Los documentos consultados indican que la vasectomía sin bisturí es una técnica más rápida que la vasectomía convencional, que conlleva una reanudación más precoz de la actividad sexual y que tiene menos riesgo de sangrado, hematoma, infección y dolor postvasectomía. Los resultados en cuanto a efectividad serían similares para ambas técnicas.
Según el sumario de evidencia de Uptodate sobre la vasectomía(1) no existen diferencias en cuanto a efectividad entre el método convencional y la vasectomía sin bisturí, aunque indica que esta última se asocia con menor sangrado, infección y dolor:
- El hematoma aparece en el 0,1-2,1% de los procedimientos sin bisturí frente al 0,3-10,7% de la técnica convencional.
- Las tasas de infección son del 0,2-0,9% frente al 1,3-4%.
La guía de práctica clínica (GPC) canadiense de 2016 sobre vasectomía(2), basándose en una revisión sistemática (RS) Cochrane (también citada por Uptodate), indica [grado de recomendación A-B]* que la vasectomía sin bisturí se asocia con un menor riesgo de complicaciones postquirúrgicas (hematoma, dolor e infección). Además comenta que es un procedimiento más rápido.
La GPC estadounidense de 2015(3), explicaba que la evidencia indicaba que la técnica mínimamente invasiva originaba menos malestar y menos complicaciones postoperatorias que la técnica convencional. Basaba esta afirmación en varios documentos anteriores a la revisión Cochrane antes mencionada (2 revisiones sistemáticas, un estudio comparativo [n=1.203], un ensayo clínico aleatorizado -ECA- [n=1.429] y un estudio observacional) según los cuales, en la técnica sin bisturí, se observaba:
- menor incidencia de hematomas, infección y dolor;
- una reanudación más precoz de la actividad sexual;
- una duración menor de la intervención.
La RS Cochrane de 2014(4) antes mencionada incluyó 2 ensayos clínicos aleatorizados, con 1.429 y 100 pacientes cada uno, respectivamente:
- En ambos estudios la aparición de hematoma fue menor en la vasectomía sin bisturí (odds ratio [OR] 0,23; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,15-0,36).
- El estudio más grande(5) (el mismo citado por la GPC estadounidense), en el que 705 pacientes fueron intervenidos mediante la técnica sin bisturí y 723 con el método estándar, no encontró diferencias en las medidas de esterilidad y fallo de vasectomía entre ambos grupos. Para el grupo de vasectomía sin bisturí demostró:
- menor riesgo de sangrado (OR 0,49; IC del 95%: 0,27-0,89);
- menor dolor durante la cirugía (OR 0,75; IC del 95%: 0,61 a 0,93) y menor dolor escrotal (OR 0,63; IC del 95%: 0,50 a 0,80);
- menor infección de la incisión durante el seguimiento (OR 0,21; IC del 95%: 0,06 a 0,78);
- una menor duración de la intervención;
- una reanudación más rápida de la actividad sexual.
Por último, una reciente RS sobre la incidencia del dolor tras la vasectomía(6) buscó artículos publicados hasta el 1 de julio de 2019 e incluyó 18 estudios (observacionales y ECA). El análisis encontró una incidencia global de dolor post-vasectomía (objetivo primario) del 15% (IC del 95%: 9%-25%), del 24% (IC del 95%:15%-36%) en la técnica tradicional con bisturí y del 7% (IC del 95%:4%-13%) en la vasectomía sin bisturí. En cuanto a la aparición de síndrome de dolor post-vasectomía (objetivo secundario), este apareció en el 5% (IC del 95%:3%-8%) de los sujetos, con estimaciones similares para ambas técnicas.
*Consultar niveles de evidencia y grados de recomendación en el documento.