La evidencia disponible sobre la eficacia de la toxina botulínica (TB) en el tratamiento de la hidradenitis supurativa (HS) se basa en el efecto positivo que ha mostrado en informes de casos(1-4), con un único ensayo clínico identificado que evalúa su efecto(5).
En las guías de práctica clínica (GPC) de reciente publicación que han sido evaluadas no se mencionan las inyecciones de TB entre las estrategias terapéuticas recomendadas(6-9). Tan solo en una GPC de 2015(10) y en un documento de consenso(11) se hace referencia a su uso:
En la GPC europea de 2015 sobre el manejo de la HS(10) se considera el uso de TB como un tratamiento experimental indicando que:
- Se informan casos de pacientes con HS en los que se ha demostrado que la TB es eficaz aunque el mecanismo sigue siendo desconocido.
- Estaría indicado este tratamiento como terapia experimental en HS estadio I o II de Hurley.
- En cuanto a la posología indica que dependiendo de la zona tratada, se utilizan 40 - 250 unidades.
- Como contraindicación señala la infección en la zona a inyectar o la alergia conocida al producto de TB utilizado. Como contraindicaciones relativas describe: mononeuropatía periférica, tratamiento concomitante con aminoglucósidos y otros fármacos que afectan la transmisión de impulsos, el embarazo o la lactancia.
En el documento de consenso(11) se otorga a la utilización de TB un grado de recomendación D con un nivel de evidencia IV*.
Ambos documentos se apoyan en los informes de casos mencionados en los que se utiliza la TB tipo A.
Por otra parte, los sumarios de evidencia de Uptodate(12) y Dynamed(13) mencionan las inyecciones de TB entre los ejemplos de tratamientos que se han informado como beneficiosos en informes de casos. Y en el sumario de evidencia de BMJ Best Practice(14) se incluye la TB entre los tratamientos emergentes y se hace referencia a la respuesta positiva que mostraron las inyecciones subcutáneas de TB tipo A en un paciente con HS e hiperhidrosis concomitante(4); añade el sumario que estos resultados, aunque son preliminares, sugieren que el control local de la humedad y/o la activación de los receptores de acetilcolina pueden desempeñar un papel en la enfermedad.
Por último comentar que la búsqueda en las bases de datos de estudios Pubmed y Embase, además de los informes de casos comentados identifica un pequeño ensayo clínico, aleatorio y doble ciego(6), realizado con el objetivo de evaluar el efecto de la TB tipo B, frente a placebo, en la calidad de vida, la percepción del dolor y el número de lesiones de pacientes con HS.
Se incluyeron en el estudio 20 pacientes (17 mujeres) con HS en estadio I-III, según la clasificación de Hurley. Los pacientes fueron aleatorizados a recibir tratamiento con inyecciones con placebo (solución salina) o inyecciones de TB-B. Tras la la primera evaluación (a los 3 meses), todos los participantes recibieron una segunda intervención, sin cegamiento, utilizando una inyección de TB-B. Durante el estudio no se permitieron otros tratamientos para la HS, como antibióticos, inyecciones locales de corticosteroides, adalimumab, isotretinoína o ácido azelaico.
A los 3 meses, en el grupo tratado con TB-B mejoró de forma estadísticamente positiva, frente a placebo, la calidad de vida (medida con el “Dermatology Life Quality Index”) y la sensación de deterioro de la salud general asociada a la HS (valorada mediante una escala visual analógica [EVA]). Además, el número de lesiones totales y la experiencia de dolor (medida con EVA) se redujeron en el grupo de TB-B, pero en en este caso las diferencias entre los grupos no fueron significativas.
Se observó una reducción significativa en el número de lesiones totales desde el inicio en el grupo de TB-B a los 3 y 6 meses; en el grupo de placebo, no se obtuvo una diferencia significativa en el seguimiento a los 3 meses (después del placebo), aunque el número de lesiones totales sí mejoró a los 6 meses después de la inyección de TB-B.
Además de los cambios en las lesiones totales, en el grupo de TB-B también se observó a los 3 meses una mejoría estadísticamente significativa, con respecto a la situación inicial, en la calidad de vida, la sensación de deterioro de la salud general relacionada con la HS y en el número de nódulos; a los 6 meses se observó una mejoría estadísticamente significativa en términos de calidad de vida, dolor, número de nódulos y deterioro de la salud general relacionada con la HS. No se observaron cambios significativos con respecto a estos resultados después del tratamiento con placebo en la evaluación de 3 meses pero en el seguimiento de 6 meses se observó, además de la reducción en las lesiones totales, una tendencia (no significativa) a la mejora en la calidad de vida, deterioro de la salud general relacionado con la HS y en el número de nódulos.
No se informaron efectos adversos.
Para los autores los resultados de este estudio piloto confirman los efectos positivos evidenciados en los informes de casos publicados y denota la necesidad de mayor investigación.
*Ver en el texto completo del documento.