El papel terapéutico que puede tener oseltamivir en un paciente diagnosticado de gripe dependerá de las características intrínsecas del paciente (presencias de comorbilidades, gestación, infancia precoz o edad avanzada; paciente ambulatorio u hospitalizado; etc) y de la enfermedad en sí (grado de complicación de la gripe). Se han consultado tres guías de práctica clínica de reciente publicación(1-3) que, de forma general, recomiendan el uso de oseltamivir, tan pronto como sea posible (preferiblemente en las primeras 48 horas tras el inicio de los síntomas), en pacientes con gripe confirmada o sospechada que:
- tienen una enfermedad grave, complicada o progresiva,
- requieren hospitalización, o
- tienen un mayor riesgo de complicaciones.
En cuanto a la efectividad en resultados clínicos relevantes asociada al uso de oseltamivir en pacientes con gripe, la búsqueda en los recursos habitualmente consultados ha identificado numerosas revisiones sistemáticas y meta-análisis que muestran resultados contradictorios y que en algunos casos incluyen estudios con limitaciones metodológicas o presentan sesgos y conflictos de intereses que pueden cuestionar sus resultados. Debido a estos hallzagos no es posible extraer una conclusión firme.
Destacamos entre estos estudios una revisión sistemática de la Cochrane de 2014(4) en la cual se encuentra que la utilización de oseltamivir se asocia a una modesta reducción en la duración de los síntomas (0,7 días), sin una reducción de la probabilidad de hospitalización (diferencia de riesgo (DR) = 0.07%, IC 95%: -0.78% a 0.44%), ni diferencias en la probabilidad de complicaciones graves.
Cabe destacar que, en base a los datos que aporta esta revisión sistemática, en 2017 oseltamivir ha sido degradado en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, pasando de considerarse un medicamento "central" a uno "complementario" (categoría que engloba a los medicamentos que se consideran menos coste-efectivos)(5). En el nuevo listado de medicamentos esenciales(6), el comité de la OMS pasa a considerar que el uso de oseltamivir debería ser restringido a casos de enfermedad grave debido a infección por el virus de la influenza confirmada o sospechada en pacientes hospitalizados críticamente enfermos.