[Los probióticos han sido definidos por la OMS/FAO/ UNU como microorganismos vivos que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, pueden aportar beneficios para la salud del huésped; por otro lado el término prebiótico se refiere a ingredientes no digeribles de los alimentos, que al ser fermentados selectivamente dan lugar a cambios específicos en la composición y/o la actividad de la flora gastrointestinal, y pueden conferir así beneficios a la salud del huésped]
Tras la búsqueda realizada con los recursos habituales de este servicio no se ha identificado ningún documento que indique que no sea seguro tomar probióticos o prebióticos durante el embarazo. La evidencia encontrada (aunque de calidad limitada y pendiente de confirmar con más estudios) sugiere que el uso de probióticos durante el embarazo puede tener efectos maternos beneficiosos, como un menor riesgo de eventos inflamatorios y preeclampsia, y un mejor metabolismo de la glucosa.
Se han seleccionado dos sumarios de evidencia (SE), tres revisiones sistemáticas (RS), dos ensayos clínicos aleatorizados (ECA) y dos revisiones narrativas.
Un SE(1) indica que el consumo de suplementos probióticos es cada vez más popular y que los estudios sobre el uso de probióticos durante el embarazo no informaron un aumento en el riesgo de resultados fetales adversos, aunque los datos aun son limitados. Algunas evidencias sugieren que el uso de probióticos durante el embarazo puede tener efectos maternos beneficiosos, como un menor riesgo de eventos inflamatorios y preeclampsia, y un mejor metabolismo materno de la glucosa.
Las combinaciones de ciertas cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, junto con una mayor duración del tratamiento, pueden ser las más beneficiosas.
En otro SE(2) se indica que el uso de probióticos durante el embarazo puede reducir la preeclampsia (evidencia de nivel 2 [nivel medio]), según una revisión sistemática(3) con evidencia limitada, de 3 estudios (2 ensayos aleatorios y 1 estudio de cohorte) que evalúan el uso de probióticos en el embarazo y los resultados metabólicos maternos:
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El uso de probióticos durante el embarazo se asoció con un riesgo reducido de preeclampsia grave (cociente de probabilidad 0,79; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,66 a 0,96) en un estudio de cohorte que incluyó a 33.399 mujeres.
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El consumo de yogur probiótico puede disminuir los niveles maternos de proteína C reactiva de alta sensibilidad comparado con el yogur convencional (p = 0,001) en 1 ensayo con 70 mujeres.
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Los resultados de esta RS(3) también informan sobre los efectos significativos de una intervención de asesoramiento de suplemento dietético con probióticos sobre:
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Glucemia materna: 4,45, 4,60 y 4,56 mmol / L al comparar los grupos con dieta / probióticos, dieta / placebo y control / placebo, respectivamente (p = 0,025)
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Concentración de insulina: 7,55; 9,32 y 9,27 mU / L para los grupos de dieta / probiótico, dieta / placebo y control / placebo, respectivamente (p = 0,032).
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Incidencia de diabetes mellitus gestacional (DMG):13%, 36% y 34% en los grupos de dieta / probióticos, dieta / placebo y control / placebo respectivamente (p = 0,003).
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Adiposidad central a los seis meses después del parto (odds ratio [OR] = 0,30; IC 95% 0,11–0,85; p = 0,023; ajustado para el índice de masa corporal inicial [IMC]).
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Una RS(4) con metanálisis investigó el riesgo de parto prematuro y otros resultados adversos del embarazo en mujeres embarazadas que toman probióticos, prebióticos o simbióticos. Se incluyeron 27 estudios, ninguno de ellos utilizó simbióticos, uno utilizó prebióticos y el resto utilizó probióticos. La asignación al azar para tomar probióticos durante el embarazo no aumentó ni disminuyó el riesgo de parto prematuro < 34 semanas (riesgo relativo [RR]= 1,03, IC del 95% 0,29 a 3,64) ni el parto prematuro < 37 semanas (RR= 1,08, IC del 95% 0,71a 1,6), o la mayoría de los resultados secundarios analizados, incluida la DMG. Esta RS concluye que no se encontraron pruebas de que tomar probióticos o prebióticos durante el embarazo aumente o disminuya el riesgo de parto prematuro u otros resultados adversos del embarazo materno y infantil.
Otra RS(5) Cochrane de 2018 que tuvo como objetivo comparar la eficacia de la administración materna de probióticos versus placebo o ninguna intervención durante el embarazo para la prevención del parto prematuro y la prevención de la morbilidad y la mortalidad de los lactantes prematuros. Incluyó 12 ECA y los probióticos considerados fueron los de los géneros Lactobacillus, Bifidobacterium o Saccharomyces.
No encontró beneficios ni daños apreciables para los recién nacidos como resultado de la suplementación oral con probióticos maternos de mujeres embarazadas con bajo riesgo de parto prematuro o madres de recién nacidos prematuros después del nacimiento
Una RS(6) con metanálisis exploró la eficacia del suplemento probiótico en la diabetes mellitus gestacional, incluyó seis ECA con 830 pacientes en el metanálisis. El resultado primario fue la insulina sérica y la glucosa en plasma en ayunas.
