Las fichas técnicas de los productos farmacológicos compuestos por infliximab que se encuentran comercializados en España(1-3) informan, en cuanto a las precauciones a tener en cuenta durante el tratamiento con este compuesto, que:
- En pacientes que están recibiendo terapia anti-TNF, los datos disponibles sobre la respuesta a la vacunación con vacunas de microorganismos vivos o sobre la transmisión secundaria de la infección por vacunas de microorganismos vivos son limitados.
- El uso de vacunas de microorganismos vivos puede producir infecciones, incluso diseminadas.
- No se recomienda la administración concomitante de vacunas de microorganismos vivos con infliximab.
La evaluación del fármaco infliximab(4) que aporta Uptodate indica que:
- Los pacientes deben ponerse al día con todas las inmunizaciones antes de iniciar el tratamiento.
- Las vacunas vivas no deben administrarse simultáneamente con infliximab.
- No se dispone de datos sobre la transmisión secundaria de vacunas vivas en pacientes que reciben tratamiento.
De igual forma, el sumario de evidencia de Uptodate sobre las infecciones bacterianas, virales y fúngicas asociadas al tratamiento con inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa(5) señala que no se deben administrar vacunas con virus vivos en pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas que reciben tratamiento inmunosupresor de mantenimiento.
En base a esta información y a la que se aporta en la sección de vacunas de Murciasalud(6) y en la web de la Asociación Española de Vacunología(7), de las vacunas que supuestamente se recomendarían en viajeros internacionales con destino al sudeste asiático (al no conocer el destino exacto se consideran las vacunas frente a: fiebre amarilla, fiebre tifoidea, hepatitis A, hepatitis B, encefalitis japonesa, cólera y rabia) estarían contraindicadas por tratarse de vacunas no inactivadas:
- la vacuna frente a la fiebre amarillas (vacuna de virus vivos atenuados);
- y la forma oral de la vacuna frente a la fiebre tifoidea (vacuna compuesta por bacterias vivas atenuadas).
La guía de práctica clínica sobre vacunación en el huésped inmunodeprimido(8) incorpora información sobre los viajes internacionales y, de forma similar a lo comentado, señala que la vacuna contra la fiebre amarilla generalmente no debe administrarse en personas inmunocomprometidas (fuerte recomendación; moderada calidad de la evidencia).
Añade el documento que las personas inmunocomprometidas deberían evitar viajar a zonas donde la fiebre amarilla es endémica. Los datos son muy limitados sobre la seguridad de la vacuna contra la fiebre amarilla en personas inmunocomprometidas y aunque los datos de una serie de casos(9) de 70 pacientes con enfermedades reumáticas tratadas con inmunosupresores que recibieron la vacuna contra la fiebre amarilla muestra un perfil de seguridad razonable, sin embargo, el tamaño de la muestra era inadecuado para detectar complicaciones graves poco frecuentes y se han reportado casos de enfermedad viscerotrópica asociada a la vacuna contra la fiebre amarilla en esta población(10).