Según la información localizada la relación existente entre los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y las alergias alimentarias a las proteínas de transferencia de lípidos (LTP) no se basa en una alergia a los AINEs, sino que estos actúan como cofactores capaces de agravar (o desencadenar) la severidad de las reacciones alérgicas a LTP.
Dos de los sumarios de evidencia(1,2) de UpToDate que tratan sobre el síndrome de alergia al polen/alimentos explican que los AINEs, debido a que pueden alterar la degradación de los alergenos implicados así como su absorción y la permeabilidad intestinal, pueden actuar como cofactores que aumentan la severidad de la reacción alérgica en estos pacientes.
Y la revisión narrativa(3) (2018) sobre la interacción de los AINEs y el ejercicio físico en la inducción de la anafilaxia, explica que en los pacientes diagnosticados de “anafilaxia dependiente de alimentos inducida por AINEs” es preciso que el AINE esté presente para que se produzca la reacción alérgica; y los AINEs pueden exacerbar las reacciones en aquellos pacientes diagnosticados de “anafilaxia dependiente de alimentos inducida por el ejercicio”. En el primer caso puede suceder que al realizar las pruebas diagnósticas con AINEs no se reproduzca la reacción alérgica que tuvo lugar en condiciones reales (en las que sí estuvo implicado el alergeno alimentario) porque no es una alergia a AINEs sino una alergia alimentaria donde el AINE actúa como cofactor. Esta revisión también plantea otros mecanismos de actuación de los AINEs mediados a través de la COX y su efecto en los basófilos.