Pregunta actualizada a 11 de mayo de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas. Algunos de los documentos referenciados son “preprint”, es decir que no han sido revisados por pares. Aportan información que precisa ser evaluada con detalle antes de convertirse en recomendaciones aplicables a la práctica clínica.
La documentación seleccionada (nos hemos centrado en sumarios y en los estudios observacionales más recientes que han sido identificados) sugiere que el sexo masculino se asocia a un mayor riesgo de hospitalización por COVID-19, de evolución a formas graves de la enfermedad e incluso a una mayor letalidad.
Ya en las conclusiones de la misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China, tras analizar los datos de 55.924 casos confirmados por laboratorio (de los que el 20 de febrero de 2020 habían muerto 2.114 pacientes), se observó una letalidad bruta del 3,78%, siendo más alta entre los hombres que entre las mujeres (4,7% vs. 2,8%)(1).
Global Health 50/50 es una iniciativa de investigación independiente que informa y promueve la igualdad y equidad de género en la atención médica a través de sus programas. En el contexto de la pandemia por COVID-19 (ver https://globalhealth5050.org/covid19/) esta organización publica los datos desagregados por sexo en base a la información que reportan los diferentes gobiernos. En la web se informa que los datos, hasta ahora, no proporcionan un patrón claro en términos de quién tiene más probabilidades de infectarse con COVID-19 pero que, sin embargo, desvelan que entre los casos confirmados, los hombres mueren constantemente a un ritmo mayor en los países donde hay datos disponibles.
En el caso de España, la web muestra (a fecha de 4 de mayo) una tasa de mortalidad entre los casos confirmados de varones del 10,5%, del 6,0% entre los casos confirmados de mujeres y un ratio de letalidad hombres:mujeres de 1,8. También se aportan datos sobre hospitalizaciones por sexo que revelan que ingresó en el hospital el 43,66% de las mujeres infectadas frente al 56,34% de los hombres. Y, en cuanto a los ingresos en UCI por sexo, mientras que el 30,63% de las mujeres precisaron ingreso en UCI, lo precisaron el 69,37% de los hombres.
En cuanto a los datos sobre comorbilidades asociadas que pueden influir en el riesgo de infección grave por COVID-19 o muerte en hombres y mujeres, se indica en la web que los informes preliminares de personas con enfermedad grave por COVID-19 han encontrado asociaciones con comorbilidades existentes (que incluyen hipertensión, enfermedad cardiovascular y algunas enfermedades pulmonares crónicas, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica) que tienden a ser más onerosas entre los hombres a nivel mundial.
El informe del Centro Nacional de Epidemiología, sobre la situación de COVID-19 en España, de fecha 07/05/2020(2) coincide en sus conclusiones con las de la iniciativa Global Health 50/50. En dicho informe se indica que "En la pirámides de distribución de casos por sexo y edad en función de la gravedad se observa un predominio de mujeres en los casos no hospitalizados y de hombres en los que requieren hospitalización.""La mayoría de casos hospitalizados sin ingreso en UCI ni defunción, así como los casos con ingreso en UCI o defunción, se dan entre hombres, superando ampliamente a la proporción de mujeres a partir de los 45 años, y de forma más acusada a partir de los 70 años."
- El sumario de evidencia de BMJ Best Practice sobre la COVID-19(3), indica que el sexo masculino parece ser un factor de riesgo significativo de infección. El sexo masculino también parece ser un factor de riesgo de enfermedad grave, progresión de la enfermedad, necesidad de ventilación mecánica y aumento de la mortalidad. Además, la tasa de letalidad en China fue mayor en hombres que en mujeres (2,8% versus 1,7% para mujeres). Incluye además el sexo masculino entre:
- los factores pronósticos que se han asociado con la progresión de la enfermedad a enfermedad grave o crítica o incluso a la muerte;
- los factores asociados con la diseminación viral prolongada (junto con la edad avanzada, hipertensión comórbida, ingreso tardío al hospital después del inicio de los síntomas o enfermedad grave al ingreso, y uso de ventilación mecánica invasiva o corticosteroides); y
- los factores de riesgo para enfermedad refractaria (pacientes que no alcanzan una remisión clínica y radiológica evidente dentro de los 10 días posteriores a la hospitalización), junto con la edad avanzada y la presencia de comorbilidades.
