Según la información revisada, la respuesta a la oxigenoterapia, aunque puede ser de utilidad, no permitiría por sí sola realizar el diagnóstico de un tipo concreto de cefalea.
El sumario de evidencia (SE) de BMJ Best Practice sobre la cefalea en racimos(1) recoge información sobre distintos test que pueden usarse para distinguir distintos tipos de cefaleas. Aunque menciona test específicos que permitirían hacer un diagnóstico diferencial en el caso de la hemicránea paroxística, hemicránea continua, glaucoma de ángulo cerrado, hemorragia subaracnoidea y arteritis de células gigantes, en ninguno de ellas el test es la respuesta a la oxigenoterapia. Además indica que no existen test que permitan diferenciar migraña, cefalea neuralgiforme unilateral de breve duración con Inyección Conjuntival y Lagrimeo (SUNCT), neuralgia del trigémino, síndrome “cluster-tic”, cefalea primaria punzante, cefalea idiopática o primaria de la tos, cefalea primaria por esfuerzo físico, cefalea asociada a la actividad sexual, cefalea hípnica y cefalea primaria en trueno. Con respecto al uso del oxígeno, este epígrafe de test para diagnóstico diferencial únicamente menciona que es inusual que la migraña responda completamente al oxígeno de alto flujo. El sumario menciona, además, que un ensayo clínico aleatorizado doble ciego cmparado con placebo encontró que el 78% de los pacientes con cefalea en racimos quedó libre de dolor tras la administración de oxígeno.
Según el SE de Uptodate sobre la clínica y el diagnóstico de los ataques de cefalea neuralgiforme unilateral de corta duración(2), el diagnóstico de la SUNCT y la la cefalea unilateral neuralgiforme de corta duración con síntomas autonómicos craneales (SUNA) se ve apoyado por la falta de respuesta al oxígeno.
Y el SE de Dynamed sobre cefaleas en el paciente adulto(3) menciona que se ha informado de que la oxigenoterapia es ineficaz en la hemicránea paroxística.
Sin embargo, no se ha localizado ningún sumario de evidencia ni guía de práctica clínica que indique que la respuesta al tratamiento con oxígeno sea una prueba diagnóstica para la cefalea en racimos. Ni tampoco se ha identificado ningún estudio que haya evaluado la respuesta al oxígeno como una prueba de diagnóstico diferencial para los diferentes tipos de cefalea.
Añadir, por útlimo, que otros documentos consultados(4-7) indican que algunas cefaleas diferentes a la cefalea en racimos también podrían presentar una buena respuesta a la oxigenoterapia.
Entre ellos destacamos la actualización(4) de 2015 de la revisión sistemática Cochrane, sobre el papel del oxígeno hiperbárico y normobárico en el tratamiento y prevención de la migraña y la cefalea en racimos, incluida en una pregunta Preevid(5), que concluye que existe alguna evidencia de que el oxígeno hiperbárico podría ser efectivo en la finalización de la migraña aguda en una población no seleccionada. Esta revisión encontró, con evidencia de baja calidad, que los datos agrupados de 3 ensayos sugirieron que el oxígeno hiperbárico fue eficaz para aliviar las migrañas en comparación con el tratamiento simulado (cociente de riesgos 6,21; intervalo de confianza del 95%: 2,41 a 16,00; 58 participantes).