El síndrome de Guillain-Barré (SGB) no se considera una contraindicación sino una precaución para la administración de las vacunas contra la gripe y el tétanos en aquellos pacientes que tengan el antecedente de haber presentado dicho síndrome en las seis semanas posteriores a la administración de una vacuna antigripal o con toxoide tetánico, respectivamente(1).
Según una “Respuesta del Experto” de 2016 de la Asociación Española de Vacunología, en caso de existir el nexo entre el SGB y las vacunas, el riesgo de recurrencia es muy bajo y se debe vacunar en función del riesgo/beneficio(2).
El sumario de evidencia (SE) de DynaMed(3) sobre el SGB comenta que los estudios epidemiológicos demuestran que no hay una asociación entre la mayoría de las vacunas y dicho síndrome o que la evidencia disponible es escasa y controvertida. Respecto a la vacuna de la gripe recomienda evitarla en aquellos pacientes sin factores de riesgo para complicaciones graves de la gripe que tengan un antecedente de SGB en las 6 semanas posteriores a la administración de una vacuna antigripal.
Y el SE de UpTodate(4) que aborda el pronóstico del SGB en adultos explica que el riesgo del SGB asociado a las vacunas es muy bajo y sustancialmente menor que el riesgo global que para la salud tiene una gripe. Según los autores, la valoración de la vacunación en los pacientes con SGB debe hacerse de forma individualizada y siguiendo las siguientes recomendaciones:
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no se recomiendan las inmunizaciones durante la fase aguda del SGB ni durante el año posterior;
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después del año debe revisarse la necesidad de las vacunas de forma individual;
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se sugiere la evitación de cualquier vacuna dentro de las 6 semanas tras el inicio de un SGB.
El sumario considera que en aquellos pacientes con un antecedente de SGB no provocado por una vacuna antigripal y con factores de riesgo para tener complicaciones severas por la gripe los beneficios de la vacuna justificarían su administración anual.
En 2013 se publicaron los resultados de un gran estudio retrospectivo(5) (California), que abarca 13 años y más de 30 millones de personas/año, con un total de 415 casos confirmados de SGB; 25 de los casos habían recibido una vacuna las 6 semanas antes (ningún niño) y 18 eran de la gripe (se administraron 6.841.901 vacunas antigripales durante el periodo de estudio). Tras analizar los antecedentes de vacunación en las 6 semanas previas así como el antecedente de otros posibles factores etiológicos y realizar el análisis estadístico, no se encontró relación entre la vacuna de la gripe o cualquier otra vacuna y la aparición de SGB.
El comentario editorial(6) en el mismo número de la revista en que fue publicado este estudio explica que la única vacuna que se ha asociado con un aumento del riesgo de SGB es la vacuna de la rabia producida en cerebro de ratón y plantea que se puede afirmar de forma razonable que en caso de que el riesgo de SGB se deba a la vacunación, los beneficios de la vacunación superan ampliamente el riesgo extremadamente bajo de aparición de SGB (menor de 1-2 casos por millón de vacunados).