En una pregunta publicada en el Banco de preguntas de Preevid en 2013 (ver abajo) se revisa la eficacia, en adultos, de los cepillos dentales eléctricos frente a los cepillos dentales manuales en cuanto a la eliminación de la placa bacteriana y la gingivitis. Los documentos seleccionados, en general, concluyen que los cepillos eléctricos obtienen una reducción mayor, aunque modesta, sobre la eliminación de la placa y la gingivitis frente a los cepillos manuales; además se incluye una revisión sistemática que encuentra que ambos tipos de cepillos son igual de seguros.
Centrando en este caso la respuesta en valorar la eficacia de los cepillos eléctricos frente a los manuales en población pediátrica obtenemos que:
En base a una revisión sistemática de la Cochrane(1), el uso de cepillos eléctricos, frente a los manuales, consigue una mayor reducción de la placa dental y de la gingivitis a corto y a largo plazo, en niños y adultos. Sin embargo, la significación clínica de estos hallazgos, en cuanto a la efectividad en la reducción de caries y enfermedad periodontal, no está clara.
También se informa de una mayor eficacia de los cepillos eléctricos (en concreto de los cepillos con movimiento de rotación-oscilación) para la reducción de la placa en un reciente ensayo clínico aleatorio (ECA) cruzado(2), realizado en población pediátrica, del que caben destacar las limitaciones metodológicas que presenta y sus potenciales conflictos de intereses al estar financiado por la industria.
Por otra parte, se han revisado guías de práctica clínica (GPC) sobre salud oral aunque sólo en tres de ellas se hace referencia al tipo de cepillo dental aconsejado(3-5) (dos de ellas centradas en niños(3,4)). En todas se indica que el factor más importante es utilizar el cepillado como un medio efectivo de administrar fluoruro, al menos dos veces al día, independientemente de si se usa un cepillo eléctrico o manual.
No obstante, en una de las GPC(3) se señala que, como las cerdas de los cepillos eléctricos son duras, no serían recomendables en niños con una mucosa frágil. En esta misma guía se indica además que los cepillos de dientes eléctricos pueden ser útiles en niños o jóvenes con limitaciones en sus habilidades cognitivas o motrices a los que les resulta difícil usar un cepillo de dientes manual.
En la revisión sistemática de la Cochrane(1), actualizada en 2014 en su versión inglesa , se comparan los cepillos de dientes manuales y eléctricos en el uso diario, por personas de cualquier edad, en relación, entre otras variables, con la eliminación de la placa dental, la salud de las encías, los efectos adversos y el coste.
Se incluyeron 56 ECAs en los que se evaluó, en niños y adultos, el efecto en la salud bucal del cepillado dental no supervisado durante al menos cuatro semanas con cepillo eléctrico versus cepillo manual. Se excluyeron los ensayos que solo comparaban diferentes tipos de cepillos motorizados o aquellos que comparaban diferentes tipos de cepillos manuales. Sólo 51 de los 56 ensayos, aportaron datos para el metaanálisis (4.624 pacientes).
En el 77% de los ensayos, la población incluida fue adulta.
El metaanálisis encuentra que, tanto a corto (1-3 meses) como a largo plazo (> 3 meses), los cepillos eléctricos consiguen una mayor reducción de la placa dental y de la gingivitis sin que se apreciase una relación aparente entre el uso de cepillos de dientes eléctricos y un trauma de los tejidos blandos.
Como implicaciones para la práctica los autores comentan que esta revisión muestra que, en comparación con los cepillos de dientes manuales, los cepillos de dientes eléctricos son más efectivos reduciendo la placa y la gingivitis a corto y largo plazo: la placa se redujo en un 11% (Índice de Quigley-Hein, modificación de Turesky) a los 1-3 meses (40 ensayos) y un 21% con el uso a largo plazo (14 ensayos); con respecto a la gingivitis, se produjo una reducción del 6% (Índice de Löe Silness) a los 1-3 meses (44 ensayos) y una reducción del 11% a largo plazo (16 ensayos).
El mayor cuerpo de evidencia fue para los cepillos de oscilación - rotación (27 ensayos) que demostraron una reducción estadísticamente significativa tanto en la placa como en la gingivitis y en ambos puntos temporales.
No obstante, los autores también destacan que no está clara la importancia clínica de estos hallazgos (quedan pendientes de conocer los beneficios en la prevención de la periodontitis y la caries dental); además, no hay datos consistentes sobre el coste y los potenciales efectos secundarios.
En el ECA comentado, de diseño cruzado(2), se compara la eliminación de placa dental con un cepillo eléctrico con movimiento de oscilación - rotación frente a un cepillo de dientes manual en 41 niños, de 8 a 11 años de edad, que fueron asignados aleatoriamente a 4 secuencias de tratamiento en las que se alternaba el uso, supervisado, de un cepillo de dientes eléctrico giratorio-oscilante o un cepillo de dientes manual. Entre las secuencias de tratamiento había un periodo “de lavado” de entre 48 horas y una semana en el que el niño seguía sus cuidados dentales habituales en casa.
Dos examinadores evaluaron la placa antes del cepillado (basal) y post-cepillado usando la modificación de Turesky del índice de placa Quigley-Hein.
Al analizar los resultados se observó que tanto el cepillo eléctrico como el cepillo manual proporcionaron reducciones medias de placas estadísticamente significativas frente al nivel de placa basal (P <0,001). Sin embargo, para ambos examinadores, la eliminación de placa fue significativamente mayor (P <0,001) con el cepillo eléctrico que con el manual, en denticiones permanentes y mixtas.