No hemos encontrado series de casos, ni otro tipo de estudios, que nos permitan estimar el riesgo de recurrencia de sangrado (re-sangrado) en deportistas que han sido diagnosticados previamente de un cavernoma intracerebral (también denominado hemangioma cavernoso o cavernomatosis). La tasa de re-sangrado en pacientes diagnosticados previamente de cavernoma intracerebral, y tratados de forma conservadora, oscila según las series de un 3 a un 55% anual. Haber sangrado previamente y una localización infratentorial del cavernoma, suponen factores de riesgo claros para un nuevo sangrado.
Del análisis de varias revisiones sistemáticas recientes de estudios descriptivos(1-4) y de la información contenida en el sumario de evidencia de Uptodate de malformaciones vasculares del sistema nervioso central(5) destacamos que:
- La recurrencia de sangrado variará si el tratamiento de la primera hemorragia provocada por un cavernoma fue intervencionista (quirúrgico o de otro tipo), o se optó por una terapia conservadora.
- Tras un tratamiento conservador del primer episodio de sangrado, la tasa de recurrencia osciló del 3 al 13,2% en lesiones cavernosas supratentoriales y del 19 al 54,8% en lesiones infratentoriales (o del tronco cerebral).
- El riesgo de re-sangrado va disminuyendo con el tiempo de seguimiento, siendo mayor en los dos primeros años de haberse producido el primer sangrado.
- Haber presentado una primera hemorragia y la localización del cavernoma, diferenciando entre supratentorial o infratentorial suponen un factor de riesgo claro para la recurrencia del sangrado; sin que se hayan confirmado otras variables, como edad, género, localización concreta, o la presencia de múltiples cavernomas. No se han identificado estudios que permitan asociar el riesgo de re-sangrado de un cavernoma con la práctica deportiva, o con las cifras de tensión arterial.
Publicada posteriormente a la fecha de búsqueda de las revisiones sistemáticas, se ha localizado una serie de casos (6)con un total de 99 pacientes con hemorragia previa por cavernoma del tronco cerebral (59.6% mujeres, edad promedio 37 ± 13 años). Como tratamiento inicial 37 pacientes (37,4%) se sometieron a cirugía y 62 (62,6%) recibieron tratamiento conservador. La mediana de seguimiento fue de 3,33 años. La tasa de nuevas hemorragias en pacientes con terapia conservadora por paciente/año fue del 10%. El tamaño de la lesión> 18 mm. ["Hazard ratio" (HR), de 3,34, IC 95% 1,54 a 7,26; p = 0,0001] y la ubicación ventral o cruzando el punto medio del tronco encefálico (HR 2,5, IC 95% 1,14 a 5,46; p = 0,022) se asociaron con un riesgo importante de re-sangrado en el análisis univariante; pero solo el tamaño de la lesión> 18 mm. se mantuvo estadísticamente significativo en el análisis multivariante (HR 2,7, IC del 95%: 1,2 a 6,21; p = 0,016).
Una guía de práctica clínica basada consenso de expertos, realizada tras una revisión sistemática(4) contiene un apartado sobre el riesgo que puede suponer la práctica deportiva en el sangrado en pacientes diagnosticados de un cavernoma. Ante la ausencia de estudios, describe el riesgo teórico de sangrado por determinados deportes y en el caso de la práctica de ejercicio extenuante (actividad aeróbica agresiva, levantamiento de pesas), menciona que el ejercicio puede provocar un deterioro del retorno venoso que dé lugar a un aumento de las presiones venosas periféricas; sin que localicen ninguna investigación que permita contrastar esta hipótesis.