No se han encontrado guías de práctica clínica que establezcan recomendaciones en relación a la utilización de somatostatina (o de su análogo octreótido) para el manejo del paciente con ascitis quilosa.
Centrándonos en pacientes con diagnóstico de ascitis quilosa idiopática (descartando en consecuencia los casos de ascitis quilosa postraumática, posquirúrgica, secundarios a malignidad, o por condición médica conocida como tuberculosis), la búsqueda en las bases de datos de estudios no ha identificado ensayos clínicos que valoren la efectividad terapéutica de la utilización de somatostatina y/o octreótido. Tan sólo se han localizado tres informes de casos de pacientes adultos(1-3) y el informe de un caso de un paciente pediátrico(4), todos pacientes con diagnóstico de ascitis quilosa de causa desconocida, en los que se obtuvieron resultados terapéuticos satisfactorios tras el tratamiento con octreótido.
En un sumario de evidencia de Uptodate(5) en el que se revisa la ascitis quilosa se indica, en relación a su manejo, que la somatostatina y el octreótido se han utilizado con éxito para tratar los derrames quilosos acontecidos en pacientes con “síndrome de las uñas de color amarillo” o con fugas linfáticas secundarias a cirugía abdominal y torácica. Además, añade que diversos informes de casos han sugerido que tanto la somatostatina como el octreótido subcutáneo se han mostrado efectivo en el tratamiento de la ascitis quilosa secundaria a condición médica o idiopática(1). Se apunta en el sumario que el mecanismo implicado puede ser la inhibición de la excreción del líquido linfático a través de receptores específicos que se encuentran en la pared intestinal normal de los vasos linfáticos.