La infección hospitalaria (nosocomial) es un importante problema, principalmente para recién nacidos (RN) prematuros y RN a término con enfermedad que requieren hospitalización prolongada. Los RN a término sanos tienen tasas de infección 1%. En los RN que se encuentran en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN), la incidencia aumenta a medida que disminuye el peso en el momento del nacimiento.
En los RN a término, la infección hospitalaria más frecuente es la infección cutánea por Staphylococcus aureus (tanto sensible, como resistente a la meticilina). En RN de muy bajo peso (menos de 1.500 gr), los microorganismos grampositivos causan alrededor del 70% de las infecciones. Los microorganismos gramnegativos, como Escherichia Coli, Klebsiella, Pseudomonas, Enterobacter, y Serratia, son responsables de alrededor del 20% de los casos. Los hongos (Candida albicans y C. parapsilosis) causan aproximadamente el 10%.
Esta pregunta es igual a otra realizada al servicio Preevid en el año 2008; para elaborar la respuesta se ha actualizado la búsqueda en las bases de datos habituales de este servicio, y se han encontrado varios SE(1,2) y una guía práctica de la Organización Mundial de la Salud (OMS)(3), que indican que en todas las áreas sanitarias hay que aplicar las recomendaciones estándar para la prevención de las infecciones nosocomiales, tanto en la población adulta como en pediatría.
Un manual MSD(4), sobre infecciones hospitalarias en neonatos, refiere que hay que basar la prevención en UCIN en los siguientes puntos:
- Medidas para reducir la colonización por S. aureus
- Prevención de la colonización y la infección en UCIN.
- Higiene de manos.
- La limpieza con preparados de alcohol es tan eficaz como el agua y jabón para reducir los recuentos de colonias bacterianas de las manos, pero si las manos están visiblemente sucias, deben lavarse con agua y jabón. Las incubadoras ofrecen limitado aislamiento protector; las partes externas e internas de las unidades se contaminan rápida e intensamente, y es probable que haya contaminación de las manos y los antebrazos del personal. Las precauciones universales respecto de sangre y líquidos orgánicos suman mayor protección.
- Vigilancia de la infección.
- En una epidemia, es útil identificar la cohorte de RN enfermos o colonizados y asignarle un personal de enfermería distinto. Se requiere vigilancia continuada durante 1 mes después del alta a fin de evaluar la adecuación de los controles instituidos para terminar con una epidemia.
- Antibióticos si se precisan.
- Por lo general, el tratamiento antimicrobiano profiláctico no es eficaz, acelera la aparición de bacterias resistentes y modifica el equilibrio de la flora normal del RN. Sin embargo, durante una epidemia confirmada en una sala de RN, pueden considerarse antibióticos contra patógenos específicos; p. ej., penicilina para la profilaxis contra infección por estreptococos grupo A.
- Vacunación.
- Deben administrarse vacunas inactivadas según el cronograma habitual a cualquier lactante que se encuentre en el hospital en ese momento. Las vacunas de virus vivos (p. ej., la vacuna contra el rotavirus) no se pautan hasta el momento del alta para evitar la propagación del virus de la vacuna en el hospital.
Respecto a las medidas para reducir la colonización por S. aureus y prevención de la colonización y la infección en UCIN:
Un SE(5) que trata sobre la prevención y control de la infección causada por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) en niños, refiere que en UCIN, la colonización por SARM y la infección se asocian con una morbilidad considerable en los neonatos. Además de las estrategias de prevención básicas, la vigilancia activa y la descolonización dirigida o universal pueden estar justificadas en una unidad con una incidencia inaceptablemente alta de SARM o para controlar un brote. No obstante, la evidencia de que estas estrategias son efectivas, es limitada.
- La vigilancia activa en UCIN sin descolonización no parece afectar la incidencia de SARM. En un estudio observacional, la vigilancia activa combinada con el aislamiento de una cohorte de pacientes durante un período de siete años no se asoció con una disminución constante en la incidencia de SARM.
- La vigilancia activa y descolonización dirigida erradican con éxito el transmisión de S. aureus a corto plazo, pero la recolonización es común. En un ensayo multicéntrico, 155 RN de UCIN < 24 meses de edad que fueron colonizados con S. aureus fueron asignados al azar a cinco días de tratamiento con mupirocina tópica cada ocho horas (intranasal, periumbilical y perianal) o ningún tratamiento. La mupirocina dio lugar a una descolonización primaria en el día 8 (94 versus 5 por ciento), pero más del 50% de los bebés tratados se recolonizaron el día 22 y el 70% en el día 85.
- La descolonización dirigida también puede reducir el riesgo de una infección posterior por SARM en neonatos colonizados. En un estudio experimental, la descolonización (pomada de mupirocina aplicada a las fosas nasales y el ombligo dos veces al día durante cinco días) de los neonatos colonizados se asoció con una tasa reducida de infección clínica por SARM (3 versus 16%). En el ensayo multicéntrico descrito anteriormente, menos neonatos descolonizados desarrollaron infecciones clínicamente significativas por S. aureus, pero el resultado no fue estadísticamente significativo.
- La descolonización universal de los pacientes de la UCIN puede justificarse si otras estrategias han fallado pues la evidencia de eficacia y seguridad es limitada. En estudios cuasi-experimentales, la descolonización universal de los recién nacidos en UCIN con mupirocina se asoció con el control de brotes y la disminución de la prevalencia de SARM.
- Respecto al régimen de descolonización óptimo para los RN prematuros se indica que es incierto. La mayoría de los estudios han usado ungüento de mupirocina en lugar de clorhexidina para la descolonización tópica. La clorhexidina tópica puede causar irritación y quemaduras en la piel y puede ser absorbida sistémicamente en los recién nacidos. Los regímenes de descolonización tópica para los neonatos incluyen:
- Pomada de mupirocina aplicada a las regiones intranasal, periumbilical y perianal dos veces al día durante cinco días.
- Pomada de mupirocina aplicada a las regiones intranasal y periumbilical, la piel erosionada y las heridas dos veces al día durante la hospitalización.
- Pomada de mupirocina aplicada a la región intranasal tres veces al día durante tres días, y luego tres veces por semana.
Un ensayo clínico aleatorizado (ECA)(6), cuyo objetivo fue evaluar la eficacia de la limpieza de la piel con clorhexidina (CHD) en la prevención de la sepsis nosocomial neonatal, se realizó en un centro de atención terciaria del norte de la India. Alrededor de 140 neonatos elegibles se asignaron al azar al grupo de intervención (se limpió con solución de CHD hasta el día siete de vida) o al grupo control (se limpió con agua tibia). El resultado primario estudiado fue determinar la disminución en la incidencia de sepsis nosocomial neonatal (hemocultivo probado) en el grupo de intervención.
De los 140 neonatos inscritos, 70 fueron asignados a cada grupo. La proporción de hemocultivo positivo entre el grupo de CHD fue de 3,57%, mientras que la proporción de hemocultivo positivo entre el grupo control fue de 6,85%. Hubo una tendencia hacia una reducción de la sepsis probada mediante hemocultivo en el grupo de intervención, aunque el resto no fue estadísticamente significativo. Se observó una tendencia decreciente similar en las tasas de colonización de la piel, la duración de la estancia hospitalaria y la duración del tratamiento con antibióticos. Los autores llegaron a la conclusión que la limpieza cutánea con CHD disminuye la incidencia de sepsis en hemocultivos y podría ser una intervención fácil y barata para reducir la sepsis neonatal en países donde la tasa de mortalidad neonatal es alta debido a la sepsis.