Se encontró que la intervención con suplementos probióticos reducía significativamente la insulina sérica en ayunas (diferencia de medias estandarizada [DME]= -0,95; IC del 95% = -1,73 a -0,17; p <0,00001) y la resistencia a la insulina (DME = -1,12; IC del 95% = -2,05 a -0,18; p =0,02), pero no mostró un impacto sustancial en la glucosa plasmática en ayunas (DME = -0,49; IC del 95% = -1,05 - 0,08; p = 0,09), edad gestacional (DME = 0,07; IC 95% = -0,20-0,34; p = 0,63), y peso gestacional (DME= -0,11; IC 95% = - 0,38-0,16; p = 0,43).
En este caso los autores concluyen que la suplementación con probióticos reducía significativamente la resistencia a la insulina y la insulina sérica en ayunas, pero no tenía una influencia sustancial sobre la glucosa plasmática en ayunas, la edad gestacional y el peso gestacional.
Un ECA(7) cuyo objetivo principal fue evaluar el efecto de un suplemento nutricional materno enriquecido con probióticos durante el embarazo y la lactancia temprana sobre la incidencia de diarrea infantil. Las mujeres sanas y embarazadas (24-28 semanas de gestación) fueron aleatorizadas 1: 1: 1 para no recibir suplemento (GC) o recibir dos porciones por día de un suplemento oral (140 kcal / porción) que proporcionó 7,9 g de proteínas, multivitaminas / minerales y enriquecido (GI-1) o no (GI-2) con los probióticos Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium lactis, desde el tercer trimestre del embarazo hasta al menos 2 meses después del parto. El efecto sobre la salud materna, el crecimiento fetal, el crecimiento y la morbilidad infantil también fueron evaluados y analizados por ANOVA.
Se incluyeron un total de 208 pares de madres / bebés en el análisis. No se observaron diferencias significativas en la incidencia de diarrea infantil entre los tres grupos de estudio. El aumento medio de peso materno en el parto fue similar entre los grupos, a pesar de un aumento en la ingesta calórica en los grupos suplementados. No se observaron resultados adversos relacionados maternos o fetales. Los autores concluyen que el suplemento nutricional materno con o sin probióticos administrados al final del embarazo y la lactancia temprana fue bien tolerado y seguro.
Otro ECA(8) cuyo objetivo fue evaluar si la suplementación con el probiótico Lactobacillus rhamnosus HN001 (HN001) puede reducir la prevalencia de DMG. Se realizó un ensayo paralelo, doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo en Nueva Zelanda (NZ) (Wellington y Auckland). Las mujeres embarazadas fueron asignadas al azar, a las 14-16 semanas de gestación, a recibir HN001 (6 × 109 unidades formadoras de colonias) (n=212) o placebo (n= 211) diariamente. La DMG a las 24-30 semanas se evaluó mediante la definición de la Asociación Internacional de Diabetes y Grupos de estudio de embarazo (IADPSG, por sus siglas en inglés). Todos los análisis fueron por intención de tratar. Un total de 184 (87%) mujeres tomaron HN001 y 189 (90%) mujeres tomaron placebo. Hubo una tendencia hacia menores tasas relativas de GDM (definición IADPSG) en el grupo HN001 (RR 0,59; IC 95% 0,32-1, 08; P = 0,08) HN001 se asoció con tasas más bajas de GDM en mujeres de ≥35 años (RR 0,31; IC del 95% 0,12-0,81, P = 0,009) y mujeres con antecedentes de GDM (RR 0,00; IC del 95 % 0,00-0,66, P = 0,004). Estas tasas no difirieron significativamente de las de las mujeres sin estas características. Usando la definición de NZ, la prevalencia de GDM fue significativamente menor en el grupo HN001, 2,1% (IC 95% 0,6-5,2) versus 6,5% (IC 95% 3,5, 10,9) en el grupo placebo (p = 0,03). Se concluye que la suplementación con HN001 desde las 14 a las 16 semanas de gestación puede reducir la prevalencia de DMG, particularmente entre las mujeres mayores y aquellas con DMG previa.
Una revisión narrativa(9) sobre el impacto de la suplementación con probióticos durante el embarazo y la infancia, sugiere un papel protector en la preeclampsia, la diabetes mellitus gestacional, las infecciones vaginales, el aumento de peso materno infantil y las enfermedades alérgicas. No obstante, indica que se necesitan ensayos clínicos controlados aleatorios grandes, bien diseñados, junto con análisis metagenómicos para confirmar el papel de los probióticos en los resultados del embarazo y la infancia.
Por último otra revisión narrativa(10) sobre la administración de prebióticos enterales, probióticos y simbióticos durante el embarazo, la lactancia y la vida postnatal, también concluye que este parece ser un método seguro y viable para alterar el microbioma materno y neonatal, mejorando así el embarazo y los resultados neonatales.