No se ha encontrado documentación que responda específicamente a esta pregunta, aunque con la información localizada se puede afirmar que, no se requiere humidificación para el suministro de oxígeno (O2) de bajo flujo (mascarilla o cánula nasal) o para el uso a corto plazo de O2 de alto flujo. Por tanto, parece no ser necesario en la atención prehospitalaria; sólamente se justifica la humidificación en caso de que la persona a atender presente una vía aérea artificial o secreciones viscosas que causen dificultad en la expectoración. En el caso de que se decida humidificar el O2 se recomienda utilizar humidificadores desechables y, aunque no encontramos información sobre el tiempo adecuado para realizar el recambio, no parece necesario realizarlo entre paciente y paciente ya que no se ha observado contaminación cruzada.
En la pregunta del Banco de Preevid(1) que responde a que si una persona con oxigenoterapia, es necesario humidificar el O2 durante todo el tiempo, ya se resume que “en un individuo que mantiene una respiración espontánea y oxigenoterapia suministrada con sistema de bajo flujo, parece no ser necesario humidificar el O2, al igual que cuando es por corto periodo de tiempo (< a 24h), aunque el suministro sea por medio del sistema de alto flujo. No obstante, siempre hay que tener en cuenta las características de la persona y sus posibles beneficios individuales”.
En la sección 10.2 de la Guía de Práctica Clínica (GPC)(2), de la "British Thoracic Society" sobre oxigenoterapía en adultos en entornos sanitarios y de emergencia, se resalta con respecto a la humidificación del O2:
- No se requiere humidificación para el suministro de oxígeno de bajo flujo (mascarilla o cánula nasal) o para el uso a corto plazo de oxígeno de alto flujo. Por tanto, no es necesario en la atención prehospitalaria. A la espera de resultados de ensayos clínicos, es razonable utilizar oxígeno humidificado en pacientes que requieran sistemas de oxígeno de alto flujo durante más de 24 horas o que informen molestias en las vías respiratorias superiores debido a la sequedad (grado D)*.
- En una situación de emergencia, el uso de oxígeno humidificado puede limitarse a pacientes con traqueotomía o una vía aérea artificial, aunque estos pacientes pueden tratarse sin humidificación durante períodos cortos de tiempo (por ejemplo, viajes en ambulancia) (grado D).
- La humidificación también puede ser beneficiosa para pacientes con secreciones viscosas que causan dificultad en la expectoración. Este beneficio se puede lograr utilizando solución salina normal nebulizada (grado D).
- Las botellas de burbujas que permiten que una corriente de oxígeno burbujee a través de un recipiente con agua no deberían usarse porque no hay evidencia de un beneficio clínicamente significativo, pero existe riesgo de infección (grado D).
Esta misma GPC, en el apartado de buenas prácticas relacionados con la oxigenoterapia humidificada, indica:
- Considere el uso de un dispositivo humidificador de oxígeno de gran volumen para pacientes que requieran altas tasas de flujo u oxígeno a más largo plazo, especialmente si la retención de esputo es un problema clínico.
- En ausencia de una vía aérea artificial, la decisión de humidificar el oxígeno suplementario debería tomarse de forma individual, pero esta práctica no se basa en pruebas.
Dos GPC de la "American Association for Respiratory Care" (AARC) una actualizada en 2002 sobre oxigenoterapia para adultos en cuidados intensivos(3) y la otra actualizada en 2007 sobre oxigenoterapia domiciliaria(4) mencionan que los sistemas de O2 de bajo flujo (incluidas las cánulas y las mascarillas simples) no presentan un riesgo clínicamente importante de infección y no necesitan ser reemplazados de manera rutinaria. Los sistemas de alto flujo que emplean humidificadores con calor y generadores de aerosoles, particularmente cuando se aplican a pacientes con vías respiratorias artificiales, pueden suponer importante riesgo de infección. En ausencia de estudios definitivos que respalden los intervalos de cambio de los dispositivos, los resultados de las medidas de vigilancia específicas de la institución y del paciente deberían determinar la frecuencia con la que se reemplaza dicho equipo en el hospital y en los domicilios.
Se ha encontrado un estudio de evaluación(5) acerca del uso prolongado de botellas humidificadoras de O2 desechables precargadas por múltiples pacientes mediante la realización de un control microbiológico y un análisis de costos de las botellas utilizadas para un número variable de pacientes y períodos de tiempo. Los humidificadores se utilizaron durante un mes como tiempo máximo. El seguimiento se realizó en 6 áreas de enfermería diferentes. Se realizaron cultivos cuantitativos para aerobios y legionella. También se controlaron las botellas humidificadoras reutilizables. Se obtuvieron cultivos de 1.311 humidificadores desechables y 60 reutilizables. No se detectó contaminación bacteriana significativa en las unidades humidificadoras de O2 desechables precargadas. El 10% de las botellas reutilizables estaban contaminadas por organismos asociados con la flora cutánea. Los autores concluyeron que los humidificadores de O2 desechables precargados se pueden utilizar sin contaminación cruzada, en varios pacientes, durante un período de 1 mes. El uso de humidificadores precargados de esta manera representa un ahorro sustancial de costes en comparación con los humidificadores reutilizables.
Otro estudio(6) acerca de la monitorización bacteriológica en el agua de los humidificadores de O2 compara los recuentos de colonias bacterianas en muestras de depósitos reutilizables versus depósitos desechables, para evaluar los efectos del uso prolongado y por varios pacientes de los humidificadores. Se detectaron bacterias después de una semana de funcionamiento en muestras de agua recolectadas de muchos humidificadores con depósitos reutilizables, pero no se detectaron bacterias en muestras de agua de botellas desechables hasta doce semanas después de su uso por varios pacientes.
Por otra parte, en el ámbito nacional encontramos en el procedimiento de administración de O2 del hospital Gregorio Marañón de Madrid (7), la recomendación de utilizar siempre depósitos humidificadores desechables, de forma individualizada y exclusiva para cada paciente, cambiándolo por otro nuevo una vez finalizado su uso.
De igual forma el manual nº 29 de procedimientos sobre sistemas de oxigenoterapia editado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)(8) refiere acerca del humidificador, que si es desechable se cambiará cada vez que se precise así como entre pacientes. En caso de ser reutilizable se debe limpiar cada 24 horas con jabón desinfectante y rellenar con agua estéril destilada, no sobrepasando el nivel indicado en el recipiente.
Por último, en una revisión sistemática publicada en 2019(9) se incluyeron 12 artículos: 4 analizaron el agua de humidificadores reutilizables, 4 de desechables y otros 4 compararon muestras procedentes de ambos modelos. Se observó la presencia de contaminación microbiana en todos los estudios que evaluaron humidificadores reutilizables (generalmente bacterias habituales de la flora cutánea). En 2 de ellos se notificaron aislamientos de especies potencialmente patógenas. No se aisló contaminación microbiana en las muestras procedentes de dispositivos desechables, independientemente de si fueron utilizados por un único paciente o por varios de forma consecutiva a lo largo del tiempo, por lo que los autores concluyen que parece existir bajo riesgo de contaminación en humidificadores desechables durante las primeras semanas de uso, pudiendo reutilizarse entre pacientes distintos sin riesgo de contaminación cruzada. Por otro lado, cabe destacar que la manipulación de los humidificadores reutilizables de forma no aséptica puede aumentar la probabilidad de contaminación, por lo que la sustitución de humidificadores reutilizables por modelos desechables podría ser la opción más segura.
*Ver grado de evidencia en texto original.