Se han revisado guías de práctica clínica (GPC)(1-7) y sumarios de evidencia(8-10) que abordan el manejo de la crisis convulsiva o del estado epiléptico y, en general, en todos se menciona la necesidad de mantener permeable la vía aérea, sin hacer referencia específica al uso de una cánula orofaríngea para tal finalidad.
Por ejemplo, en la GPC de 2016 de la “American Epilepsy Society”(4) respecto a la atención inicial de paciente habla de: estabilizar al paciente, asegurando entre otras cosas la vía aérea; valorar la oxigenación, proporcionando oxígeno por cánula nasal o mascarilla; y considerar la intubación en caso de que se precise soporte respiratorio.
En la GPC sobre el manejo de la crisis epiléptica de la “Australian Resuscitation Council”(5) también se establece la necesidad de mantener la vía aérea pero además se indica, en el apartado de no hacer, que no se fuerce la apertura de la boca de la víctima ni intente insertar ningún objeto en la boca.
De forma similar, en el sumario de evidencia de Best Practice(9) se comenta que debería asegurarse la vía aérea del paciente y que, a pesar de la breve hipoxia, la mayoría de los pacientes respiran eficientemente durante el estado convulsivo si la vía aérea está permeable. Añade que asegurar la vía aérea puede ser un desafío durante las convulsiones continuas y que en casos extremos se puede optar por el bloqueo neuromuscular (utilizando un medicamento de acción corta como el vecuronio).
No obstante, el sumario de evidencia de Dynamed(10), utilizando como referencia un protocolo de la Clínica Mayo de 2003(11), señala que el manejo no farmacológico del estado epiléptico incluye, entre otros aspectos la evaluación y el control de la vía aérea, pero añade que:
- la mayoría de los pacientes mantienen una ventilación adecuada si se mantiene la vía aérea;
- los dispositivos orales o nasofaríngeos complementados con oxígeno a través de la cánula nasal o ventilación con máscarilla generalmente previenen la hipoxemia;
- las convulsiones prolongadas pueden conducir a la pérdida del tono faríngeo y puede ser necesaria la intubación;
- la intubación puede ser problemática en el estado epiléptico convulsivo generalizado y puede ser necesario el bloqueo neuromuscular;
- el uso de grandes dosis de benzodiacepinas u otros sedantes pueden provocar depresión respiratoria y hacer necesaria la ventilación mecánica.
También en un reciente algoritmo terapéutico elaborado por el Grupo Interdisciplinar de Emergencias Pediátricas (GIDEP) del Servicio Vasco de Salud(12) se indica, que, en el paciente inestable (sigue convulsionando) se haga la valoración ABCDE y dentro del punto A se realice: apertura vía aérea; aspiración de secreciones; mantener vía aérea permeable, si tolera cánula de Guedel.