En general, la documentación consultada recomienda no utilizar, en neonatos, el catéter epicutáneo (CE) para la administración de hemoderivados para evitar la posible obstrucción del dispositivo.
Un estudio descriptivo de tipo transversal y retrospectivo,(1) dirigido a revisar las características más importantes del procedimiento y la técnica del CE en una muestra de 37 neonatos, con respecto a los cuidados de enfermería en el recién nacido con CE, entre otras recomendaciones señala que no se debe utilizar esta vía para la administración de sangre total, concentrado de hematíes, extracciones de sangre, medición de presión venosa central y macromoléculas en general, debido al grosor del catéter que favorecería la obstrucción del mismo y por lo tanto su retirada.
Tres protocolos sobre canalización y mantenimiento del CE en Neonatos(2-4) recomiendan no utilizarlo como vía para transfusión de sangre total u otros hemoderivados y evitar en lo posible, su empleo para extracción de analíticas. En el cuidado y mantenimiento del CE, uno de los protocolos(3) comenta que se debe evitar reflujo de sangre por el catéter durante los cambios de infusión para eliminar la posibilidad de obstrucción.