- Aunque no se identifica como un factor de riesgo epidemiológico establecido o posible para COVID-19 grave en el sumario de evidencia de Uptodate que aborda la epidemiología de la enfermedad(4), el autor comenta que los hombres han representado un número desproporcionadamente alto de muertes en cohortes de China, Italia y los Estados Unidos.
- Y en el sumario de evidencia de Essential Evidence Plus(5) se hace referencia a una revisión sistemática(6) que, tras revisar los diferentes modelos de predicción de diagnóstico y pronóstico de la COVID-19, observa que el aumento de la edad, el sexo masculino, los niveles de proteína C reactiva y LDH, y la linfopenia fueron los factores de riesgo más ampliamente reportados para un mal pronóstico.
- En una pregunta clínica, realizada por el CEBM de Oxford(7), se revisan las características clínicas que podrían predecir mejor un beneficio del ingreso hospitalario para pacientes con COVID-19; se concluye al respecto que las características de los pacientes que se han asociado con malos resultados clínicos son: aumento de la edad, sexo masculino, tabaquismo y una serie de comorbilidades que incluyen hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer. No obstante, los autores añaden que la evidencia en la que se basa esta información es de baja calidad y puede no ser confiable; además, puede no ser aplicable al contexto de atención primaria. Hace referencia la pregunta a otra revisión sistemática (“preprint”)(8) en la que se describen una serie de riesgos relativos (RR) de mortalidad en pacientes con enfermedad por COVID-19: edad > 60 años RR 9,45 (intervalo de confianza [IC] del 95% 8,09-11,04), sexo masculino RR 1,67 (IC 95% 1,47-1,89), hipertensión RR 4,48 (IC 95% 3,69-5,61), diabetes RR 4,43 (IC 95% 3,49-5,61 ), enfermedad cardiovascular (ECV) RR 6,75 (IC 95% 5,4-8,43), cáncer RR 2,93 (IC 95% 1,34-6,41), o enfermedad respiratoria RR 3,43 (IC 95% 2,42-4,86).
De un metanálisis y de los estudios observacionales seleccionados extraemos:
- El metanálisis(9), realizado con el objetivo de identificar los factores de riesgo asociados con la progresión a formas graves (o mortales) de la COVID-19 encuentra que la proporción de hombres fue significativamente mayor en el grupo con enfermedad crítica / muerte en comparación con el grupo con enfermedad no grave ( odds ratios [OR] = 1,77; IC 95% 1,43-2,19; P < 0, 00001] e incluye el sexo masculino entre los principales factores de riesgo para la evolución a gravedad de la COVID-19, junto con la edad > 65 años y el ser fumador (hombres: OR = 1,76, IC 95% 1,41-2,18), P < 0,00001; edad mayor de 65 años: OR = 6,06, IC 95% 3,98-9,22, P < 0,00001; tabaquismo actual: OR = 2,51; IC 95% 1,39-3,32, P = 0,0006).
- En un amplio estudio de cohortes británico(10) se analizan los factores relacionados con la mortalidad hospitalaria por COVID-19 en una muestra de 17.425.445 adultos. Hubo 5.683 muertes atribuidas a COVID-19. El sexo masculino se asoció con el doble de riesgo de morir por COVID-19 (Hazard ratio [HR] totalmente ajustada 1,99; IC 95%1,88-2,10 [HR ajustado por edad-sexo 2,24; IC 95% 2,12-2,36]). En una evaluación de este estudio que publica el Centro Cochrane Iberoamericano(11) se resume que ”De los 17 millones y medio de adultos trazados, se identificaron 5.683 muertes atribuibles a la COVID-19. Tras aplicar el modelo de ajuste, el riesgo de morir por la COVID-19 estuvo considerablemente asociado a ser hombre (con el doble de riesgo que las mujeres) y la edad (el riesgo en las personas de más de 80 años era hasta 12 veces mayor que el de las personas en la franja de los 50 a 59 años)”. Entre los aspectos clave del estudio se destaca que sus datos han permitido confirmar la relevancia de algunos factores de riesgo como el sexo masculino, la edad o algunas comorbilidades y que la gran disponibilidad de datos, además, ha permitido identificar otros condicionantes sociales como el hecho de pertenecer a determinados colectivos raciales, independientemente de su estado de salud, o sufrir privación social.
