El sumario de evidencia de Uptodate que revisa el uso de inhaladores en adultos(1) hace referencia al dispositivo “In-Check DIAL” indicando que se trata de un dispositivo portátil para medir el flujo inspiratorio y que su objetivo es simular con precisión la resistencia de una variedad de inhaladores de polvo seco o DPI (“dry powder inhalers”), para permitir a los médicos capacitar a los pacientes para llevar a cabo una técnica inspiratoria adecuada, considerando la fuerza y el flujo, y así lograr un depósito óptimo del fármaco en los pulmones. Respecto a su utilidad señala que aún no se ha determinado si el uso de este dispositivo mejora la técnica del paciente para el uso de inhaladores.
La búsqueda realizada en las bases de datos habitualmente consultadas no identifica estudios realizados con el objetivo de evaluar la efectividad del dispositivo “In-Check DIAL” en la mejora del control de los pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), en el ámbito de Atención Primaria o en otro contexto sanitario.
En las guías de práctica clínica (GPC)(2-5) y sumarios de evidencia(6-9) sobre el EPOC que se han revisado tampoco encontramos mención al papel que podrían tener este tipo de dispositivos en el manejo de los pacientes. De la actualización de 2017 de la GPC española sobre el EPOC(5) destacamos que se sugiere que “Al iniciar un tratamiento inhalado se debe hacer una demostración con el paciente y verificar que es capaz de utilizar el dispositivo elegido. También es necesario que el paciente regrese con su dispositivo en la siguiente visita y demuestre la técnica inhalatoria para poder comprobar que se realiza con éxito”.
Para facilitar la elección del dispositivo de inhalación más adecuado, consideramos de interés una revisión que publicó en 2018 (y actualizó en abril de 2019) el Centro Andaluz de Documentación e Información de Medicamentos (CADIME)(10) sobre el uso dispositivos de inhalación para asma y EPOC. De entre los puntos clave del documento extraemos que:
- Para que el tratamiento inhalado administre las dosis óptimas de los fármacos, es fundamental: la adecuación del dispositivo para cada paciente y que la técnica de administración sea correcta.
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La elección del dispositivo es complicada porque hay numerosos dispositivos, con diferentes técnicas de administración y por ser muy escasas las evidencias disponibles. Para una elección adecuada hay que tener en cuenta: las características clínicas, comorbilidades, edad y capacidad para realizar la técnica inhalatoria (destreza, estado cognitivo) en relación con los fármacos y dispositivos a utilizar.
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Los inhaladores de cartucho presurizado (ICP) y los de vapor suave (IVS) no precisan un flujo inspiratorio alto, por ello los pacientes deben hacer una inhalación lenta y constante, pero requieren, especialmente los presurizados, coordinación mano-respiración. En los pacientes que no tienen buena coordinación la solución es utilizar el dispositivo presurizado con una cámara de inhalación.
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Los inhaladores de polvo seco (IPS) precisan que los pacientes tengan un flujo inspiratorio alto ya que deben hacer una inhalación rápida y profunda, y no requieren de capacidad de coordinación mano-respiración.
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Al prescribir una terapia en inhalación es importante dar al paciente instrucciones claras y precisas verbales y escritas sobre la técnica inhalatoria, incluyendo una demostración física; y, también es importante que el paciente realice un entrenamiento con el dispositivo elegido. Periódicamente se debe evaluar la técnica de inhalación como parte de una revisión clínica estructurada.