De acuerdo con los documentos seleccionados, los antitusígenos no han demostrado un efecto superior al placebo para calmar la tos aguda en procesos catarrales en niños, y no están exentos de efectos secundarios que, en algunos casos, pueden llegar a ser graves.
Dos revisiones sistemáticas, una realizada en 2001(1) y otra de la Biblioteca Cochrane actualizada en 2014(2) coincidieron en sus conclusiones en que los antitusígenos no han demostrado un efecto superior al placebo para calmar la tos en niños con procesos agudos catarrales. Además los antitusígenos (como la codeína o dextromorfán) se relacionaban con efectos secundarios, algunos de ellos muy graves.
Los sumarios de evidencia de Uptodate(3) y de Dynamed plus(4) no recomiendan el empleo de antitusígenos en procesos infecciosos de vías respiratorios en pediatría, ya que no han demostrado su eficacia en reducir la intensidad o frecuencia de la tos y, potencialmente, pueden presentar efectos secundarios graves Los efectos secundarios descritos de la codeína en niños incluyen somnolencia y depresión respiratoria; y para el dextromorfán están descritos depresión respiratoria y alteraciones del comportamiento.
Diversos informes descriptivos relacionan el consumo de fármacos para calmar la tos en niños, con efectos adversos graves e intoxicaciones;incluso relacionados con fallecimientos(5,6).
En 2015 el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia europeo-PRAC, publicó una alerta en la que "tras la revisión del balance beneficio-riesgo de codeína para el tratamiento de la tos asociada a procesos catarrales en población pediátrica se recomendaban las siguientes restricciones de uso: No utilizar codeína en menores de 12 años de edad"(7) .