Tras la búsqueda realizada no se han encontrado estudios sobre cuidados de de enfermería para reducir el insomnio durante la fase maniaca en personas con trastorno bipolar.
Se ha encontrado una Guía de Práctica Clínica(GPC)(1) en la que se indica que para tranquilizar de manera rápida, a las personas con episodios de agitación aguda, que es fundamental actuar sobre los factores ambientales y sociales, reduciendo la estimulación, facilitando una estructura que permita utilizar técnicas de “desescalada” y de contención verbal que reaseguren y tranquilicen a la persona y prevengan la aparición de la violencia
En esta misma GPC sobre Trastorno Bipolar se identifica una serie de intervenciones enfermeras (NIC) para reducir el insomnio en personas con trastorno bipolar, sin especificar si se trata de una fase maníaca o no :
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2380 Manejo de medicación.
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1850 Mejorar el sueño.
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0200 Fomento del ejercicio.
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1460 Relajación muscular progresiva.
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6040 Terapia de relajación simple.
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6000 Imaginación simple dirigida.
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5880 Terapia de relajación.
Por otro lado una revisión narrativa(2) que trata sobre las alteraciones circadianas y del sueño en el trastorno bipolar, analiza las implicaciones de estas alteraciones en la participación multisistémica y aborda las herramientas cronoterapéuticas para el tratamiento del trastorno bipolar. Señala que, los pacientes con trastorno bipolar, muestran una alteración de la ritmicidad en la temperatura corporal y los ritmos de melatonina, una alta variabilidad diaria en la actividad y el tiempo de sueño, alteraciones persistentes de los ciclos de sueño o vigilia, incluidas alteraciones de la continuidad del sueño. Con cronoterapia se refiere a un conjunto de tratamientos basados en el conocimiento actual de la cronobiología que utiliza la exposición controlada a estímulos ambientales para arrastrar el sistema circadiano. Las cronoterapias utilizadas en el trastorno bipolar incluyen la terapia con luz brillante, la terapia con oscuridad, la terapia con estela (falta total o parcial de sueño) o una combinación de éstas. Además, las intervenciones conductuales dirigidas a fortalecer los patrones de comportamiento diarios, a saber, la terapia de ritmo interpersonal y social (IPSRT) y la terapia conductual cognitiva para el insomnio (CBT-I), también se han aplicado con éxito en el tratamiento del trastorno bipolar.