toallas de papel, redujeron significativamente ( P <0,05) la contaminación de las manos por bacteriófagos en 2 log 10 copias / µL y 3 log 10 copias / µL, respectivamente. La contaminación del delantal por bacteriófagos durante el secado de manos fue significativamente mayor ( P <0,05) después del uso del secador de aire a chorro. Para todas las muestras, hubo un nivel significativamente más alto ( P <0,05) de contaminación de la superficie después del secado de manos con el secador de aire a chorro que con las toallas de papel. Los autores concluyen que la elección de un método de secado de manos adecuado complementa una buena higiene de manos y apoyan la recomendación del uso de toallas de papel en entornos sanitarios.
La actualización del sumario de evidencia de UpToDate(2) sobre prevención de la infección mantiene que las manos deben secarse completamente con una toalla desechable, usando la toalla para cerrar el grifo; y no se recomienda el uso de toallas de tela de uso múltiple del tipo colgante o en rollo en entornos de atención sanitaria.
Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC)(3) también indica que las manos deben secarse con una toalla limpia o dejar que se sequen al aire.