La neumonía redonda, o esférica, recibe ese nombre por la morfología que presenta en la radiografía de tórax cuando se diagnostica. Es más frecuente en niños y se ha asociado, en ocasiones, a otra patología de base(1).
En una pregunta previa, formulada al servicio preevid en abril de 2014, sobre la necesidad de solicitar una radiografía de tórax en el seguimiento clínico tras una neumonía(2) no se recomendaba su realización en niños con una buena evolución; pero, de acuerdo con una guía de práctica clínica(3), debería ser considerada en aquellos niños diagnosticados de neumonía redonda, o de un colapso pulmonar.
La actualización de la búsqueda no ha identificado versiones posteriores a dicha guía, publicada en 2011(3) y en la que la recomendación de realizar la radiografía de seguimiento en niños con el diagnóstico de neumonía redonda, tiene un grado B+(*)
* Ver clasificación de la evidencia y de las recomendaciones en el texto completo de la guía.
Los sumarios de evidencia de Uptodate (1,4) y de Dynamed plus(5) incluyen también la recomendación de valorar la solicitud de una radiografía de tórax en el seguimiento de pacientes diagnosticados de una neumonía redonda, a las 4-6 semanas de haber iniciado la terapia con antibióticos.
- Los sumarios de Uptodate(1,4) lo hacen basados fundamentalmente en una revisión retrospectiva de 109 niños diagnosticados de neumonía redonda(6). Aunque en esta serie el 95% de los niños con neumonía redonda se resolvían las imágenes radiográficas satisfactoriamente, los sumarios señalan que las radiografías de seguimiento, de dos a tres semanas después de la finalización de la terapia, pueden ser útiles para evaluar diagnósticos alternativos o condiciones coincidentes en niños con neumonía recurrente, síntomas persistentes, atelectasia grave, infiltrados inusuales o neumonía redonda. Describen que las condiciones que se deben considerar si una neumonía redonda no se resuelve en las imágenes de seguimiento, incluyen secuestro pulmonar congénito, tumor de Wilms metastásico, necrosis cavitaria, pseudoquiste pleural y carcinoma primario de pulmón .
- El sumario de Dynamed plus(5):
- Basado en una guía de práctica clínica(7) recomienda obtener radiografías de tórax repetidas en niños diagnosticados de neumonía sólo en los que no muestran mejoría clínica o tienen síntomas progresivos o deterioro clínico dentro de las 48-72 horas posteriores al inicio del tratamiento con antibióticos y obtener radiografías de tórax repetidas 4-6 semanas después del diagnóstico de neumonía adquirida en la comunidad en pacientes con neumonía recurrente que involucra el mismo lóbulo y en pacientes con colapso lobar en la radiografía de tórax inicial para considerar anomalía anatómica, masa torácica o aspiración de cuerpo extraño.
- Basado en la guía inglesa ya citada de 2011(3) recomienda que la radiografía de tórax de seguimiento se considere en niños con colapso lobar, neumonía aparente redonda o síntomas persistentes.
La actualización de la búsqueda, ha identificado un documento realizado para responder una pregunta clínica similar a la planteada, publicado en diciembre de 2017(8): ¿Se requiere radiografía de seguimiento en un niño con hallazgos clínicos y radiológicos que se correspondan con la neumonía redonda? . De acuerdo a las series y estudios publicados en niños concluye que en el caso de buena evolución, no sería necesario realizar una radiografía de seguimiento, ni a las 72 horas, ni a las 4 o 6 semanas del inicio del proceso.
- Dada la ausencia de evidencia en las recomendaciones previas realizadas sobre solicitar una radiografía de control en niños con neumonía redonda, se planteó una búsqueda en la base de datos Medline, seleccionando cinco documentos: series de casos o estudios de casos y controles.
- Estos estudios sugerían que una radiografía de tórax de seguimiento tiene un valor muy limitado, en niños con neumonía redonda que responden bien clínicamente al tratamiento apropiado. Todas las radiografías de seguimiento, realizadas a estos niños a los 2 meses, mostraron una resolución completa. No se diagnosticó erróneamente ningún caso de neumonía redonda en niños con una buena evolución.
- Los autoresaceptaron ampliamente que la radiografía de tórax de seguimiento de rutina no está indicada en niños con neumonía redonda no complicada que han respondido bien a la terapia antibiótica adecuada. Y reflexionan que "nuestra práctica actual de realizar radiografías de seguimiento en niños con neumonía redonda, probablemente sea una extensión de la práctica adulta, donde el cáncer de pulmón es común", por el contrario, la neumonía redonda es una entidad bien conocida dentro de la pediatría, siendo excepcional su asociación a procesos de malignidad.