- Un estudio de cohorte de base poblacional (“preprint”)(12) incluyó a todos los residentes de Ontario (Canadá), un total de 194.372 residentes únicos (122.205 mujeres [62,9%] vs. 72.167 hombres [37,1%]) en los que se realizaron pruebas (hisopo nasofaríngeo) de SARS-CoV-2 entre el 23 de enero de 2020 y el 28 de abril de 2020. Se informaron datos desglosados por sexo y edad en las pruebas de SARS-CoV-2, los casos de COVID-19 y las tasas relacionadas de hospitalización, ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y muerte. Entre los casos confirmados por laboratorio de COVID-19, se utilizó la regresión logística para estimar las OR basados en el sexo para la hospitalización, el ingreso en la UCI y la muerte. Los resultados mostraron que aunque los hombres recibieron menos pruebas de SARS-CoV-2 de lo que se esperaría para su representación basada en la edad en la población de Ontario, en comparación con las mujeres, los hombres tuvieron un mayor tasa de infección por COVID-19 confirmada por laboratorio (6.546 hombres [9,1%] vs. 9.041 mujeres [7,4%]), un hallazgo consistente en todos los grupos de edad. Entre todos los individuos con infección por COVID-19, los hombres tuvieron tasas más altas de hospitalización (998 hombres [15,3%] frente a 798 mujeres [8,9%]), ingreso en la UCI (294 hombres [4,5%] frente a 154 mujeres [1,7%]) y muerte (477 hombres [7,3%] vs. 509 mujeres [5,6%]). En los análisis ajustados por edad, el sexo masculino se asoció con mayores probabilidades de hospitalización (OR ajustado [aOR], 1,82; intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,64-2,01; P < 0,001), ingreso en la UCI (aOR 2,39; IC 95% 1,96-2,92; P < 0;001) y muerte (aOR 1,75; IC 95% 1,52-2,01; P < 0,001).
- En un estudio observacional retrospectivo (también “preprint”)(13) se planteó como objetivo determinar las características demográficas y clínicas pre-existentes asociadas con una mayor gravedad de la COVID-19. En una muestra de 442 pacientes con infección confirmada, requirieron ingreso hospitalario 214 (48%) , de los cuales más de un tercio (N = 77; 36%) requirieron cuidados intensivos y casi una cuarta parte (24,3%) requirió intubación. Entre los pacientes que precisaron ingreso pero no en UCI, el 57 % eran varones y entre los que precisaron ingreso en UCI el 74% lo eran. En el modelo multivariable ajustado entre las variables que se asociaron de forma significativa con la gravedad de la enfermedad se incluyó sexo masculino (OR 2,01; IC 95% 1,34-3,04; P = 0,001). Limitando el análisis a los pacientes que requirieron hospitalización, el sexo masculino seguía siendo el marcador de riesgo más importante de enfermedad grave (OR 2,53; IC 95% 1,36-4,70; P = 0,003). Entre los pacientes cuya gravedad requirió hospitalización, el sexo masculino se asoció además con mayor necesidad de cuidados intensivos e intubación (OR 2,41 [1,27-4,55] y OR 2,99 [1,41-6,36], respectivamente).
- En nuestro entorno también se identifica un estudio de cohortes(14) con datos recopilados prospectivamente del Sistema de Información para la Investigación en Atención Primaria (SIDIAP; www.sidiap.org) de Cataluña. Se incluyeron todas las personas de 15 años o más con COVID-19 identificado por una prueba de reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa positiva para SARS-CoV-2 y / o un diagnóstico clínico registrados en AP desde el 15 de marzo de 2020 hasta el 24 de abril de 2020. Se analizó la tasa de ingreso hospitalario y la letalidad a los 30 días en 121.263 casos de COVID-19, con un total de 98.004 (80,8%) casos incluidos en el análisis de mortalidad, y de 95.467 (78,7%) incluidos en el análisis de ingresos hospitalarios. De estos 95.467 casos, un 14,6% [14,4-14,9] fueron hospitalizados en el mes posterior al diagnóstico, con predominio masculino (19,2% vs 11,3%), alcanzando un máximo a las edades de 75-84 años. La mortalidad general a los 30 días fue del 4,0% [IC 95% 3,9% -4,2%], mayor en hombres (4,8%) que en mujeres (3,4%), mayor con la edad, y mayor en personas que residen en hogares de ancianos (25,3% [24,2 % a 26,4%]).