Son escasos los estudios que analizan la utilidad diagnóstica de la acumetría (pruebas de Rinne y Weber) para la detección de una hipoacusia y en concreto una hipoacusia neurosensorial unilateral (HNU). En base a una revisión sistemática de estudios de validación de pruebas diagnósticas, ambos tests tienen una validez y precisión diagnóstica limitada para el estudio de un paciente que manifiesta un deterioro auditivo; la revisión plantea que, en este contexto, estas pruebas no deberían usarse de forma rutinaria.
En la revisión sistemática(1), publicada en 2006, se evaluó la fiabilidad y precisión de diversas maniobras clínicas utilizadas para diagnosticar la deficiencia auditiva. Los resultados revelan que las pruebas realizadas con el diapasón (ya sea de 256 Hz o de 512 Hz) no son útiles para aumentar o disminuir la probabilidad de identificar individuos con pérdida de audición neurosensorial unilateral o conductiva unilateral:
- Un resultado de la prueba Weber anormal tiene un cociente de probabilidad positivo (CPP) de solo 1,6 (intervalo de confianza [IC] 95%, 1,0-2,3) a 1,7 (IC 95% 1,0-2,9); mientras que un resultado normal disminuye la probabilidad de hipoacusia con un cociente de probabilidad negativo (CPN) de 0,70 (IC 95% 0,48-1,0) a 0,76 (IC 95%, 0,57-1,0); estos datos la convierten en una prueba inexacta para fines de detección de hipoacusia.
- En cuanto a la prueba de Rinne señala que un resultado anormal aumenta la probabilidad de pérdida auditiva conductiva, pero tiene un amplio rango de CPP (de 2,7 [IC 95%, 2,0-3,5] a 62 [IC 95%, 3,9-970]); la mayoría de los estudios muestran CPP mayores a 15. Por otro lado, un resultado normal de la prueba de Rinne puede ser menos útil para descartar el deterioro de la audición, según lo indicado por el rango de CPN de 0,01 (IC 95%, 0-0,15) a 0,85 (IC 95%, 0,76-0,95), con la mayoría de los CPN mayores a 0,30.
La revisión concluye que las pruebas de Rinne y Weber, en base a una limitada validez y precisión diagnóstica, no se recomiendan para el examen de rutina del deterioro auditivo y no deberían formar parte del plan de estudios médico.
Destacamos que en esta revisión la prueba con mayor validez diagnóstica fue el test de la voz susurrada que mostró un CPP de 6,1 (IC 95% 4,5-8,4) y un CPN de 0,03 (IC 95% 0-0,24).
Los resultados de esta revisión sistemática se referencian en una revisión narrativa de 2011(2), publicada en castellano. En ella se comenta que las pruebas con diapasón de Weber y de Rinne permiten, en la mayor parte de los casos, diferenciar entre una hipoacusia transmisiva y una de tipo neurosensorial y que estas dos pruebas han de realizarse conjuntamente, porque cada una de ellas por separado es incompleta. Respecto a la validez diagnóstica de dichas pruebas reproduce los datos de la revisión sistemática indicando que la prueba de Weber tiene un CPP de 1,6 (IC 95% 1-2,3) y un CPN de 0,7 (IC 95% 0,48-1); para la prueba de Rinne (para un umbral de 30 dB) determina unos CPP de 3,9 (IC 95% 2,7-5,6) (diapasón 256 Hz) y de 2,7 (IC 95% 2-3,5) (diapasón 512 Hz) y unos CPN de 0,01 (IC 95% 0-0,15) (diapasón 256 Hz) y de 0,08 (IC 95% 0,02-0,23) (diapasón 512 Hz).
En este documento también se indica que, para confirmar la pérdida de audición, de todas las pruebas estudiadas, el test de la voz susurrada es el que ha demostrado mayor utilidad.
Se han consultado además un sumario de evidencia(3) y una guía de práctica clínica(GPC)(4) que proporcionan información sobre la interpretación de la acumetría en el contexto de un paciente que consulta por pérdida auditiva:
El sumario de evidencia de Uptodate(3) plantea que las pruebas de Weber y Rinne se pueden usar para ayudar a distinguir la pérdida de audición conductiva de la neurosensorial y describe que:
- En pacientes que manifiestan una disminución unilateral en la audición, la prueba de Weber sugiere una pérdida auditiva neurosensorial si el sonido se lateraliza (es más fuerte) hacia el lado "bueno"; se sospecha de pérdida auditiva conductiva si el sonido se lateraliza hacia el lado "malo".
- Una prueba de Rinne anormal (negativa), con conducción ósea mejor que la aérea, es consistente con pérdida conductiva, particularmente si la prueba Weber también se lateraliza hacia ese lado.
- Cuando la prueba de Weber se lateraliza a un oído en el que Rinne es normal (positivo), debe realizarse la prueba de Rinne en el oído contralateral. Una prueba normal de Rinne en el oído contralateral sugiere pérdida auditiva neurosensorial en este oído contralateral.
De forma similar, en la GPC(4), publicada en 2016 por la “British Society of Audiology”, encontramos que
- Para la prueba de Weber: en un paciente con una audición simétrica o una pérdida de audición simétrica, el sonido debe ser central (el paciente oye el sonido por igual en cada oído o no puede localizar donde se oye mejor el sonido); en caso de un paciente con una pérdida neurosensorial asimétrica (HNU), el sonido debe escucharse en el oído no afectado; y en pacientes con una pérdida auditiva conductiva asimétrica, el sonido debe escucharse en el oído afectado.
- Para el test de Rinne: si la conducción aérea se percibe más fuerte, este es un resultado Rinne positivo, indicando bien sea una audición normal o una pérdida de la audición neurosensorial; si la conducción ósea se percibe más fuerte, este es un resultado negativo de Rinne, que indica un elemento conductivo significativo para la pérdida auditiva.
La guía resume además los resultados de tres estudios de validación de pruebas diagnósticas en los que se evalúan la especificidad y la sensibilidad de las pruebas de Rinne y Weber utilizando como patrón de oro la audiometría: en dos estudios(5,6) la sensibilidad de las mismas se estima en torno al 70% y la especificidad alrededor del 80%; en uno de los estudios cuando se usa la prueba de Weber aisladamente como una herramienta de detección para la pérdida auditiva neurosensorial repentina, su sensibilidad fue del 78%(7).
Señala la guía que el profesional sanitario debe ser consciente de la probabilidad de error al realizar estas pruebas, particularmente si se llevan a cabo de forma aislada, en lugar de como parte de una batería de pruebas.
No se han encontrado otros de estudios de validación de pruebas diagnósticas que aporten mayor información sobre la precisión de la acumetría.